José Alencar, el empresario que llevó a Lula al poder
Fue vicepresidente durante los siete años del Gobierno del exsindicalista
José Alencar, uno de los más importantes empresarios de Brasil, dos veces vicepresidente de la República, falleció la tarde de ayer en São Paulo tras haber luchado con perseverancia y coraje durante 15 años contra un rosario de cánceres. Fue el fautor principal de que el exsindicalista Luiz Inácio Lula da Silva se alzara con la presidencia del país en 2003, al asegurarle la confianza del empresariado.
Crítico siempre con la política económica del Gobierno de Lula, se opuso de forma acérrima a que Brasil tuviera los intereses más altos de los países en desarrollo. A pesar de las diferencias políticas entre el vicepresidente de la confederación empresarial y el dirigente sindical ambos eran, más que amigos personales, casi hermanos. En 2002, ambos sellaron el pacto con el que trifunfarían en las urnas: Lula, como candidato a la presidencia, Alencar a la vicepresidencia.
Además de vicepresidente durante sus dos Gobiernos y pieza determinante para la elección de su sucesora, Dilma Rousseff, Alencar fue también ministro de Defensa y un político amado por la opinión pública por su franqueza al decir siempre lo que pensaba y por su tenaz lucha contra el cáncer, que fue atacando uno a uno sus principales órganos vitales.
Tan conocida era su animadversión a los altos tipos de interés defendidos por los diversos ministros de Economía de Lula, que este llegaba a bromear con ella. En una de las últimas operaciones, el entonces presidente Lula, que estaba siempre a su lado, comentó: "Seguro que Alencar, nada más despertarse de la anestesia, empezará su catilinaria contra los intereses altos".
Empresario de fibra, consiguió levantar el imperio de Cotominas, la mayor empresa de tejidos del país, empezando de la nada. A los siete años trabajaba en una tienda de su padre. A los 15, dejó la familia y fue a trabajar de vendedor en una tienda de tejidos de la ciudad. A los 18, abrió su propio negocio; a los 35 años creó, junto con el empresario y diputado Luiz de Paula Ferreira, la actual empresa de Cotominas.
La política le tentó cuando era un empresario de éxito. Intentó en vano conquistar el Gobierno de Minas Gerais en 1994, pero en 1998 fue elegido senador con tres millones de votos.
Lula puso los ojos en él y le pidió que se presentara con él como vicepresidente en las elecciones de 2002. El empresariado leyó aquel gesto como la conversión del exsindicalista al neoliberalismo económico y le dieron su visto bueno. Desde entoces, Lula y Alencar fueron como dos hermanos a pesar de las divergencias políticas en materia económica. La última espina del empresario minero fue el no haber podido asistir a la toma de posesión de la sucesora de Lula, Rousseff. Los médicos no se lo permitieron por motivos de salud. Estaba ya hospitalizado, librando la última batalla contra el cáncer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.