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Sevilla mantiene el brío del 15-M

Unas 10.000 personas protestan en la capital andaluza por una "democracia real" - Los ciudadanos 'indignados' debaten cómo sobrevivir tras las elecciones

El día de reflexión, al igual que el resto de la semana, siguió empapado por el eco de las protestas del movimiento 15-M. Las concentraciones aumentaron en algunas capitales y en otras el número de ciudadanos indignados perdió algo de fuelle.

Unas 10.000 personas se concentraron en la Plaza de la Encarnación de Sevilla, según los organizadores, cifra que la policía rebajó a 3.000 personas. No hubo enfrentamientos y el tono fue reivindicativo pero también festivo. Una gran pancarta colgada de una de las famosas setas presidía la concentración: "El pueblo declara ilegal a la Junta Electoral", rezaba. Los políticos y los bancos acapararon el grueso de las críticas en los cánticos de los indignados. "La suya es una actitud muy generosa y te sale una empatía natural con ellos. Un nivel de cultura política donde no hay precipitación, sino que se genera un espacio para que las propuestas surjan", explicaba Paco Paraíso sobre el debate generado durante el día de reflexión.

La concentración de 7.000 personas el viernes en Málaga se redujo ayer a 400
"Se genera un espacio para que las propuestas surjan", dice un 'indignado'

A la concentración de Sevilla acudieron ciudadanos sorprendidos con la semilla que el movimiento del 15-M puede sembrar en la conciencia crítica colectiva: "Hay un desfase entre las expectativas de la sociedad y el gesto generosísimo de apertura y democracia de base para abrir espacios de participación y que las propuestas surjan", añadía Paraíso. A su lado, Raquel Romero destacaba el exquisito civismo de la organización: "Cualitativamente me ha dejado emocionada (...) Pautas de no alcohol ni tabaco rompen con el pasado", destacaba.

Más allá de eslóganes rebosantes de ingenio, el gran interrogante que se despejará estos días es ver cómo se van a encauzar esas propuestas, entre las que destacan la reforma de la ley electoral y el promulgar las listas abiertas. Los congregados retiraron todas las consignas relacionadas directamente con el voto tras la decisión de la Junta Electoral Central de prohibir los actos. La policía se mantuvo a gran distancia en previsión de unos disturbios que no se produjeron. En la asamblea del mediodía unas 300 personas discutían sobre la democracia directa, el capitalismo, la clase política y cómo vehicular su descontento: "Presentemos las decisiones en el Senado para que la clase política no tenga más remedio que pronunciarse sobre nuestras ideas", sugería un hombre megáfono en mano.

Los indignados tienen claro que esta protesta es de largo recorrido, que los cambios que exigen son estructurales y necesitan meses para cuajar. "La apropiación de las Setas [plaza de la Encarnación], una antena de flujos de capital internacional tiene una gran carga simbólica al haber sido ocupada inmediatamente tras su finalización", añadía Paraíso.

Tras el momento culminante que congregó el viernes a 7.000 personas en Málaga, ayer la intensidad bajó notablemente y se redujo a una concentración de 400 personas. Delante de la zona de acampada marcada con sombrillas y toldos junto a la fuente de La Gitanilla, una gran pancarta en el suelo advertía: "Nuestra intención no es influir en el resultado de las elecciones, sino fomentar un voto más reflexivo". Durante todo el día, muchos simpatizantes y curiosos se acercaron hasta los concentrados para expresarles sus muestras de apoyo. Los concentrados en Málaga advirtieron de que continuarán con su actividad después de la jornada electoral porque su propósito es "conseguir una democracia verdadera".

En Granada unas 2.000 personas volvieron a reunirse ayer en la plaza del Carmen, en la que durante toda la jornada se desarrollaron multitud de actividades y se dividió el trabajo, con más organización que los días previos. El mundo universitario granadino también hizo público su apoyo al movimiento, y además de los numerosos alumnos que participan, ayer fueron profesores y personas de administración y servicios, primero de Granada y después de otras universidades, los que se sumaron. Más de un millar, según informaron en un comunicado.

En Córdoba las concentraciones han aumentado esta semana con el paso de los días. A la asamblea de ayer asistieron 500 personas. Eduardo Moyano, director del IESA (Instituto de Estudios Sociales Avanzados), no estima que las cifras de participación del movimiento 15-M sean bajas en Córdoba. Considera este volumen "significativo para una ciudad del tamaño de Córdoba". Eso sí, reconoce que la movilización puede haberse visto menguada por varios factores. "Sectores de IU han podido frenar a personas por las elecciones, que de otra manera habrían acudido a la concentración. Por último, están en feria y eso no ayuda a la movilización", opinó Moyano.

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