Civilizados como los romanos
El escritor Simon Scarrow presenta en Valencia 'Gladiador, la lucha por la libertad', su primera novela para el público juvenil
El escritor inglés especializado en novela histórica Simon Scarrow, que ha arrasado con las aventuras de los soldados romanos Cato y Macro (ya va por el décimo volumen) o la rivalidad entre Napoleón y Wellington (cuatro títulos), presenta ahora su primera novela juvenil, Gladiador, la lucha por la libertad (Edhasa). Pero niega entre risas que, en tiempos de vampiros sin sexo y magos castos, se haya autocensurado para rebajar el nivel de sangrienta violencia de sus anteriores libros. "No tuve que hacerlo; mi editor inglés me advirtió: nada de sexo, puede haber violencia pero el héroe no mata a nadie, y nada de palabrotas". Lo que a su juicio no coincide con la realidad de los jóvenes.
"He reflejado uno de mis mayores terrores de infancia"
"Mi editor me advirtió: nada de sexo, nada de palabrotas..."
"Si se cogiese a un editor, se le pusiese en el patio de un colegio con niños de 12 años, como mi hijo, y oyese lo que dicen aprendería bastante", exclama Scarrow (Nigeria, 1962), que ayer presentó su novedad en el Museu L'Íber de Valencia.
El escritor cuenta que la aventura de Marco, un niño que tras la muerte de su padre acaba en una escuela de gladiadores, comenzó como una historia que contaba a sus hijos de camino al colegio. "Cuando llegué al final me dijeron que tenía que escribir la novela porque si a ellos les había entusiasmado también les gustaría a los demás niños". Pero también hay otra razón personal, su miedo a quedarse huérfano: "He querido reflejar uno de mis mayores terrores de infancia en este personaje". De hecho, confiesa que de pequeño ahorraba el dinero de su paga por si les pasaba algo a sus padres: "Era mi paranoia".
Preguntado sobre por qué los romanos resultan tan atractivos pese a sustentar su imperio en la esclavitud y en hacer picadillo a sus vecinos, el escritor explica que no son tan distintos del hombre moderno. Así lo constata en talleres con niños en los que luchan como gladiadores. "En cuanto se animan noto que ese conjunto se podría tornar fácilmente en una muchedumbre al estilo romano, en la que todos gritan 'mátale, mátale". Y por eso cree que la sociedad actual no está vacunada contra la barbarie: "Voltaire dijo que cualquier sociedad, da igual lo civilizada que se crea, está muy cerca de una revolución".
De poder ser testigo de 20 minutos reales de la historia romana, Scarrow lo tiene claro: "Me gustaría ver qué es lo que realmente ocurrió justo después del asesinato de Julio César en la Curia, porque tenemos a Shakespeare que nos lo cuenta, pero no sabemos exactamente qué es lo que pasó".
Y confirma que sus personajes no recorren Hispania porque en la época en la que sitúa a sus personajes esta parte del imperio no era la más caliente: "Llevo a los personajes donde está la acción en el año 43, cuando empieza la invasión de Britania. Pero si de verdad quieren a Cato y Macro montando lío aquí..."
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