Estalla la guerra por el AVE
El Consell intenta capitalizar la llegada del tren - Los socialistas reivindican la ejecución del proyecto
Populares y socialistas iniciaron ayer una carrera por capitalizar la llegada del AVE a Valencia. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se rodeó de miembros de su Gobierno, alcaldes, cargos públicos y empresarios para presentar el estudio de impacto del AVE encargado por la Generalitat a la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC). En el acto, celebrado en una de las naves restauradas Demetrio Ribes, en lo que será el Parque Central, no estaban ni el delegado del Gobierno ni dirigentes socialistas. No fueron invitados.
"Es un esfuerzo colectivo de 20 años (...) Y es verdad que llega cuando 20 ciudades españolas ya lo tienen, pero nunca es tarde si la dicha es buena", declaró el presidente Camps. El jefe del Consell insistió en la importancia de esta línea de transporte por su efecto multiplicador sobre la economía valenciana y avanzó la puesta en marcha de un órgano encargado de sacar provecho al nuevo enlace en alta velocidad. Camps pidió la alta velocidad para Castellón y Alicante "y otras grandes infraestructuras que nos merecemos como el agua o la financiación".
Camps: "Nos merecemos el agua y la financiación que necesitamos"
En la recta final de su discurso, el presidente valenciano habló de que "nuestros hijos y nietos estudiarán una historia contemporánea diferente" tras la llegada del AVE y abundó en que este nuevo enlace colocará a la Comunidad Valenciana en lugar privilegiado de un nuevo eje económico español, que pondrá en relación el centro de España con el eje del Mediterráneo.
El Gobierno de España y el partido socialista se enteraron de la presentación del estudio unas horas antes y ninguno fue invitado. Y a partir de ahí se armó el lío. Antes del acto de Camps, Peralta, en su acostumbrada rueda de prensa de los viernes, ironizó acerca del "silencioso cariño" del presidente de la Generalitat por el AVE en referencia a las constantes críticas de Camps sobre retrasos o incidentes en la obra.
Sin abandonar el tono irónico con el que empezó, el delegado se mostró sorprendido porque Camps se apunte ahora a la alta velocidad. Se trata de un acto "redundante pero oportuno", dijo en alusión al estudio presentado ayer por el presidente y el que se conocerá el próximo 13 de octubre elaborado por el Ministerio de Fomento.
A partir de ahí ofreció con nombres apellidos y fechas las aportaciones del PP a que la infraestructura saliera adelante. Recordó cómo en diciembre de 2003, el entonces ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos "desautorizó a Camps cuando dijo que el AVE llegaría en 2010". Peralta tiró de hemeroteca y comentó que en esa misma fecha, 2003, el PP en las Cortes Valenciana rechazó reclamar al Gobierno central, también del PP, que el AVE estuviera acabado en 2007 y que antes de las elecciones de marzo de 2004, que ganó el PSOE, Fomento aún no había iniciado las obras de construcción de la infraestructura. Los populares reactivaron su reivindicación del AVE con el PP ya fuera del Gobierno español. Con el PSOE ya en la Moncloa volvieron a pedir que el tren llegase en 2007.
Para finalizar, Peralta reivindicó esta infraestructura, con la que el presidente José Luis Rodríguez Zapatero se comprometió desde su llegada al Gobierno.
En Blanquerías, sede de los socialistas valencianos, el secretario general Jorge Alarte y el responsable de Infraestructuras en las Cortes, Francesc Signes, instaron al presidente Camps a reconocer el "gran esfuerzo del Gobierno socialista de España" en acabar el AVE, que supone "la mayor inversión de toda la historia". Alarte apostó por "desenmascarar públicamente las mentiras, las triquiñuelas" y las "deslealtades institucionales" de Camps, quien "no termina ninguna de sus infraestructuras", a pesar de sus "campañas de propaganda para tapar la realidad".
Impactos
La llegada del tren de alta velocidad a Valencia el próximo mes de diciembre supondrá un impacto de 3.583,2 millones de euros para la Comunidad Valenciana: 1.021,6 correspondientes al beneficio para los usuarios, 736,7 a los efectos externos (reducción de los accidentes y emisiones de CO2...), 978,7 al aumento de la demanda y 846,2 al AVE regional Valencia-Alicante. También generará la creación de 32.500 empleos anuales en el sector turístico y hostelero. Así se desprende del estudio sobre el impacto socioeconómico de la llegada del AVE a Valencia elaborado por la consultora PricewaterhouseCoopers (PwC).
La puesta en marcha del AVE repercute de forma decisiva en otros medios de transporte. El autobús y el avión son los más afectados, con recortes del 6 y del 15%, respectivamente. El coche solo se ve afectado por el tren de alta velocidad en otro 14%. La afluencia de viajeros crecerá en general un 14%, lo que supondrá 790.000 nuevos viajes anuales, concluye el estudio de PwC.
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