_
_
_
_
Reportaje:

Perderse en el mapa de las veguerías

El proyecto de la nueva división territorial deja muchas incógnitas por resolver - Su aprobación esta legislatura requeriría cumplir unos plazos muy estrictos

Miquel Noguer

El largo parto del anteproyecto de ley de veguerías es sólo el comienzo de un camino que se prevé largo y tortuoso como lo fue la gestación del texto. La nueva organización territorial de Cataluña, a la que amplios sectores del Partit dels Socialistes (PSC) se oponen por costosa, innecesaria y extemporánea, sigue teniendo en el presidente de la Generalitat, José Montilla, un firme defensor. Sea porque fue uno de sus compromisos electorales, sea porque sus socios de Esquerra Republicana (ERC) lo han situado en el eje central del final de legislatura, Montilla ha defendido sin pestañear las bondades de un proyecto que tensa a los partidos y crea grietas en casi todos los territorios, enfrentados por arañar una capital o un poco más de poder.

Los nuevos entes asumirían los funcionarios de las diputaciones
Más información
Caamaño defiende en el Congreso la constitucionalidad de las veguerías
El Consejo de Garantías cuestiona la transición de provincias a veguerías
El tripartito aprueba en solitario una ley de veguerías sin efectividad

El texto que ahora debe tramitarse sigue estando plagado de inconcreciones. Éstas, sin embargo, han tenido la virtud de permitir el acuerdo entre los socios y de poner negro sobre blanco un texto de mínimos que, si bien no tiene garantizada la aprobación del Parlament, es un punto de partida.

¿Para qué sirven? Las diputaciones se diluyen en los consejos de veguerías, que harán la labor actual de las primeras en materia de cooperación entre municipios. Las veguerías también serán la división territorial para los servicios de la Generalitat.

¿Desaparecen las provincias? No, si no lo decide el Gobierno central mediante una ley orgánica. La idea del Gobierno catalán es que en una primera fase haya cuatro veguerías, coincidiendo con las cuatro provincias actuales. En una segunda fase se creará la veguería del Ebro, que comporta poca dificultad porque parte en dos la actual provincia de Tarragona sin afectar a sus límites. La del Pirineo y la de la Cataluña central deberán esperar a que el Gobierno autorice, si lo hace, una alteración de los límites provinciales.

¿Las capitales? De las siete veguerías, sólo hay cinco capitales claras: Barcelona, Tarragona, Lleida, Girona y Tortosa. Queda por decidir si Cataluña central tendrá capital en Vic o en Manresa, y si el Pirineo en Sort o en La Seu d'Urgell.

¿Queda tiempo para aprobar la ley esta legislatura? Sí, si hay voluntad política. Aun así, los plazos son exigentes teniendo en cuenta que la legislatura, en términos parlamentarios, terminará en julio. A primeros de marzo se realizará el debate de totalidad en el Parlament y después pasará a una comisión de la Cámara en la que los grupos pueden ralentizar el proceso a base de pedir comparecencias. También puede encallarse en la ponencia. El último escollo será el dictamen que el PP piensa pedir al Consejo de Garantías Estatutarias. Difícilmente habrá ley si no se superan estos escollos para final de mayo.

¿Cómo se hará la transición? Los consejos de veguería asumirán los bienes y derechos de las diputaciones. Los órganos de los consejos de veguerías se subrogan en los contratos y convenios en sustitución de los órganos correspondientes de las diputaciones.

¿Habrá más funcionarios? No tiene por qué, asegura el Gobierno catalán. Sin embargo, el paso de cuatro diputaciones a siete veguerías abre la puerta a que sea así porque, según el anteproyecto de ley, cada veguería podrá tener, además de sus funcionarios, personal eventual para ejercer cargos de confianza y de asesoramiento especial. Las diputaciones tienen actualmente cerca de 6.000 funcionarios, que pasarán a depender de los consejos de veguerías. La ubicación física de estos funcionarios está en el aire.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_