Moody's rebaja la nota de Cataluña y cuestiona el plan de ajuste de Mas

Tras el golpe a la deuda española del jueves, ayer le tocó el turno a la catalana. La agencia de calificación Moody's rebajó la nota de solvencia de la Generalitat después de que esta rebasara ampliamente en 2010 el objetivo de déficit, del 2,4%, hasta el 3,9% del PIB. La firma advirtió que las necesidades de financiación de Cataluña, de 11.600 millones, son "muy altas" dadas las difíciles "condiciones del mercado" y cuestionó el plan de ajuste que el Ejecutivo de Artur Mas ha presentado al Ministerio de Economía al basarse en transferencias del Estado -el fondo de competitividad o los hospitales de la Seguridad Social- que, hoy por hoy, son "inciertas".

El varapalo de Moody's es doble. La agencia deja al Gobierno catalán con la peor nota de todas las comunidades autónomas al otorgar a su deuda a largo plazo un rating de A3, el séptimo nivel en su escala de solvencia. La deuda a corto plazo también quedó tocada y pasó de prime 1 a prime 2. Es decir, la Generalitat se queda con un notable bajo.

La bajada de la calificación llega cuando el Ejecutivo negocia endeudarse

El segundo golpe es el momento elegido por Moody's. El Gobierno catalán está en plena negociación con la banca para realizar una operación de endeudamiento por más de 1.800 millones de euros. Y la nota de Moody's incidirá sobre los intereses que deberá abonar. Lo admitió ayer el consejero de Economía y Conocimiento, Andreu Mas-Colell. "Evidentemente, afecta a lo que la Generalitat debe pagar por su endeudamiento", aseguró.

Sin embargo, Mas-Colell quitó hierro a la rebaja y aseguró que ya "estaba anticipada", en parte porque el día antes ocurrió lo mismo con la deuda española. Es más, el consejero exhibió el primer préstamo que obtiene de las entidades financieras. Catalunya Caixa le ha concedido un crédito a corto plazo por 500 millones que el Ejecutivo catalán negociaba desde noviembre de 2010. Junto a la emisión de pagarés prevista por 1.000 millones y la refinanciación de 1.500 millones que le vencían este año, el crédito le da oxígeno para seguir negociando una operación de endeudamiento más voluminosa.

Moody's empeoró también la nota de otras tres comunidades -Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia- que sobrepasaron los objetivos de déficit, mientras que decidió mantener intacta la de Andalucía, Castilla y León, Extremadura, Galicia y Madrid. Todas ellas mantienen el rating de Aa2 con perspectiva negativa. "Es cierto que está por debajo de otras comunidades, pero tiene sus fortalezas y sus debilidades", aseguró el vicepresidente para el área de riesgo subsoberano de Moody's, Sebastien Hay.

Hay considera que la meta "del 1,3%" de déficit para este año es "el punto de débil de Cataluña". "El Gobierno tiene un plan para volver al 1,3%, pero la mitad de ese plan depende de transferencias del ejecutivo central que se pusieron como hipótesis, como las transferencias del fondo de competitividad, sobre las cuales hay incertidumbres. ¿Qué hará si no las recibe?", planteó Hay.

En el haber de Cataluña, Moody's destacó su "poderosa" economía y el margen para "gestionar sus presupuestos". "El 30% de los gastos se podría recortar. El 70% del gasto corresponde a sanidad y educación, que es complejo de rebajar, pero en el resto hay margen", afirmó. Resulta al menos curioso que Moody's, con un extenso historial de errores en sus calificaciones, ponga tanto énfasis en los planes de austeridad cuando ayer justificó la rebaja de la nota española, entre otros motivos, por el tijeretazo para reequilibrar las finanzas públicas que, a su juicio, está lastrando su crecimiento.Quien más arremetió ayer contra la agencia de calificación Moody's fue ICV-EUiA. El presidente del grupo parlamentario, Joan Herrera, anunció ayer que la coalición se sumará a una demanda colectiva interpuesta por una docena de abogados. "Con sus decisiones hace más difícil una salida de la crisis de una forma equitativa y mínimamente justa". En cambio, el secretario general de Esquerra Republicana, Joan Ridao, centró sus críticas en el Gobierno de CiU, al que acusó de haber propagado un discurso "terrorífico" que ha dado a las finanzas de Cataluña una "imagen de descrédito y de poca solvencia".

Pero la solvencia de Cataluña no fue la única que ayer quedó tocada por los informes de Moody's. La agencia también decidió rebajar la calificación del Ayuntamiento de Barcelona de Aa1 a Aa2, la misma solvencia que tiene la deuda soberana española y cuatro niveles por encima de la catalana. La ciudad se vio arrastrada por el castigo a España, a pesar de que, en opinión de la agencia de calificación, Barcelona ha demostrado "un buen desempeño financiero en la década pasada", que se ve reflejado en "unos buenos resultados operativos, sus excedentes financieros sustanciales y los consiguientes decrecimientos en la deuda de la ciudad".

Aun así, Moody's recordó que los municipios no tienen la autonomía municipal suficiente para prescindir de las voluminosas transferencias del Estado. El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, aseguró que el Ayuntamiento "es una institución absolutamente solvente, muy por encima de cualquier Administración de este país" y atribuyó la rebaja a que la ciudad va ligada a la calificación de España. "No hay ninguna razón para que nos bajen el rating", remachó.