El consejero de Sanidad apunta que se van a prorrogar los presupuestos
Luis Rosado, consejero de Sanidad, tiró ayer un jarro de agua fría sobre los representantes de la Plataforma de Proveedores de la Sanidad Pública Valenciana cuando les explicó que a falta de Presupuestos Generales del Estado para 2012, el Consell prorrogará los Presupuestos de la Generalitat aprobados el año pasado, unas previsiones de gasto claramente insuficientes para cubrir las facturas de los hospitales y centros de salud, según vienen denunciando desde hace meses los pequeños proveedores de productos sanitarios.
La prórroga de los presupuestos supone la congelación de todas las partidas de inversión y de cualquier transferencia de capital. Y responde a una estrategia compartida por diversos dirigentes autonómicos del PP, que ya han sugerido que se limitarán a prorrogar los presupuestos vigentes hasta que el Congreso apruebe las previsiones de gasto del Estado para 2012.
Los futuros presupuestos del Estado tendrán que ser aprobados por el Congreso de los Diputados que se constituya después de las elecciones generales convocadas el 20 de noviembre. Los presupuestos del futuro Gobierno podrían aprobarse en torno a marzo de 2012.
Jorge Alarte, secretario general de los socialistas valencianos, alertó por la mañana sobre la tentación del Consell de prorrogar los presupuestos para evitar expresar en cifras su verdadera política antes de las elecciones generales. Alarte aludió a "una acción concertada de todos los presidentes autonómicos del PP" y añadió: "Alberto Fabra no quiere presentar los presupuestos de 2012 porque quiere esconder en la campaña electoral de las generales su auténtica política, quiere esconder unos presupuestos en los que va a hacer cosas muy distintas de las que dice a diario, está mintiendo cuando habla de 'no al copago', de no subir las tasas y de que no van a recortar en Educación y Sanidad. Ya están recortando".
Luis Rosado, consejero de Sanidad, recibió en la consejería a los representantes de la Plataforma de Proveedores de la Sanidad Pública Valenciana, pero el encuentro resultó "un auténtico fiasco", en palabras de Vicente Peiró, portavoz de los pequeños proveedores.
La plataforma agrupa a 33 empresas que sirven todo tipo de productos de uso diario a hospitales y centros de salud de toda la Comunidad Valenciana, desde batas y gasas hasta prótesis cardiacas. Los socios de la plataforma reclaman en torno a 100 millones de euros en facturas impagadas desde 2009.
Peiró explicó cómo la Consejería de Sanidad solicitó a la plataforma la relación completa de socios para estimar las cantidades que les adeudan. Según los responsables de la consejería, la deuda conjunta de los 33 miembros de la plataforma ronda los 24 millones de euros.
El calibre del desencuentro provocó el aplazamiento de la reunión hasta el próximo viernes para que ambas partes revisen con detalle los números.
Facturas en el cajón
"No sé si es que guardan facturas en los cajones y ni siquiera las han contabilizado, pero sobre una deuda de 100 millones, una diferencia de 75 es excesiva", comentó Vicente Peiró.
Los proveedores solicitaron la presencia de representantes del Instituto Valenciano de Finanzas o de la Consejería de Hacienda en la reunión para intentar lograr algún tipo de acuerdo, realmente respaldado por la Generalitat, que les permita anticipar el cobro de las facturas pendientes aun a costa de asumir los costes financieros que puedan cargarles las entidades financieras que acepten las operaciones. Pero se encontraron exclusivamente con tres representantes de la Consejería de Sanidad.
Los pequeños proveedores constituyen una red capilar capaz de atender las necesidades de los centros de salud con una eficiencia que no puede ofrecer ninguna gran multinacional. Pero las deudas que arrastran desde hace casi tres años están a punto de ahogar a muchos de ellos. Peiró apuntó que dos socios han solicitado ya el preconcurso de acreedores y otros tantos se han visto obligados a recortar personal porque no pueden asumir más gastos. Desde su constitución en marzo, los pequeños proveedores han amagado con un corte de suministro que nunca han llegado a materializar.
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