"La segregación es un paso atrás"
Mar Moreno defiende las aulas mixtas cuando se financien con dinero público
La Consejería de Educación ha encontrado en los últimos años a su rival en el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), en concreto, en la sala tercera, a la que algunos conocen como sala vaticana. Allí se han estrellado algunas de las reformas que la Administración ha intentado implantar en Andalucía. Sobre todo, cuando han afectado a los centros concertados, que se financian con fondos públicos.
El último controvertido auto hace referencia a la segregación por sexos en las aulas. Educación pretende que los centros sostenidos con fondos públicos sean mixtos. Los conciertos se renuevan cada cuatro años. Y este año tocaba. Educación condicionó el concierto con 12 centros a que admitieran a chicos y chicas. El TSJA ha paralizado ahora cautelarmente siete de esas 12 esas órdenes, las que afectan a los centros de Sevilla.
"Este pleito lo ganaremos en el Supremo", dicen los colegios
"A los que intentan hablar de innovación en la educación diferenciada se les olvida que ese modelo tiene 20 siglos y no ha dado resultados positivos para la convivencia entre hombres y mujeres". Mar Moreno, consejera de Educación, sostiene que este debate no está en la sociedad y que la implantación de la segregación sería un "paso atrás". Y recuerda cómo, al inicio de los conciertos en Andalucía, la mayoría de colegios religiosos eran sólo de chicos o chicas. Al final, se han ido adaptando y aceptan a alumnos y alumnas.
Respecto al auto de medidas cautelares, Moreno prefiere ser prudente: "No ha habido un pronunciamiento sobre el fondo del asunto".
Rafael Caamaño, secretario general de CECE Andalucía, también espera a que se resuelva la cuestión de fondo. Pero, esta patronal que defiende a estos centros, sostiene que el auto ha sido "muy positivo". "Se le da tranquilidad a los centros que a corto plazo podrían haber cerrado", sostiene.
Educación no tiene intención de cerrar colegios ni aulas. Lo que se les ha propuesto es que comenzaran a admitir ambos sexos desde el primer año en las nuevas matriculaciones. Estos centros se han negado y lo han llevado a los tribunales.
Tanto Caamaño como la Consejería de Educación creen que este asunto acabará decidiéndose en el Tribunal Supremo. Mientras, todo seguirá como hasta ahora y estos colegios recibirán fondos públicos.
La Consejería de Educación ya intentó acabar con este tipo de conciertos. Pero el TSJA tumbó en 2006 la orden que se lo permitía. En aquel momento, este tribunal sostuvo que la orden no tenía un respaldo normativo suficiente. En la LOE (Ley Orgánica de Educación) ya se incluyó que los colegios sostenidos con fondos públicos no podrían ejercer la discriminación. Y se incluyó por razón de sexo. Con esta armadura legal, Educación ha vuelto a intentar extender las aulas mixtas ahora. Y, de nuevo, se ha encontrado con el TSJA.
El Tribunal Supremo ya ha hecho algún pronunciamiento sobre este asunto, aunque nunca ha entrado en el fondo de asunto, sostiene Caamaño, para quien la educación diferenciada no es discriminatoria: "Si lo fuera este tipo de centros no podría existir ni como colegios privados". "Este pleito lo ganaremos en el Supremo", asegura el secretario de CECE.
No es la primera vez que el TSJA se alinea con las tesis más conservadoras. Los opositores a Educación para la Ciudadanía han encontrado en Andalucía abrigo hasta que el Supremo también rechazó la posibilidad de la objeción. Ahora, mantiene abierto un recurso contra un manual de esta asignatura.
"Nuestro sindicato es muy respetuoso con la Justicia, pero hay coincidencias que nos hacen dudar sobre la parcialidad". Juan Carlos Hidalgo, responsable del sector educativo en UGT Andalucía, no es partidario tampoco de la segregación en centros que se financien con dinero público.
Ciudadanía y ratios
- Educación para la Ciudadanía. La oposición a esta asignatura arrancó en el TSJA. En enero de 2008 la sala tercera admitió que el hijo de una familia de Bollullos Par del Condado (Huelva) pudiera objetar a esta asignatura. Pero el Tribunal Superior de Justicia de Asturias rechazó esta posibilidad. Finalmente, el Supremo fue el que resolvió: la objeción es imposible.
- Tras conocerse la sentencia, los objetores anunciaron que buscarían una rendija para seguir con su oposición. La misma familia de Bollullos pidió que su hijo no asistiera a clase con la excusa de que el manual atentaba contra sus principios. La Inspección Educativa y la fiscalía rechazaron que fuese adoctrinador. La sala tercera del TSJA ha admitido a trámite esta demanda.
- RAtios. La misma sala del TSJA dictó otra sentencia polémica que afecta a la forma de organizar la enseñanza. En mayo de 2008 sentenció que el derecho de los padres a elegir el colegio de sus hijos debe prevalecer sobre la limitación de plazas, normalmente, en los concertados.
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