Juguetes de muerte en el Estrecho
Los 'sin papeles' usan barcas de plástico por ser baratas y para burlar el SIVE
Volvieron a jugarse la vida. Salvamento Marítimo rescató ayer a seis hombres magrebíes sin documentación que intentaban cruzar el estrecho de Gibraltar en una barca de juguete. El goteo de expediciones que utilizan lanchas hinchables para la travesía no ha parado en todo el verano. Son baratas y los indocumentados creen que no las detecta el Sistema Integral de Vigilancia Exterior (SIVE), un complejo equipamiento de localización implantado en toda la costa andaluza. Sin embargo, el juego entre los 14 kilómetros que separan las dos orillas es a vida o muerte.
La pasada semana fueron rescatados 17 inmigrantes marroquíes sin documentación de tres embarcaciones hinchables. En lo que va de año han sumado 28. El pasado año fueron localizados más de medio centenar. Entre ellos, se encontraban seis niños magrebíes que cruzaron solos una de las zonas con más tránsito marítimo del mundo.
El sistema de vigilancia detecta el movimiento de un delfín Un hueco en una patera cuesta hasta 6.000 euros; una barca, menos de 50
La Guardia Civil y las asociaciones que trabajan con inmigrantes en Marruecos atribuyen el aumento de estos casos a la creencia de que las balsas no son detectadas por los radares. Además, la crisis también afecta al tráfico clandestino de inmigrantes sin documentación y esta travesía es tan arriesgada como barata.
Según los relatos de los inmigrantes detenidos al llegar a España, el bulo sobre la invisibilidad de las barcas de juguete al SIVE se ha extendido por el Norte de África. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Fuentes de la Guardia Civil afirman que "el SIVE detecta hasta los movimientos de un delfín".
"El sistema de vigilancia en la zona del Estrecho está basado en cámaras térmicas de visión y sofisticados radares que permiten localizar perfectamente este tipo de embarcaciones. Solo una avería o unas condiciones meteorológicas muy adversas podrían impedir la detección de balsas", aseguran las mismas fuentes.
También hay razones económicas. La crisis, según integrantes de la ONG Caminando Sin Fronteras, "ha encarecido el paso del Estrecho y solo unos pocos pueden pagar a las mafias para viajar en pateras". "En su mayoría, se trata de mujeres de origen subsahariano que, al llegar a España, pueden llegar a pagar a las mafias hasta 50.000 euros dedicándose a la prostitución", afirman las mismas fuentes. "El resto no tiene opción", aseguran.
Tampoco hay que descartar entre las razones para que aumente este tipo de travesías la mayor presión de las autoridades marroquíes sobre los patrones y los constructores de pateras, lo que reduce la oferta.
Ante la imposibilidad de poder pagar un hueco en una patera, los inmigrantes optan por buscar otros medios. Este tipo de embarcaciones, se puede adquirir en cualquier tienda y evita el contacto con las mafias de la inmigración.
Las barcas son de remo y tienen unos tres metros de longitud. "La fragilidad de estas balsas llega a ser insultante. Algunas de ellas son ridículas, similares a las que podemos usar en cualquier playa para pasear a los niños", asegura la Guardia Civil. Cuestan en cualquier supermercado de Tánger o Tetuán entre 200 y 500 dirhams (entre 20 y 50 euros). Por un hueco en una patera se paga entre 2.000 y 6.000 euros, según las condiciones del viaje y los intentos que incluya.
Los balseros del estrecho de Gibraltar, son personas jóvenes que, cansadas de deambular por el norte de Marruecos, llegan a Tánger con la única obsesión de llegar a Tarifa, una ciudad que se puede ver desde el mirador de la ciudad marroquí.
Al utilizar remos de plástico, los indocumentados tienen que obedecer a alguien que conozca las mareas para elegir el momento idóneo para zarpar e iniciar la travesía. Una información por la que, a veces, tienen que pagar.
Encarnación Márquez, de Algeciras Acoge, considera que "no hay que darle importancia al medio utilizado, sino al fondo, a por qué cruzan". "A eso no se le pone solución, de momento, por parte de los Gobiernos", afirma. La portavoz de Algeciras Acoge recuerda que, en otras ocasiones, los inmigrantes han cruzado desde la costa marroquí a bordo de hidropedales o llantas de camión.
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