"Los monólogos son una gran escuela de humor"
Whitney Cummings (Washington, 1982) se ha convertido en una de las protagonistas del otoño televisivo estadounidense al colocar dos comedias que llevan su firma en el competitivo prime time de las cadenas en abierto. En un género en continua evolución y que mira de reojo el empuje y prestigio que rodea a los dramas, Cummings ha recurrido a su experiencia como monologuista y ha apostado por recuperar el estilo de las comedias que triunfaban en la década de los ochenta y noventa, rodadas en plató y con risas enlatadas, en 2 broke girls y Whitney.
"Los monólogos son una gran escuela de humor y me han ayudado a saber cómo se construyen los gags. Con Whitney he tenido además la oportunidad de demostrar que una mujer puede ser sexy, femenina y graciosa. Antes tenías que elegir entre ser graciosa o sexy. Ahora puedes ser las dos", cuenta Cumming en una entrevista telefónica. Al igual que hizo Tina Fey hace unos años con 30 rock, Cummings ha materializado en sus dos producciones su salto desde los monólogos humorísticos, origen de su carrera, hasta la comedia que se hace en televisión.
En Whitney, Cummings compagina las labores de productora, guionista y protagonista. La serie, que mañana (21.30) se estrena en España a través de Paramount Comedy (dial 23 de Canal +), se centra en el día a día de una pareja de treintañeros que viven juntos desde hace años sin estar casados y que tienen como principal preocupación que la rutina y el miedo al compromiso no terminen con su relación. "Cuando convives con alguien, no estás ni soltera ni estás casada, vives en una situación intermedia que da pie a muchas de las situaciones que he vivido yo y que he intentado reflejar en la serie", explica Cummings.
2 chicas sin blanca la otra serie que lleva la firma de Cummings esta temporada, llegó a España en octubre de la mano de TNT (dial 24 de Canal +). Es una fórmula poco innovadora salpicada de humor grueso que, sin embargo, se ha convertido en uno de los éxitos de audiencia de la temporada estadounidense, al situarse por encima de los 12 millones de espectadores en cada capítulo. Al contrario de lo que ocurre en Whitney, Cummings solo estuvo involucrada en la fase de la preproducción: alumbró 2 chicas sin blanca junto a Michael Patrick King (guionista y director de Sexo en Nueva York) y ahora ya solo la sigue "como una espectadora más", asegura.
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