Twitter ya es rentable
Google y Microsoft pagarán cada año 17,5 millones por datos de la red social
Cuando todavía no ha cumplido cuatro años de vida, el servicio de microblogging Twitter (que permite publicar y compartir mensajes de hasta 140 caracteres) ha logrado ser rentable gracias a un acuerdo que ha alcanzado con Google y Microsoft y que permitirá a los buscadores de ambas compañías ofrecer entre sus resultados información extraída de la red social a cambio de 17,5 millones de euros anuales.
El acuerdo fue anunciado el pasado mes de octubre, pero hasta ahora no se han conocido los términos económicos del mismo tras ser publicados en la revista especializada Business Week, que asegura que el dinero aportado por ambas compañías cubre el 100% de los costes de mantenimiento del servicio.
Con el acuerdo, la compañía evita depender de la publicidad
El buscador Bing ya representa el 10% del mercado estadounidense
En su momento, Google, a través de su blog oficial, justificó el acuerdo en la necesidad de sus usuarios de obtener resultados en tiempo real. Para ello, contar con los contenidos de Twitter es imprescindible ya que la red social tiene 58 millones de usuarios mensuales en todo el mundo, según los datos que ofrece la firma especializada ComScore.
Hasta ahora Twitter había sobrevivido gracias a las inversiones de sociedades de capital riesgo, según relató uno de los fundadores de la compañía, Jack Dorsey, en una entrevista en EL PAÍS el pasado mes de marzo.
A lo largo de 2009, sus gestores han comenzado a plantear nuevas vías de financiación dado que, casi desde el principio, Twitter renunció a la publicidad como sustento ante el rechazo de sus usuarios y, sobre todo, porque difícilmente podría cubrir ni una pequeña parte de sus necesidades. Sin embargo, una vez conseguida una gran masa de fervientes seguidores, la compañía modificó el pasado septiembre sus términos de uso y abrió la puerta a la inclusión de anuncios.
Las previsiones indican que en 2010 el sector publicitario continuará de capa caída salvo en Internet, donde está previsto que experimente un crecimiento de la inversión superior al 8%, según el estudio Zenthinela que se publicó la semana pasada. Otro informe dado a conocer en septiembre, esta vez de la consultora PricewaterhouseCoopers, situó a la publicidad en la Red por encima incluso de la televisiva en Reino Unido.
Sin embargo, los anunciantes están lejos de garantizar la viabilidad de muchos de los grandes proyectos en Internet. Por eso la trascendencia del acuerdo de Twitter con Google y Microsoft estriba en que los dos gigantes han aceptado pagar por incluir en el índice los contenidos de terceros, algo a lo que se habían negado hasta ahora.
O al menos Google, porque Microsoft y el magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch negocian un acuerdo en virtud del cual el buscador del gigante de Redmond, Bing, tendría la exclusiva sobre los contenidos de las cabeceras propiedad del holding News Corp, tal y como aseguró el propio Murdoch hace poco más de un mes. El buscador de Microsoft, Bing, fue lanzado al mercado el pasado mayo y supera ya el 10% de cuota de mercado en Estados Unidos.
El empresario británico ha reiterado en múltiples ocasiones su intención de hacer de pago todos sus medios online.
De esta manera, y si el acuerdo se hace efectivo, las páginas web de Robert Murdoch (desde The Wall Street Journal hasta MySpace pasando por Sky News) podrían perder muchas de las visitas que proporciona Google, cuyo buscador domina de forma abrumadora el mercado mundial, pero, a cambio, recibirían una suculenta suma de dinero de Microsoft quien, por su parte, contaría con material exclusivo con el que tratar de recortar la distancia que le separa a Bing de su gran rival.
Google, que en un principio renegó de la decisión del magnate Murdoch, anunció poco después que implementará una funcionalidad nueva en su buscador que permitirá a los editores que así lo deseen obligar a los usuarios que utilicen su servicio Google News a pagar una cantidad aún sin fijar cuando consulten más de cinco informaciones de un determinado medio.
En este contexto, la guerra a tres bandas está servida. Por un lado, los editores y administradores de páginas web que buscan cómo sacar beneficios de sus negocios online; por otro, la de los buscadores, quienes sin contenidos que referenciar y ofrecer perderían parte de su relevancia y, por último, la posición de los usuarios, que podrían tener que cambiar sus hábitos de navegación en los próximos meses si iniciativas como la de Murdoch triunfan y se extienden a otros medios.
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