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Reportaje:

"Vivimos en mundos estancos"

Guillermo Busutil retrata la sociedad actual en los relatos de 'Vidas prometidas'

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Personas que atraviesan la vida en medio de la soledad y que acomodan sus pasos como máquinas que deben cumplir unos requisitos que no dejan resquicio a la libertad. Gente que se agarra a la vida virtual de Internet como una forma de evitar los contactos humanos y no sentirse dañada. Una sociedad marcada por la deshumanización. Los 13 relatos reunidos en Vidas prometidas (Tropo Editores) por el escritor Guillermo Busutil (Granada, 1961) bucean en una realidad hostil a la libertad de los seres humanos.

Una "línea temática" une, a juicio del autor, estos relatos: "esas promesas que te ofrece la vida y que luego a menudo no se cumplen". "Otras veces se cumplen; y otras veces mejor que no se hubiesen cumplido porque lo hacen de una manera defectuosa o perversa. Es un libro muy directo. Toco temas como el amor, la familia, la vida virtual, la soledad de la tercera edad, la literatura como patria...", afirma Busutil, que es autor de los libros de relatos Los laberintos invisibles, Drugstore, Nada sabe tan bien como la boca del verano y Moleskine, entre otros.

"Nos hemos convertido en máquinas humanas", afirma el escritor

Sus personajes habitan universos cerrados y tienen grandes dificultades para relacionarse con los demás. "Vivimos en mundos estancos. Hay personas que viven exclusivamente para el trabajo y la familia. Hemos construido una sociedad de diseño totalmente deshumanizada. Nos hemos convertido en máquinas humanas, en cápsulas de tiempo sin tiempo para vivir. Luego hay gente que cuando se jubila no sabe qué hacer", comenta el autor.

En uno de los relatos, Shaw&Maciá, se habla de una pareja. Busutil escribe: "Saben que el amor es una empresa. Trabajo, planificación, esfuerzo, productividad e innovación son necesarios para evitar caer en la avaricia de la costumbre, o que una opa los separe". "Es un poco la vida actual. Esa falsa dicotomía entre conciliación familiar y vida profesional. Una vida muy mecánica, muy de laboratorio, todo muy programado", señala el autor granadino.

El relato On the air muestra el cerco que se establece sobre un periodista de radio. "Es otro tema actual: la violencia que se da en el ámbito del trabajo, el acoso profesional, que se da cada vez más. Todos conocemos a personas que han pasado por esos trances y que se ven víctimas de ese acoso provocado por las envidias y los celos de los propios jefes", afirma.

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Un hombre llamado Proust cuenta la historia de una persona que se queda en el paro. El hombre reacciona quemando una oficina de empleo. Sobre el cuento planean temas como la cosificación de la gente, cuyo valor acaba dependiendo de su situación laboral. "El relato está basado en un hecho real: un parado le metió fuego a una oficina del Inem. En el momento en que una persona está en el paro deja de existir social y laboralmente e incluso para su propia familia", asevera Busutil.

El cuento El gabinete Foreman retrata a un hombre abducido por los bastidores de la política. La política es en el relato un mundo sin alma, de traiciones, venalidad, donde las personas son exprimidas como limones. "La historia refleja la trastienda de la política, el artificio y la impostura que hay en ese mundo. La gente que se acerca a la política casi vende su alma al diablo", dice el autor.

Busutil cree que los cuentos están marcados por "los tres grandes temas de la sociedad actual: el problema de la identidad, el problema de la soledad que contamina las relaciones humanas y esa realidad hostil, encapotada, bajo la que vivimos ahora". "Todo el mundo intenta sobrevivir sin perder el trabajo, el estatus social, la familia...", afirma. E insiste en "una poética que destaca en el libro: cómo la vida se convierte en literatura". "Son vidas que puede vivir cualquier persona y que la mirada de los escritores podemos convertir en literatura", concluye.

El escritor Guillermo Busutil, en Málaga.
El escritor Guillermo Busutil, en Málaga.GARCÍA-SANTOS

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