El iPad debuta en Estados Unidos

El iPad irrumpió ayer de lleno en el mercado norteamericano ante la expectación de miles de compradores, que hicieron cola durante horas a las puertas de las tiendas de Apple en Estados Unidos. Tenían la esperanza de ser los primeros en hacerse con esta nueva tableta multimedia, llamada por sus creadores a revolucionar la forma en que se consume información y contenido audiovisual. Hasta finales de abril no llegará a España.

En EE UU muchos compradores durmieron a la intemperie, como Jacob Wellinghoff, de 17 años. Con un saco de dormir y una mochila, se pasó la madrugada del viernes al sábado a las puertas de la tienda Apple de Bethesda, en las afueras de Washington. "Ya tengo iPhone, un iPod Nano, un Macbook Pro y otros dos ordenadores, todos de Apple", explicaba. "Quiero comprar el iPad hoy, para tenerlo en las manos cuanto antes. No puedo esperar".

Reproduce textos, fotos y vídeos; el más barato cuesta 370 euros

Este fin de semana se calcula que se venderán 300.000 unidades

Como Jacob, otras 200 personas esperaban mientras los empleados de Apple les regalaban café y les informaban sobre las características y el precio del nuevo dispositivo. Durante las 10 semanas que han transcurrido desde el anuncio de la comercialización del iPad, algunos analistas han puesto en duda el hecho de que Apple pueda obtener un éxito con un nuevo producto que crea una categoría en sí misma, entre un reproductor de bolsillo y un ordenador portátil.

A juzgar por sus primeras horas en el mercado, y a falta de datos oficiales de Apple, es posible que sea un éxito. En Washington, la versión más barata se agotó en media hora. Por la tarde, Apple repuso existencias. La consultora Pipper Jaffray calcula que antes del lunes se habrán vendido hasta unas 300.000 unidades.

EL PAÍS pudo obtener el modelo de 32 gigas, por un precio de 599 dólares (440 euros). El dispositivo es cómodo para la lectura de libros y logra una adecuada integración de contenido multimedia (textos, vídeos, fotos) en las páginas de los diarios generalistas, como el Wall Street Journal. Permite reproducir con notable calidad películas, tanto almacenadas en iTunes como alojadas en páginas web, siendo una alternativa creíble a la piratería. Entre los principales defectos están sus 680 gramos, un peso que haría incómodo el visionado de una película completa con él en la mano, y la falta de una cámara para videoconferencia.

A las nueve en punto de la mañana (tres de la tarde en la España peninsular), después de horas de espera, los empleados de Apple descorrieron las cortinas negras que cubrían el escaparate, desvelando los iPads . A los primeros compradores en entrar en la tienda les aplaudían y les chocaban las manos. Les hacían sentirse privilegiados, unos elegidos que iban a gastarse, como mínimo, 500 dólares (370 euros), el precio más bajo del dispositivo.

Martha Gaffney, de 44 años, esperó sentada en una silla plegable con su hijo Nicholas, de 11, desde las siete de la mañana. "Es su cumpleaños", explicaba. "Y este es su regalo. Se lo voy a comprar porque es un niño al que le gusta mucho leer, y creo que este dispositivo es estupendo para él". La madre mataba el tiempo leyendo un libro en un lector Kindle de Amazon. "Me lo compré en navidades y de momento no hay iPad para mí, porque lo usaría sobre todo para leer".

El mismo uso le dará el consultor Cliff Balkana, de 60 años, que esperaba en la cola con un diario y un libro bajo el brazo. Este hombre está suscrito a cinco revistas y a un diario en papel y compró el iPad para poder tener todos esos contenidos en una sola pantalla, sin tener que renunciar a la comodidad de poder leerlos en una de tamaño aceptable. Usuarios como él pueden ser los que revitalicen la industria de los medios de comunicación.

"Me gusta que la información que leo haya pasado por una mesa de edición. Me gusta el criterio editorial, algo que creo que se ha perdido en Internet", explica. "Con el iPad es posible disfrutar de los aspectos más beneficiosos de la red, de las actualizaciones instantáneas y la portabilidad, sin renunciar a esa calidad. Creo que es un paso natural en la industria".