La Xunta empieza a regular la Red Natura fuera del plazo dado por la UE

Seis años y tres Gobiernos de distinto color político no han sido suficientes para que la Xunta tenga listo su plan de conservación de los espacios protegidos, y Galicia se arriesga a una sanción de la Unión Europea. El pasado diciembre expiró el plazo de seis años que la Comisión Europea concedió a los países miembros para acometer la regulación, una vez que concluyó la lista de zonas incluidas en la Red Natura. Con dos meses de retraso, el Gobierno gallego aprobó ayer un informe de la Consellería de Medio Rural que supone el paso previo al plan director que pretende aprobar "con el consenso" de partidos políticos y organizaciones ecologistas.

El documento, que está todavía en pañales, distingue tres áreas y relaja la protección de los espacios con núcleos rurales. Según explicó ayer el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, se trata de hacer compatible "la protección de espacios naturales con el desarrollo socioeconómico de áreas que cuentan con asentamientos de población". El presidente abogó por no dar un mismo tratamiento a todo el territorio protegido, 389.565,9 hectáreas, sumadas la superficie de los 59 lugares de importancia comunitaria, y de las 16 zonas de especial protección de aves. El titular de la Xunta dijo, no obstante, que no cabe el mismo trato para todas las zonas porque "no son entidades uniformes" y por tanto "no precisan de la misma protección". Ni el presidente ni la consellería de Medio Rural avanzaron cómo se repartirán los distintos espacios ni qué prácticas amparará la Zona 3 o área de uso general, donde hay asentamientos y núcleos rurales y la Xunta permitirá edificar determinadas infraestructuras. El jefe del Ejecutivo hizo hincapié en que en estos últimos territorios la acción humana "fue clave en la configuración de los paisajes culturales que albergan una singular biosiversidad".

El plan director alude a proyectos de conservación pero no amplía espacios

La delimitación de un espacio como Red Natural no ha impedido durante los últimos años que en Galicia proliferen dentro de esos parajes desde parques industriales a molinos de viento pasando por piscifactorías. De lo que se trata ahora, aclararon ayer fuentes de la Xunta, es de que determinados usos estén regulados dentro del plan director y que por tanto se establezca un marco general que obligue a la Xunta a autorizar excepciones caso por caso.

El documento, para que el que no hay fecha prevista y que la Xunta quiere sacar con el mayor consenso, alude solo a la conservación de estos espacios sin plantear una ampliación de la Red. No obstante, el presidente gallego aseguró que su gabinete está dispuesto a seguir incorporando lugares de interés comunitario y zonas de especial protección de aves en el futuro. Galicia, con un 11,7% de su territorio protegido, está todavía muy lejos de la media española (24,5%). En noviembre pasado, el director general de Conservación da Natureza, Ricardo García Borregón avanzó una propuesta de ampliación de la Red Natura en un 40% con 22 nuevos lugares de interés comunitario. Todavía no hay fecha.