Víctimas mal enterradas

Todo empezó con un encuentro de brigadistas en España a mediados de los años noventa. Un cineasta sueco, Martin Jonson -que de niño acompañó a sus padres a una manifestación contra el régimen de Franco y que oyó a Olof Palme clamar contra su dictadura- grabó varias entrevistas con aquellos antiguos combatientes que defendieron la II República.

Las conversaciones tenían como marco recurrente la batalla del Ebro. Aquel material se quedó en el limbo, hasta que Jonson leyó un artículo de este diario sobre la controversia de la recuperación de la memoria histórica.

Fue el acicate para recorrer el país y recoger testimonios de personas que querían saber dónde estaban enterrados sus familiares. El resultado es el filme Mari Carmen España. El final del silencio, firmado con Pontus Hjorthén. Con el estreno de esta película se abre el martes, en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), el festival Docúpolis (www.docupolis.org), que hasta el 5 de octubre proyectará cerca de 80 documentales, muchos de los cuales ajustan cuentas con el (peor) pasado. Así ocurre en la entrega inaugural, donde la mujer que da nombre a la película luchó durante años para que se exhumaran los restos de su abuelo, Manuel España, mal enterrado en un descampado lleno de escombros.