"Tenemos que hacer que más malagueños conozcan el museo"
El mismo día que el Museo Picasso Málaga cumplió seis años, el pasado martes 27 de octubre, Bernard Ruiz-Picasso, nieto del pintor y presidente del consejo ejecutivo de la pinacoteca concedió una entrevista a EL PAÍS para hacer balance. Ni más ni menos que hablar de lo que estrictamente consideró que no se salía del guión propio del aniversario. "De futuro no va a ser posible hablar, porque se acaba de incorporar un nuevo director y todo está en el aire", advierte.
También esquiva cuestiones pendientes en las que le corresponde la palabra, como por qué no se ha producido aún la fusión de las dos fundaciones del museo, la familiar, que es la propietaria de la colección y preside su madre, Christine; y la titular de los edificios creada por la Junta. O si el museo se plantea nuevas adquisiciones, o si tiene tomada una decisión sobre las obras que él tiene prestadas por 10 años. A todas estas preguntas responde igual: "No es el momento de hablar de eso".
"Visitar un museo debería ser tan normal como ir a la playa o a comer"
"Las obras molestan, pero prefiero ver obreros trabajando en los alrededores"
Se explaya en contar las actividades celebradas en estos seis años, en los que el museo ya sobrepasa los dos millones de visitantes, y por encima de todo resalta sentirse muy orgulloso de los programas educativos, en los que han participado ya 85.000 niños. "Esperemos que poco a poco vengan más familias de Málaga y de Andalucía, ése es verdaderamente nuestro objetivo y nuestra misión", afirma.
Pregunta. ¿Qué balance hace de estos seis años de museo?
Respuesta. Hemos sido capaces de crear esta institución que no existía hace seis años. La ciudad ha cambiado enormemente desde 1997 cuando se crearon las fundaciones. La manifestación pública de la gente de Málaga por este museo es siempre muy cariñosa y mi madre dice que se ha transformado en realidad el sueño de Picasso de tener un museo en su ciudad después de mucho trabajo y superar muchos obstáculos.
P. ¿No cree que el museo está algo aislado de la ciudad?
R. Hablamos mucho de eso. Es verdad que tenemos como tarea que venga más gente. Hay gente que viene cuando hay puertas abiertas, no siempre, hay que tomar tiempo para aceptar el concepto de ir a un museo como algo habitual, cotidiano, como ir a playa, a comer con la familia o a oír flamenco. La cultura es viva, hay gente a la que la pintura aun no le habla, no le dice nada y nuestra tarea es justamente esa, permitir que se establezca ese diálogo.
P. El hecho de que ya haya tenido tres directores, ¿no indica cierta inestabilidad?
R. En la cultura, como en la prensa, y como en todo, hay ciclos. No son sólo seis años, sino mucho más, la institución no empieza desde que se abrieron las puertas del museo. Carmen Giménez hizo posible el museo desde que en 1992 se hizo la primera exposición de Picasso en Málaga. Ella inició todo el programa, un trabajo muy amplio desde 1992 hasta 2003. Pero tenía muchas exposiciones en Guggenheim, El Prado.., no se le podía pedir que se quedase en Málaga todo el tiempo y hacía falta alguien que lo hiciera. Bernardo Laniado llevaba cinco años con Carmen Giménez, conocía muy bien la obra de Picasso y el museo, fue una decisión razonable. Ha sido un director fantástico, ha trabajado unos 10 años y como todo en la vida de plantean nuevos retos. Pasamos ahora a otro momento con José Lebrero, alguien que conoce muy bien Andalucía y va a permitir abrir el museo.
P. ¿Qué cree que le falta al museo?
R. No creo que falte nada, hay que seguir en las tareas cotidianas de profundización en la obra de Picasso y en la difusión. Es un trabajo agradable, apasionante y un lujo en una institución de estas características. Este museo está muy bien en comparación con otros.
P. ¿Cómo ha perjudicado al museo que el entorno aún no se haya adecentado y sigan pendiente la reordenación urbana?
R. Siempre las obras molestan a todos. Queremos que todo alrededor esté bien y prefiero ver obras y obreros trabajando cada día que no verlos, es mejor, que haya pulso en Málaga.
P. ¿Cómo se contempla desde el Museo Picasso la próxima apertura del Museo Thyseen y del Bellas Artes?
R. Es fantástico, está muy bien. Hay una voluntad del Ayuntamiento y de la Junta de que la cultura se transforme en algo importante, se ha invertido mucho, y poco a poco llegamos a donde queremos, hay un gran nivel de calidad.
R. ¿No cree que el Ayuntamiento debería estar representado en los órganos del museo, se llegó a plantear la fusión con la fundación casa natal?
R. Tenemos muy buena relación con el Ayuntamiento. La casa natal hace un trabajo fantástico, y lo importante es que todos sumemos en que se conozca a Picasso.
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