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Barcelona deja sin guardería a 260 niños con plaza asignada

Trias y Hereu se culpan mutuamente del retraso en tres equipamientos - Las familias denuncian que ya es tarde para lograr sitio en otros centros - El Ayuntamiento de Barcelona estudia cómo compensar la rebaja de plazas

Camilo S. Baquero

"Ahora tiro de la abuela y la canguro, pero para enero ya contaba con dejar a los mellizos en la guardería. Ahora me dicen que en Barcelona no hay ni una sola plaza". La que se queja es Astrid, la madre de dos de los 260 niños que se quedarán sin guardería pública a pesar de haber obtenido una plaza. Los pequeños habían de asistir a una de las tres instalaciones municipales que deberían comenzar a operar en enero, pero no estarán listas hasta el próximo curso. Estas serán las tres últimas guarderías que funcionarán con el modelo y la gestión enteramente municipales. Las que se construyan en el futuro seguirán el modelo concertado, según anunció el alcalde, Xavier Trias (CiU).

El caso de Astrid es el mismo que el de Mireia. En mayo de este año, ambas familias presentaron sendas solicitudes para llevar a sus hijos a las guarderías de Jaén y Caspolino, en Gràcia, que aún estaban por terminar pero aparecían en el catálogo de oferta, algo usual en Barcelona. El mismo problema se da en la Patufets, en Navas. "Me llegó el SMS que confirmaba la asignación de la plaza, pero desde agosto noté el parón en las obras en el solar de Jaén. Y eso que en la página web del consorcio [de Educación de Barcelona] dice que está en licitación", explica Astrid. El gobierno de Xavier Trias (CiU) y el anterior, del socialista Jordi Hereu, se culpan mutuamente del retraso. Las familias se movilizan y anuncian acciones legales.

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Cuando las familias realizaron la preinscripción eran conscientes de que los tres centros estaría listos a más tardar en febrero de 2012. "El 14 de septiembre nos llega una carta del Ayuntamiento en la que nos dicen que la guardería no estará terminada y que no habrá plaza para mi hija. Lo podrían haber dicho con antelación [para buscar otro centro]. El curso había comenzado dos días antes", se queja Astrid.

Según una portavoz del Ayuntamiento, "se están estudiando los casos de los afectados para ver las alternativas que se les pueden ofrecer a los padres" y se asegura que los niños "no tenían una plaza, solo estaban preinscritos. Es el momento en que se realiza la matrícula cuando se asigna la plaza".

Sin embargo, en la misma misiva que informó de la decisión del Consistorio se habla de "adjudicación de plaza" y se asegura que el anterior gobierno "no había completado los trámites administrativos" para terminar las obras. Esto es algo que enérgicamente se niega en las filas del Partit dels Socialistes (PSC), que defiende su gestión y asegura que ha sido Trias el que ha decidido parar las obras. "Lo dejamos todo listo", asegura un portavoz.

El estado de las tres guarderías es bastante desigual. Caspolino, que tendrá capacidad para 81 menores, ha tenido problemas en su construcción ya que está en un complejo que incluye un área de aparcamiento y un complejo deportivo. La de la calle de Jaén, según los socialistas, se dejó con la licitación en proceso. Por ahora, el solar que albergará el edificio de más de 1.200 metros cuadrados sigue vacío. Allí asistirían 119 niños.

Finalmente, la Patufets, con una capacidad de 63 plazas, se construiría en los bajos de una finca de vivienda protegida en el distrito de Sant Andreu. La inversión en los tres equipamientos asciende a más de cuatro millones de euros y el dinero proviene, en su mayoría, del Ayuntamiento, pero también aporta la Generalitat.

Las familias por lo pronto tendrán preferencia en el proceso de matriculación para el curso 2012-2013 y han de notificar antes de diciembre su voluntad de "mantener la plaza adjudicada". Pero eso no soluciona el problema de qué hacer con los niños en enero. "Se te trastocan los planes. Una canguro me cuesta 700 euros al mes, tener a los dos niños en la guardería, 500", se queja Astrid. "No entiendo cómo paran la construcción de un centro educativo que ya tenía las plazas asignadas si no hay problema de liquidez en Barcelona. Trias ha manifestado su voluntad de colaborar con el sector privado, ¿esta política no la podía haber aplicado el curso que viene y no dejar en la calle a niños de cero a tres años y sus familias?", remata la afectada.

El malestar por la situación es tan grande que los padres han comenzado a movilizarse. El barrio de Gràcia está lleno de carteles en los que se invita a los padres a participar, asesorados por el Colectivo Ronda. Las familias esperan emprender acciones legales.

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Sobre la firma

Camilo S. Baquero
Reportero de la sección de Nacional, con la política catalana en el punto de mira. Antes de aterrizar en Barcelona había trabajado en diario El Tiempo (Bogotá). Estudió Comunicación Social - Periodismo en la Universidad de Antioquia y es exalumno de la Escuela UAM-EL PAÍS.

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