Pioneros del transporte público
Una de las empresas más pujantes en el panorama valenciano puede dejar de existir nominalmente, si las autoridades no lo remedian, y además sin dejar rastro de su existencia para la memoria histórica. La Unión de Benissa, una compañía de autobuses que nació en los años veinte, tras crecer y crecer durante décadas, y llegar a convertirse en un gigante del sector del transporte a nivel nacional, bajo la denominación de Ubesa, prácticamente se encuentra al borde de su desaparición.La denuncia la ha hecho pública, con un deje de nostalgia -no en vano, su padre fue uno de los primeros conductores de aquellas destartaladas y novedosas guaguas- el escritor y ex periodista Bernat Capó, natural de Benissa (Alicante), cuna de la mercantil, quien reclama, tras producirse recientemente el derribo de las antiguas cocheras de la compañía, algún acto institucional.
La charla en torno a sus recuerdos se desgrana con fluidez, y Bernat Capó no es de los que olvida detalles; no en vano la Unión impregnó totalmente su vida. Comenzó sacándose unos ahorrillos con tareas de taquillero, allá por 1948, a los 20 años; y acabó en lo más alto del escalafón. De taquillero a cobrador, y después, tras abandonar sus estudios de derecho, e iniciarse en Alicante en el mundo del periodismo, a inspector jefe; trayectoria que rebosa toda una existencia hasta 1971, en que regresa a su hogar natal.
En torno a 1924 se produce el parto de este auténtico monstruo del panorama empresarial valenciano, hoy ya prácticamente en manos ajenas, las de Enatcar, Empresa Nacional del Transporte. "Hace tan solo cuatro días", explica Capó, "en los años sesenta, estuvo a punto de adquirir la multinacional ALSA". Un proceso que impredeciblemente se ha venido a repetir en estos momentos, pero a la inversa.
Un grupo de empresarios valencianos se cercioraron de que la habitual y centenaria incomunicación del mundo rural podía y debía romperse. El socorrido y paciente servicio de las caballerías tenía que dar ya paso a los nuevos medios de locomoción que comenzaban a atravesar, de vez en cuando, la principal artería de la población, la conocida hoy como Avinguda del País Valencià. Fruto de esa necesidad surgió la Unión de Benissa, que sería el primer transporte de viajeros en automóvil de la Comunidad.
En esos inicios se asiste pues al despertar de una feroz competencia entre los pioneros del transporte colectivo con carromato y los que al hilo de la iniciativa pronto siguieron su estela con líneas paralelas y servicios prácticamente semejantes. En pocos años, la competencia obligó a los pioneros hermanos, Vicent y Felipe Frau, a plasmar sobre el papel el viejo dicho de "la unión hace la fuerza". Los dos decidieron abrir las puertas del negocio a otros emprendedores de Dénia. En ese primer embrión encontramos ya, entre los primeros chóferes de la nueva y flamante compañía, al padre de Bernat Capó.
En cuatro horas completaban aquellos primeros automóviles colectivos la aventura de unir este fragmento del litoral mediterráneo, con un viaje que acreditaba una marca récord para la época, y que tenía su salida en la sede social de la calle El salvador, de Benissa, para finalizar en las oficinas de Valencia de la calle de En Llop. También de aquel entonces data el itinerario entre Benissa y Alicante, hasta su punto de destino en el Hostal de La Unión, en la calle de Bailén, y tras significativas paradas en Benidorm y en La Vila Joiosa, donde confluían diversas líneas desde Relleu y Finestrat. Otro significativo hito de estos primeros momentos lo suponen los años 1929-1930; en que queda datada la inauguración del servicio que unía Alicante con Valencia, tras un obligado transbordo en Benissa.
La empresa creció y el capital inicial, que se supone fue de 500 pesetas, fue ampliándose con la entrada de nuevos socios. Hoy en la compañía apenas quedan huellas de los emprendedores que crearon La Unión.
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