La contaminación de los diésel resta 13 meses de vida a los barceloneses
Barcelona es una de las ciudades más perjudicadas por la polución, según un estudio europeo - Los coches generan asma al 25% de los menores de edad
La contaminación causada por las partículas finas (PM2,5) que generan principalmente los vehículos diésel reducen 13,7 meses la esperanza de vida de cada ciudadano barcelonés. Así lo concluye un estudio realizado en 25 ciudades europeas y financiado por la Comisión Europea, en el que han participado 60 científicos de 12 países, para estudiar los efectos de la calidad del aire sobre la salud. Los resultados, que servirán para guiar a la Comisión en la futura legislación contra este tipo de partículas, consolida Barcelona como una de las ciudades más contaminadas de Europa y deja la salud de los barceloneses entre las más perjudicadas del continente por su exposición a las emisiones de los vehículos. Solo Bucarest y Budapest, donde la polución reduce la esperanza de vida 22 y 19 meses, respectivamente, arrojan peores datos que Barcelona. Los ciudadanos de Dublín y Estocolmo, por el contrario, apenas se resienten de los efectos de las PM2,5.
La contundencia de estos resultados se explica porque Barcelona es una de las ciudades con mayor densidad de vehículos de la UE (6.100 por kilómetro cuadrado, frente a los 1.300 de Londres). El 56% del parque de vehículos barcelonés, además, utiliza motores diésel. Estos emiten hasta seis veces más partículas finas que los de gasolina.
Los investigadores añaden que estos niveles de contaminación generan alrededor del 25% del asma registrado en jóvenes menores de 17 años y en torno al 35% de las enfermedades coronarias y respiratorias que padecen los mayores de 65 años.
El estudio, dado a conocer la semana pasada, calcula el beneficio potencial para las ciudades si redujeran sus niveles de partículas PM2,5 a los parámetros que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS): 10 microgramos por metro cúbico de media anual. Para hacerse una idea de lo lejano que es actualmente ese objetivo, de las 25 ciudades estudiadas solo Estocolmo está por debajo de este límite (9,4). Barcelona, la más contaminada de las ciudades españolas, registra 27 microgramos de media anual. Los científicos midieron la presencia de PM2,5 en estas ciudades entre 2004 y 2006, según acordó el protocolo que siguieron todos los países participantes.
"La ventaja de este estudio es que cuenta con los expertos número uno de Europa y que se ha utilizado la misma metodología para todas las ciudades, lo que permite que sean comparables los datos de unas ciudades con los de otras", explica Xavier Querol, profesor e investigador del CSIC que ha formado parte del comité asesor científico del estudio. Los países miembros deben hacer todo lo posible para reducir esos niveles conforme a lo exigido por la normativa europea: situar las emisiones en menos de 25 microgramos por metro cúbico de media anual a partir de 2015, más del doble del máximo a partir del cual la OMS asegura que hay afectación para la salud.La UE, sin embargo, podría restringir todavía más este umbral a raíz de los resultados de este estudio. El límite que prevé imponer la Comisión ya ha sido muy cuestionado por los especialistas en salud y calidad del aire europeos, que lo consideran demasiado permisivo. Los países miembros prevén reunirse en 2013 para revisar ese máximo a partir de los datos científicos más recientes. "Este estudio es el más sólido", asegura Querol, por lo que tendrá repercusión a la hora de revisar los niveles permitidos.
Otros estudios recientes de investigadores españoles relacionan la contaminación por PM
2,5 con la mortalidad por enfermedades del sistema circulatorio. El Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental concluyó que los niveles de contaminación de Barcelona causan unas 3.500 muertes al año.
Es una realidad que expertos y científicos dan por demostrada ante el alud de datos que evidencian la relación entre contaminación y un aumento de la mortalidad. Otros investigadores, de tres hospitales españoles y el Instituto de Salud Carlos III, concluyen que se producen más muertes por infartos, cardiopatías isquémicas e ictus cuando la polución es más alta. Estos estudios contrastan con la política medioambiental del Ayuntamiento barcelonés, que todavía no ha logrado aplacar los efectos de la excesiva contaminación.
En 1999, el plan de energía del Ayuntamiento estableció que en 2010 la ciudad produciría 9.000 toneladas anuales de óxidos de nitrógeno, informa Camilo S. Baquero. La proyección falló y en 2008 ya se había superado la previsión en 1.413 toneladas. Algo similar ocurrió con el gasto de energía: solo se ahorró un 55% de la meta de 428.000 megavatios/hora.
En medio de la polémica por la contaminación en la ciudad y a dos meses de las elecciones, el Consistorio trata ahora de aprobar una nueva política energética y de calidad del aire, y fija como meta reducir las emisiones a 9.864. En el caso de las partículas en suspensión, quiere reducirlas a 619 toneladas en 2020. En 2008 la emisión era de 743. El plan está liderado desde la concejalía de Medio Ambiente por la ecosocialista Imma Mayol.
Dentro del mismo plan, se prevé reducir casi a la mitad las emisiones ocasionadas por los coches (de 5.014 a 2.986). Sin embargo, a pesar de lo ambicioso de la meta, el borrador del plan no incluye ninguna medida que restrinja el tráfico. Las previsiones dicen que la principal fuente de contaminación será el puerto.
El Ayuntamiento buscará incrementar la ocupación media de los vehículos que entran en Barcelona a través de descuentos en los peajes y en 2018 se medirán las emisiones de los tubos de escape y se relacionará su resultado con el número de matrícula. También se establece una etiqueta ambiental que identifique los coches menos contaminantes.
Estas medidas, en todo caso, deberán aplicarse en la próxima legislatura y que todavía tardarán años en repercutir en una mejora para la salud de los barceloneses, advierten los expertos. Entre tanto, Barcelona ya se ha consolidado a ojos de la UE como una de las ciudades con peor calidad ambiental del continente.
Más información en la página 36
Entre los peores resultados de la UE
- De las 25 ciudades analizadas en el estudio, Barcelona se coloca en el tercer puesto en contaminación, solo por detrás de Budapest y Bucarest.
- París, capital con más habitantes y vehículos, arroja mejores resultados: la contaminación reduce la esperanza de vida de los parisienses en seis meses, menos de la mitad que Barcelona.
- La polución genera entre el 30% y el 35% de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias que sufren los barceloneses mayores de 65 años de edad. El porcentaje casi duplica el registrado en ciudades como Roma.
- La emisión de los vehículos provoca el triple de asma entre los barceloneses menores de edad que en localidades como Estocolmo.
- Las emisiones de partículas finas en Barcelona duplican las registradas en Londres: 27 microgramos, frente a los 13 de la capital inglesa
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