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"Por el poder que me ha sido concedido, te perdono, pavo"

Obama cumple con la tradición de Acción de Gracias

Yolanda Monge

Puede que sea una de las ceremonias más tontas a las que tiene que asistir el presidente: el perdón al pavo de Thanksgiving (el Día de Acción de Gracias). Pero la prensa está presente y sienta bien desengrasar de vez en cuando. Con la crisis más grave vivida entre las dos Coreas desde el alto el fuego de 1953 como tema de discusión en la Situation Room de la Casa Blanca, el presidente de EE UU ha abandonado por un momento el gesto serio para practicar la mejor de sus carcajadas riéndose de sus propias bromas.

"Sienta bien poder evitar que alguien se libre de una buena paliza este noviembre", ha dicho Obama, con una sonrisa, en referencia al revolcón que sufrió su partido en las urnas el pasado día 2. "Por el poder que me ha sido concedido, yo te perdono", ha bromeado el presidente. Al lado, sus hijas Sasha y Malia. Ya es oficial: Apple -y Cider como repuesto en caso de que algo le suceda a Apple- no será cocinado y servido como cena en ningún hogar norteamericano esta noche en la celebración del Día de Acción de Gracias.

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Obama al pavo de turno: "Yo te perdono"

Ambas aves proceden de una granja de California y no acabarán sus días al sol de Florida en Disneylandia. Apple y Cider -21 semanas; 20 kilos- estarán hasta que mueran en Mount Vermont (Virginia), el que fue hogar del primer presidente de la nación: George Washington.

Desde hace años, la Casa Blanca escenifica esta tradición. Pero los orígenes no están muy claros. Parece ser que todo empezó con Harry Truman en 1947. Está documentado que la Federación Nacional del Pavo le regaló el ave al presidente, pero no existe prueba gráfica de lo que luego se hizo con él, si acabó correteando por una granja o en los estómagos de la familia presidencial.

Los expertos en el tema, que los hay, hablan de que ya en tiempos de Abraham Lincoln le fue perdonada la vida a uno de estos animales; está certificado que fue Kennedy el primer mandatario en evitar el cuchillo en el cuello de uno de ellos en 1963; pero fue un Bush, el padre, quien en 1989 instauró la tradición del indulto con ceremonia de perdón incluida y posterior viaje a Disneylandia. Bill Clinton y Bush hijo le siguieron los pasos. Y ahora le toca a Obama.

Barack Obama, en el momento del indulto en la Casa Blanca, con sus hijas Sasha y Malia.
Barack Obama, en el momento del indulto en la Casa Blanca, con sus hijas Sasha y Malia.EFE

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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