El juez aprueba la liquidación del grupo textil Sáez Merino

El grupo Sáez Merino, creador entre otras marcas de Lois, ya es prácticamente historia. El juzgado de lo mercantil número 2 de Valencia resolvió el martes el inicio del proceso de liquidación de las cuatro empresas que lo integran, informó ayer el Tribunal Superior de Justicia valenciano. El juez decretó la suspensión de las facultades de administración y disposición las sociedades sobre su patrimonio; la disolución de las mercantiles, y el cese de los administradores, que serán sustituidos por la administración concursal.

Hablando en plata: salvo sorpresa mayúscula al grupo en el que nacieron las también muy populares marcas de vaqueros Cimarrón y Caroche, sólo le queda valorar todo su patrimonio, venderlo, y tratar de cubrir con ello sus deudas. Los sindicatos, que tenían previsto hoy reunirse con el juez justamente para pedirle que acelerase el proceso de liquidación, volvieron a reclamar que el dinero que se obtenga se destine a pagar lo acordado en los dos últimos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) aprobados por el grupo.

La administración concursal cuenta con 15 días para presentar el plan de liquidación de las empresas: General Garments SA, Sáez Merino, SA Unipersonal, Saez Merino Textile, SA Unipersonal, y Sáez Merino Sewing, SA. Unipersonal. La resolución del juzgado incluye la declaración del vencimiento anticipado de los créditos concursales aplazados, y la conversión en dinero de aquellos que consistan en otras prestaciones.

La decadencia del grupo se hizo evidente en 2004. Aquel año declaró pérdidas y planteó el primer expediente de empleo, que afectó a 541 trabajadores. Al primer ERE siguieron otros. Después del que presentó en abril, Sáez Merino, que llegó a tener 1.500 trabajadores y varias fábricas en las comunidades valenciana y castellano-manchega, redujo su plantilla a 350 empleados. Su deuda, acumulada en los últimos cuatro años, ronda los 100 millones de euros.