"Me sumerjo en Miguel Hernández"
Joan Manuel Serrat (Barcelona, 1943) vuelve esta noche a Córdoba, al Teatro de la Axerquía, con su último espectáculo. "Es algo completamente diferente a cualquier otro que yo haya hecho jamás en mi vida. Y, lógicamente, será diferente al próximo que haga. Se trata de un concierto monográfico basado en poemas de Miguel Hernández, con canciones construidas a partir de sus versos y aparecidas en dos trabajos míos distintos, publicados con 38 años de diferencia", explica Serrat, en referencia a los discos Miguel Hernández (1972) e Hijo de la luz y de la sombra (2009).
Serrat es casi un habitual de Córdoba. "Sí, es que tengo buen gusto", afirma en una entrevista telefónica. En la ciudad se le quiere y él lo agradece con elogios. "Córdoba es una urbe cuya hermosura y solidez viene de la noche de los tiempos. Todo el talento y el conocimiento acumulado de los años se refleja constantemente en la ciudad. Y también en las cordobesas y en los cordobeses. Con independencia de que, probablemente, por sus calles uno puede ver a las mujeres más bellas del mundo".
El cantautor actúa esta noche en el Festival de la Guitarra de Córdoba
"Quiero dejar claro que Cataluña no es una tierra de 'tragaespañoles"
Serrat es uno de los máximos representantes de la nova cançó catalana, todo un fenómeno social y cultural de lucha contra el franquismo. En 2009 se celebraron sus bodas de oro y en Cataluña volvió a ser recordada y aclamada. "La verdad es que la gente ha reivindicado siempre la nova cançó. Porque cuando nació fue por una reivindicación de la propia gente. De hecho, la inventó el pueblo, no nos la inventamos un grupo que escribíamos canciones", reflexiona el autor.
Para Serrat, la nova cançó pertenece "a aquellos que escuchaban las canciones, las cantaban, las compraban, aquellos que nos venían a ver a los conciertos y hacían suyos los versos". "Esta gente ha seguido estando allí a lo largo de 50 años. Tal vez, los que no han estado allí han sido los gerentes y los administradores terrenales, pero la gente no falló nunca. No podía ser de otra manera: aquello era suyo", zanja el cantautor.
Cataluña ha vuelto a vivir jornadas políticamente tensas, después de que el Tribunal Constitucional rechazase algunos puntos del nuevo Estatuto de Autonomía, votado en Cataluña. A Serrat le sigue asombrando, sobre todo, la imagen que, en ocasiones, se tiene de su tierra en otras regiones de España. "Yo tengo la suerte de viajar. Y cuando lo hago fuera de Cataluña, me entero de unas cosas que dicen que pasan en Cataluña de las que yo nunca me había enterado. Es decir, en Cataluña hemos vivido siempre con normalidad política, social y cultural", explica. "Lo que sí quiero dejar claro es que Cataluña no es una tierra de tragaespañoles'. Si alguien hubiera visto la felicidad que había por el triunfo de la selección española, pues seguramente se hubiese sorprendido".
Como la propia Cataluña, Serrat es bilingüe. Y en sus discos, canta tanto en catalán como en castellano. Hoy, en Córdoba, sólo lo hará en castellano. "Ya me hubiera gustado que Miguel Hernández hubiera escrito algún poema en catalán, pero no lo hizo nunca".
En la memoria del público que se acerque a ver el concierto del cantautor catalán permanece aquel disco que publicó hace 38 años basado en poemas del poeta de Orihuela. "Y es que con los temas del primer disco no ha hecho falta alterarlos ni hacer ningún esfuerzo para unificar sonoridades o arreglos musicales", señala Serrat, quien elogia el trabajo que hizo el músico Francesc Burrull en 1972: "Era de una calidad extraordinaria, tanto como el que ha hecho ahora Joan Albert Amargós. Ambos conjugan perfectamente", destaca.
Y tras 38 años, ¿cómo ha vuelto a enfrentarse Serrat al poeta pastor, del que se celebra el centenario de su nacimiento? "Yo no me enfrento nunca. Jamás se me ocurriría enfrentarme a la obra de nadie", aclara rápido el artista. "Yo me dejo llevar por él, esa es una buena manera de entrar. Yo me acerco a él, me zambullo, me sumerjo y me dejo llevar por la corriente de sus versos, sus imágenes y todo ese maravilloso universo hernandiano".
De algunos balcones de la ciudad en la que esta noche actúa Serrat, todavía cuelgan los versos de Miguel Hernández. Muchos vecinos no se han atrevido a retirarlos después de que, durante el festival de poesía de Cosmopoética, se repartiesen cientos de pancartas con pasajes del autor. "Hernández se emocionaría de ver sus versos colgados de los balcones. Están exactamente donde él hubiera querido que estuvieran siempre: en la calle".
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