La Fiscalía rastrea el 'lavado' de 160 millones procedentes del narcotráfico
Al menos seis clanes radicados en Pontevedra están en el punto de mira
Tres fiscales especializados en la represión del tráfico de drogas y de delitos informáticos y económicos llevan dos años investigando en Pontevedra las fortunas de presuntos narcotraficantes. Fue la Agencia Tributaria la que alertó a la Fiscalía de que, a partir de inspecciones rutinarias, habían detectado patrimonios no declarados o a nombre de terceros que no se corresponden con las rentas declaradas al fisco. El valor de las propiedades y cuentas bancarias investigadas hasta ahora superan los 160 millones de euros, enormes cantidades ya blanqueadas y que están a nombre de sociedades, familiares directos o testaferros, dando cobertura legal a los narcotraficantes. Siguiendo el rastro del dinero, también han aparecido depósitos bancarios en Luxemburgo, Alemania y Reino Unido, aunque las investigaciones no pretenden llegar a ningún paraíso fiscal.
"El dinero tiene ahora escondites muy sofisticados y difíciles de detectar"
El tráfico de drogas mueve anualmente billones de euros en el mundo. Blanquear este dinero negro se ha convertido en otra práctica criminal que requiere mecanismos societarios y financieros muy sofisticados para ocultar a sus verdaderos dueños. Cuanto más complejas sean estas técnicas, más difícil lo tendrán los investigadores para seguir el rastro del dinero y llegar hasta los capos de las organizaciones.
En Pontevedra, los procedimientos judiciales abiertos sobre clanes del narcotráfico radicados en la provincia son seis y se instruyen bajo secreto de sumario. En casi todos ellos, la mecánica de blanqueo es similar. Compra de terrenos, chalés y negocios, principalmente del ramo de la hostelería y tiendas de ropa, que funcionan como tapaderas legales. Sólo una de las propiedades investigadas está valorada en seis millones de euros.
El fiscal de delitos económicos, Augusto Santaló, considera "larga y compleja" la tarea de esclarecer esos "patrimonios escandalosos"."Son patrimonios escandalosos que están amparados por diversas sociedades con actividad y que en algunos casos se multiplican como hongos", afirma el fiscal Augusto Santaló. "Es una tarea larga y compleja porque el dinero tiene ahora nuevos escondites, muy sofisticados y difíciles de detectar; ya no están a nombre de una colombiana, como algunos hacían antes", añade Santaló.
También se han comprobado otros recursos más pedestres. El 27 de mayo de 2005 aparecieron dos cadáveres abandonados en una cuneta forestal de Silleda. Uno era el de Víctor Manuel González Silva, apodado El Gorrión, y el otro, el de su compinche Santiago Mondragón Paz. Los investigadores tuvieron claro desde el primer momento que estaban ante un ajuste de cuentas por narcotráfico.
El Gorrión, que contaba con un amplio historial, estaba siendo investigado, no sólo por tráfico de drogas, sino por el entramado familiar que había creado para ocultar la fortuna que manejaba. Tras su trágica muerte y tirando del hilo de su patrimonio, la policía halló por fin el que se cree fue el móvil del doble crimen: 1,5 millones de euros escondidos en el garaje de un edificio de Vilagarcía cuando éste fue embargado.
Los padres y otros familiares se enfrentan a un juicio por blanquear las ganancias que generó el Gorrión con la venta de estupefacientes. La Fiscalía detectó a su nombre operaciones a través del Banco de Inversiones por importe de 600.000 euros que generaron unos beneficios de más de 230.000. También ambos progenitores realizaron adquisiciones de valores y transmisiones por importe de 40.000 euros y declararon que todo el dinero invertido lo habían obtenido con premios de lotería.
Import, SL y Vilaboa Import eran sus dos empresas tapadera para blanquear dinero. Entre los bienes embargados en ellas, nueve coches, dos pisos y cuatro plazas de garaje en Vilagarcía, un patrimonio cuya procedencia no pudieron justificar.
En total hay más de 50 empresas sospechosas de blanquear dinero. Las investigaciones se están llevando desde la Fiscalía y los juzgados competentes de forma muy reservada y se centran en propiedades inmobiliarias, negocios y depósitos bancarios. Los testaferros de estos patrimonios fueron los que pusieron en guardia a la Agencia Tributaria cuando sus inspectores comprobaron el enorme desfase que existía entre lo que declaraban a Hacienda y lo que aparecía a su nombre en los catastros, registros de la propiedad, sociedades y constructoras. Estas personas invirtieron en inmuebles, algunos sin terminar, y uno de ellos, por ejemplo, es un jubilado.
El fiscal de delitos económicos cree que se está abriendo un frente sin precedentes para neutralizar los métodos para blanquear dinero negro que han estado utilizando los narcotraficantes gallegos.
Hasta ahora, estos delitos económicos se derivaban de macrosumarios sobre organizaciones supranacionales, competencia de la Audiencia Nacional. Pero en estos procedimientos, la Fiscalía no sólo se ha centrado en presuntos fraudes fiscales cometidos en la provincia de Pontevedra, sino además en grupos reducidos para facilitar la investigación y asegurar los embargos.
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