_
_
_
_
ALIMENTOS CON APELLIDO | LA VENTANA DE GUERRERO
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

'Mongetes del ganxet'

La mongeta del ganxet es una judía blanca muy fina al paladar, genuina de la comarca del Maresme, en el litoral catalán, y también propia del Vallès Oriental y del Occidental. Se desconoce su origen y hasta hace pocos años era un producto más de la pagesia, que sólo las cultivaba para consumo propio. Pero a pesar del retroceso de la agricultura, las mongetes del ganxet han aumentado su producción gracias al prestigio que han adquirido en los últimos años. Los diferentes estudios han mejorado la especie y la han expandido por todo el territorio, y ha llegado a ser uno de los platos más valorados, típico no sólo de la alimentación de los payeses, sino de las zonas urbanas.

La mongeta del ganxet pertenece a la especie Phaseolus vulgaris. Tiene una forma plana, parecida a un riñón, con un gancho característico en uno de los extremos. Es de tamaño mediano, con un peso de ocho gramos por unidad. Hay que hervirlas lo suficiente para que queden tiernas, pero sin restarles sabor. Actualmente, la mayor parte se compran ya cocidas, lo que facilita la elaboración de recetas más complicadas. Una vez en la boca es poco granulosa, con un gusto suave y consistente, que deja una sensación harinosa muy agradable en el paladar.

Se pueden comer frías en ensaladas. Algunas recetas añaden las 'mongetes' al gazpacho o a las sopas frías

Se siembra en terrenos arcillosos y calcáreos en el mes de julio. Se recoge en otoño. Se cultiva en todo el territorio catalán, pero las producciones más importantes son en la Riera de Gaià, el Maresme y el Vallès, gracias a su clima idóneo. La siembra de esta judía representa un beneficio para la fertilización de los suelos. Hay que recolectarlas y consumirlas inmediatamente y no se aconseja congelarlas ni comprar las que se cultivan en invernaderos. Se comercializa por medio de las cooperativas de productores, que la distribuyen por toda Cataluña. En el mercado se encuentran todo el año. Una vez cocidas se pueden conservar una semana en la nevera.

La mongeta es el complemento ideal para combinar con la butifarra, que ha llegado a ser plato nacional. Se la conoce también como base del empedrat, uno de los platos típicos veraniegos. También se utiliza en otros guisos, cada vez más sofisticados. Se pueden comer frías con vegetales o ingredientes propios de la ensalada. Algunas recetas estivales añaden las mongetes al gazpacho o a las sopas frías. Por su composición harinosa, absorben el sabor de otros alimentos, por lo que son ideales con calamares, pies de cerdo, bacalao o cualquier guisado. Se acompañan de vino tinto.

Las mongetes del ganxet es un producto muy económico y alimenticio. Su componente principal son los hidratos de carbono. Aportan una cantidad considerable de fibra, hierro y proteínas vegetales, además de fósforo y magnesio. Casi un cuarto de su peso es agua, lo que las hace más tiernas. En Gallecs se celebran cada año las Jornades sobre la mongeta del ganxet. Desde 1999, el sector de la restauración y el Ayuntamiento de Caldes d'Estrac organizan una feria en noviembre para potenciar la gastronomía local, que se basa en buena parte en las mongetes del ganxet.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_