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La Universitat y la Politécnica se quedan sin campus de excelencia

La división entre ambas instituciones las saca de la carreraUniversitat y Politécnica se presentaron juntas sin conocer el proyecto de la otra

Ignacio Zafra

La Universitat de València y la Universidad Politécnica de Valencia se quedaron ayer fuera de la fase decisiva del Campus de Excelencia Internacional, el programa con el que el Gobierno pretende situar a un grupo de centros españoles entre los mejores de Europa. La decisión del Ministerio de Educación, basada en la opinión de una comisión internacional de expertos, sitúa a las dos grandes universidades valencianas (que acudían, al menos sobre el papel, con un proyecto asociado) en el tercer y último escalón del programa. No se les concede la etiqueta de Campus de Excelencia Internacional. Ni tampoco la de Campus de Excelencia de ámbito regional. Reciben la calificación de "proyecto prometedor", y se les anima a esforzarse para alcanzar el nivel requerido en la convocatoria de 2010.

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A las universidades valencianas se les conceden con ese objetivo ocho millones de euros (para las dos). Lejos de los 21 millones que recibirán los dos proyectos mejor calificados, que eran precisamente los otros dos proyectos asociados a concurso: el de la Universitat de Barcelona con la Politécnica de Cataluña, por un lado; y el de la Complutense de Madrid con la Politécnica de Madrid, por otro.

El rector de la Politécnica de Valencia, Juan Juliá, lo consideró una prueba de que a los "valencianos y a los de provincias en general, si no eres catalán, no nos va muy bien en Madrid". El de la Universitat, Francisco Tomás, manifestó su "decepción".

Una lectura a fondo del resultado revela, sin embargo, el fracaso del débil intento de convergencia de las dos universidades públicas de Valencia, que no han sido capaces de presentar un proyecto trabado y coherente, a pesar del ofrecimiento que ya en verano hizo la Universitat.

"Si hubiéramos hecho los deberes como los teníamos que hacer, seríamos el tercer campus de excelencia de España. La Autónoma de Barcelona y la Politécnica de Cataluña han presentado un único proyecto, y están los primeros. La Complutense y la Politécnica han presentado un único proyecto, y están los segundos. Nosotros hemos presentado dos proyectos independientes con la pinza de un convenio, y así nos ha ido. Si alguien no sabe leer un mensaje tan contundente... ", señaló una fuente universitaria.

6El programa de Campus de Excelencia Internacional (CEI) tiene como objetivo principal lograr agrupaciones estratégicas entre universidades y centros de investigación públicos y privados españoles. Y la voluntad manifestada por el Gobierno respecto al caso valenciano fue clara desde la primera convocatoria: seleccionó el proyecto de CEI de la Universitat y aconsejó la agregación al mismo de la Politécnica. Un mensaje que envió también a la Autónoma de Barcelona y a la Politécnica de Cataluña y, por lo visto ayer, a la Complutense y a la Politécnica de Madrid.

Pero la convergencia valenciana empezó a naufragar desde el principio. O incluso antes, porque ya en verano, la Universitat propuso a la Politécnica de Valencia ir juntas a la convocatoria con un proyecto conjunto. La Politécnica declinó la invitación. Y cuando la unión fue impulsada ya con fuerza desde el Ministerio de Educación, el rector Juan Juliá consideró una "humillación" que su universidad fuera obligada a integrarse en el proyecto de la Universitat.

El rector de la Politécnica no escatimó críticas al Gobierno en la apertura de curso, presentó alegaciones, y recibió una respuesta que satisfacía parcialmente su punto de vista. Porque aunque en la siguiente resolución del ministerio, la Universitat y la Politécnica pasaban a ser integradas en su único campus de excelencia, ambos centros se convertían en coordinadores del mismo en pie de igualdad.

Se iniciaron entonces los contactos a contrarreloj entre ambos equipos de gobierno para acudir con un mínimo de coherencia al último y decisivo examen, la presentación ante un comité internacional que tuvo lugar el miércoles en Madrid. El resultado se conoció ayer: demasiado tarde, demasiado poco.

Fuentes universitarias reconocieron ayer que las presentaciones del campus común dejaron claras la distancia que en realidad separaba ambos proyectos. Hasta el punto, añade, de que ni la Universitat conocía bien cuál era el proyecto de la Politécnica, ni a la inversa. Mientras que los otros dos proyectos asociados de CEI dieron la impresión de estar "mucho más trabados".

De hecho, hasta el último momento antes del examen, el rector de la Politécnica insistió en que a pesar de acudir bajo un paraguas común, los dos proyectos valencianos mantenían autonomía y personalidad.

"Da la impresión de que la política y la influencia territorial han sido decisivas" en el resultado, afirmó ayer Juliá; "la imagen que se proyecta es que los polos de excelencia están en Madrid y Barcelona". Las cuatro propuestas seleccionados como CEI están en ambas ciudades. Además de los dos proyectos asociados ya citados, han sido elegidos los de la Autónoma de Barcelona y la Autónoma de Madrid.

Juliá consideró el programa de CEI, en todo caso, como "un brindis al sol", debido a que los 150 millones de euros con los que está dotado se articulan en préstamos reembolsables que los centros tendrán que devolver. "Lo importante es ser excelentes donde importa: en los rankings internacionales".

Francisco Tomás, rector de la Universitat de València, lamentó los vaivenes del proceso, en el que según la ocasión se ha puesto el acento en la calidad del proyecto o en la de las universidades implicadas, y recordó que la asociación de los dos campus fue voluntad del Gobierno. Pero también abrió una puerta a la autocrítica: "Tal vez para la elaboración del proyecto agregado hubiéramos necesitado más tiempo para aunar esfuerzos y conseguir sinergias comunes; algunas lecciones tendremos que sacar al respecto".

¿Habrá siguiente vez?

Ni el rector de la Universitat de València, Francisco Tomás, ni el de la Politécnica, Juan Juliá, estaban ayer de humor para hablar de lo que harán en el futuro. La resolución las deja como "proyecto prometedor" de campus de excelencia. La Intertoto, en palabras de Juliá. Esa categoría les da acceso a fondos (ocho millones) para mejorar su proyecto asociado. Podría ser que ambas universidades dejasen de lado cabreos y consideraciones sobre la honra (en los que no parecen haber entrado las cuatro universidades asociadas en dos proyectos que han resultado los primeros clasificados en el programa), se pusieran a trabajar y consiguieran la plaza (y la financiación extra, sea más o menos) en la próxima convocatoria.

Y ello porque desde todos los medidores posibles, como recordó el rector Juliá, las dos universidades públicas de Valencia tienen una potencia de fuego sólo comparable al que tienen, juntas, la Universidad de Barcelona y la Politécnica de Cataluña; y la Complutense y la Politécnica de Madrid.

Pero a estas horas eso no parece fácil. Entre otras cosas porque después de casi 20 años de enfrentamiento nada velado, cuando las relaciones entre ambas universidades parecían lo bastante correctas como para afrontar desafíos importantes, el tortuoso proceso del campus de excelencia ha demostrado lo contrario. Haciendo probablemente un análisis parecido, fuentes universitarias indicaban ayer que nada impide que en 2010 cada una se presente por su cuenta.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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