Puñetazo y fuga de Naomi Campbell en Nueva York
La modelo agredió a su chófer y escapó antes de que llegara la policía, que la busca para que declare
Que una vez ya fuera condenada a una semana de servicios comunitarios fregando suelos y limpiando retretes en un garaje de Nueva York, no parece haber hecho mella en la conducta agresiva de la supermodelo Naomi Campbell. Siguiendo el relato hecho a la policía por el chófer, de 27 años, que el pasado martes conducía a la británica desde su hotel en Manhattan a unos estudios de televisión en Queens, Campbell le atacó por la espalda, lo que provocó que se golpeara la cara con el volante y se hiciera un hematoma debajo del ojo derecho. Cuando el sorprendido y magullado chófer salió del vehículo para reclamar la ayuda de un agente de policía que regulaba el tráfico en las calles de Nueva York, la modelo se dio a la fuga.
No es probable que se presenten cargos contra Campbell porque no existen testigos. Pero pase lo que pase, de lo que ayer se hacían eco los medios de comunicación en EE UU era, una vez más, del mal carácter de la diosa de ébano. La modelo no ha hablado con la policía pero sí lo ha hecho su agente, Jeff Raymond, que ayer aseguraba que Campbell colaboraría en la investigación de lo ocurrido, pero que no se debían "anticipar conclusiones". "Naomi cooperará", dijo Raymond, quien añadió que "la historia es más complicada de lo que se ve a simple vista".
A punto de cumplir 40 años en un par de meses, la polémica Campbell no sólo ha dado titulares como una de las más grandes y bellas modelos de todos los tiempos. En el pasado, la británica ha afrontado demandas que han incluido acusaciones por agresión. En 2007, se declaró culpable de haber golpeado con un teléfono móvil a su asistente personal debido a una riña por unos pantalones vaqueros que no aparecían. En referencia a ese asalto y el revuelo que generó, Campbell aprovechó para quitar hierro al asunto y bromeó luciendo una camiseta que decía: "Naomi hit me... and I loved it" (Naomi me golpeó... y me gustó).
No fue ésa la única vez que Campbell aceptó prestar sus malas pulgas al humor, ya que tuvo una participación en la serie Ugly Betty, donde en una escena en la que está jugando al béisbol su teléfono móvil comienza a sonar... Cuando se dispone a sacarlo, el público se agacha temeroso de la reacción de Campbell.
En 2008 admitió haber perdido los papeles cuando en un ataque de rabia pateó e insultó a un policía del aeropuerto de Heathrow tras no llegar a destino una de sus maletas. Fue entonces cuando fregó suelos y limpio servicios como castigo. El mes pasado, Campbell confesaba en la cadena CNN que había estado en terapia para controlar su temperamento. "Todo el mundo tiene sus demonios", dijo la modelo. Quizá habló demasiado pronto.
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