Tras el rastro del pop de guitarras perfecto

En 22 canciones han resumido Cosecha Roja sus casi once años de carrera en busca del pop guitarrero perfecto. Y lo han materializado, discográfica vasca Hanky Panky mediante, en el cedé Un par de cosas, que recoge la producción de la banda del orensano Carlos Rego entre 1991 y 2000. "Siempre nos preocupamos de grabar algo", recuerda Rego, compositor y guitarra rítmica, "de dejar rastro de lo que hacíamos en cada momento". De sus cuatro elepés, un epé y dos singles han rescatado ese "otro rock clásico" facturado en los 90 y que les valió los respetos de la crítica especializada.

"En mis grupos anteriores, como Viernes y los Robinsones", recuerda Rego, "hacíamos rocanrol clásico, con toques de rockabilly y de los Cramps. Cuando montamos Cosecha Roja, nos decidimos por otro rock clásico, eléctrico aunque menos estridente". Fue cuando preparaban lo que, en 1993, se convirtió en su primer disco, Nuevos Caminos. El líder de una Cosecha Roja (homenaje a Dashiell Hammet) en la que Áser Álvarez golpeaba la batería, Antonio Rodríguez se encargaba del bajo y Javier Doforno de la guitarra solista menciona a The Velvet Underground, los Yo La Tengo iniciales o Buffalo Tom. "La crítica, sin embargo, siempre nos relacionó con contemporáneos españoles como Los Enemigos".

La amargura que supuso contar con aplauso crítico -en la revista Ruta 66 eran venerados; el propio Rego escribe ahora en sus páginas- pero con la indiferencia de las discográficas los llevó a metamorfosearse en Burgas Beat. Sólo hace unos meses regresaron a las tablas. La ocasión, el aniversario de su tienda de discos orensana de cabecera. La organización del festival Xiriapop, de Carballo, se enteró y les ofrecieron otra fecha. "Así se completó la carambola", relata Carlos Rego.

Su futuro inmediato como Cosecha Roja pasa, mañana en Santiago, por participar en The Beatles: Re-volver, concierto homenaje a los de Liverpool. El 21 de noviembre pondrán de largo Un par de cosas en casa: café Auriense, Ourense.