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Guerrero da marcha atrás sobre el "fondo de reptiles"

Javier Martín-Arroyo

El ex director general de Trabajo, Javier Guerrero, afirmó ayer que usó la polémica expresión "fondo de reptiles" para referirse a un "fondo para apuros", sin intención de referirse al tradicional significado que implica el uso de comisiones ilegales procedentes de un fondo de dinero público. "Es un fondo de reptiles para crisis, con procedimiento distinto, una masa económica que teníamos que afrontar con empresas que necesitaban respirar", detalló Guerrero en su declaración ante la policía judicial el pasado 21 de diciembre sobre el fondo dotado con 647 millones que gestionó para la Consejería de Empleo.

Ayer, en un comunicado a los medios negó la mayor y pretendió suavizar una explosiva declaración que provocó su expulsión del partido y que la Junta precipitara el resultado de su investigación interna con 37 intrusos en los ERE.

El ex director general señaló que su gestión se realizó "con las cuentas fiscalizadas y auditadas y actuando siempre por delegación del consejero". Guerrero atacó a la prensa por destacar la polémica expresión: "No se puede ser tan ruin de medir mi gestión por una frase desafortunada", dijo. Guerrero resaltó que los prejubilados tuvieron el respaldo de empresas, sindicatos y Ayuntamientos. A continuación, subrayó que las ayudas "siempre se han concedido a título individual", tal y como insistió el consejero de Empleo, Manuel Recio, el pasado viernes. Esta tesis es opuesta a la de la Intervención General y la policía, que consideran que las ayudas deberían haber sido tramitadas como subvenciones excepcionales y pasar por el Consejo de Gobierno y ser publicadas en el BOJA.

"Ninguna trama"

En el comunicado, Guerrero matiza que no es partícipe de ninguna trama y que toda su gestión "se ha hecho de acuerdo con los instrumentos de gestión que me han otorgado", en referencia a las potestades que terceros le habían concedido. La policía le considera una pieza necesaria del engranaje de la trama desarticulada y que se benefició tras incluir personas en expedientes de regulación de empleo pese a que nuca trabajaron en las empresas.

El ex director general lamentó que esté sometido a un "brutal juicio paralelo" y rogó a los medios, los partidos y la Junta "que vean mi declaración firmada" en vez del informe policial sobre la declaración. Esta aclaraba su ilegalidad: "Es un tema absolutamente no regulado, tuvimos debates respecto de la regulación con ocho borradores de decreto, 10 borradores de órdenes (...) pero nunca se llegó a tramitar".

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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