El hombre golpeado por cuatro 'mossos' tenía un hematoma en un ojo, según el forense
Un informe del Cuerpo Nacional de Policía dice que Rubén Pérez "golpeó" a uno de los policías
Un hematoma en el ojo izquierdo. Ésa es la lesión que presentaba Rubén Pérez Marcos apenas 24 horas después de haber sido víctima, presuntamente, de una agresión por parte de cuatro mossos en la comisaría de Les Corts. Así lo indica el parte del médico forense, quien añade que el detenido mantuvo un comportamiento "agresivo". Las imágenes grabadas con cámara oculta muestran que Pérez "golpeó" a uno de los agentes, que reaccionaron de "forma violenta", según un informe elaborado por el Cuerpo Nacional de Policía a requerimiento de la juez que investiga el caso.
Sólo una hora después de haber sido reducido y esposado por los policías, un médico del Instituto Catalán de la Salud trató de atender a Pérez, de 37 años. No pudo. "Viene a consulta y rechaza visita médica. Presenta agresividad verbal", indica el parte de asistencia, firmado a las 9.30 horas del 31 de marzo. Poco después -14.20 horas- Pérez accedió a ser visitado.
Pérez explicó que sentía dolor en ambas muñecas y en los dedos pulgares, según el parte de asistencia al que ha tenido acceso EL PAÍS. Además, presentaba contusiones en el "arco cigomátizo izquierdo" (el pómulo), en el ojo izquierdo y en la nariz, unas consideraciones que también se recogen en el diagnóstico médico. El tratamiento: ninguno. "No requiere medicación alguna".
A las 12.00 del día siguiente, Pérez se sometió a la inspección del forense. El detenido refirió nuevos síntomas: además del dolor nasal, dolor "en el brazo izquierdo y en el tórax". El médico constató sólo que el detenido presentaba un "hematoma en el ojo izquierdo" y descartó fracturas en la nariz o en los tobillos.
Pérez no tiene antecedentes psiquiátricos, pero el parte firmado por el forense sostiene que padece "alucinaciones", y que da muestras de "autoagresividad o heteroagresividad", es decir, se muestra violento hacia él mismo y hacia los demás. Eso, más de 24 horas después de haber sido detenido y golpeado por los mossos en dependencias policiales. Las lesiones, en cualquier caso, son "leves" y de primera asistencia; o sea, que se curan solas en unos días y sin tratamiento.
La defensa de los cuatro policías imputados por un presunto delito contra la integridad moral de Rubén Pérez -un cabo y tres agentes, dos de ellos en prácticas- se basa en ese argumento (que las lesiones son leves) para explicar que no ve delito en la actuación policial. "El exceso de violencia se habría de buscar en unas lesiones graves, y no en la espectacularidad de una patada", dijo el abogado Carles Monguilod.
El caso fue destapado hace unas semanas por el Departamento de Interior. Ante las crecientes denuncias de abusos a detenidos en Les Corts, la división de Asuntos Internos instaló cámaras ocultas en las salas de cacheos. Los responsables de Interior visionaron las cintas y suspendieron de empleo y sueldo a los cuatro policías. Una decisión que rechazan todos los sindicatos de la policía catalana. Éstos defienden que la actuación fue "proporcionada" y que los agentes utilizaron la "mínima fuerza necesaria" para reducir a Pérez. El hombre fue arrestado el 31 de marzo tras una disputa con dos individuos a la salida de una discoteca de Barcelona y se mostró "agresivo", según los sindicatos.
Reacción "violenta"
Los Mossos no son el único cuerpo policial que ha visto y analizado el vídeo. También lo ha hecho el Cuerpo Nacional de Policía. Hace unos días, la titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Barcelona pidió a la brigada de policía científica un informe sobre el vídeo.
El informe, de cinco folios, señala que en las imágenes se aprecia cómo, "en un primer momento, la persona detenida se presenta agresiva y con ademanes violentos y chulescos". El texto, meramente descriptivo, resalta que, a continuación, se produce "una avalancha de empujones y golpes por parte de los mossos con la intención evidente de reducir o inmovilizar al detenido".
En las conclusiones, el inspector jefe que firma el documento destaca: "Se constata cómo, al menos en una ocasión, el detenido golpea a uno de los agentes". Y añade que, "por parte de tres de los cuatro mossos que aparecen en la escena, se produce una reacción violenta contra el detenido", aunque "no se puede determinar la causa que provoca" esa reacción.
Igual que ocurre con las imágenes, el informe policial ha dado lugar a interpretaciones diversas. A juicio de Monguilod, deja claro que los policías "sólo pretendían esposarle, y en ningún caso hacerle daño". Por el contrario, el abogado de la supuesta víctima, Raúl Huertas, aseguró que el texto pone a las claras que la actuación de los mossos fue "violenta y desproporcionada".
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