Alarte logra un apoyo unánime a su drástica renovación de candidaturas

Jorge Alarte pasó ayer definitivamente la página que abrió en septiembre de 2008 cuando ganó por escaso margen el undécimo congreso del PSPV-PSOE con un mensaje de renovación. Las candidaturas autonómicas de los socialistas valencianos fueron aprobadas, pese al comprensible malestar de quienes se han visto relegados, con una insólita unanimidad en el comité nacional del partido: sólo hubo un voto en contra de 156 asistentes. Ahora Alarte tiene por delante una tarea todavía más dura: doblarle la mano al PP en las elecciones.

El proceso, trufado de tensiones, ha supuesto romper un modelo tradicional en la confección de las listas. Esta vez no ha funcionado la mesa camilla para el reparto de cuotas de poder, lo que tiene sus riesgos. Alarte ha tenido en cuenta a los sectores identificados en el partido (excepción hecha del que aglutina Francesc Romeu, ausente ayer del comité nacional) y ha incorporado a algunos de sus miembros, pero ha resistido todas las presiones para una negociación de más calado. Lo ha hecho frente a Ana Barceló, secretaria provincial de Alicante e integrada en el grupo de Leire Pajín; frente a Joaquim Puig, su rival en 2008 y hoy aliado, que deja las Cortes Valencianas para marchar al Congreso de los Diputados, e incluso frente a Francesc Colomer, secretario provincial de Castellón y su referente preferido en las comarcas del norte, que sorprendentemente intentó ejercer también como una especie de jefe de tribu sobrevenido. Para ello se ha apoyado en una sólida base: la organización de la provincia de Valencia, que encabeza Carmen Martínez sin aspiraciones a liderar sector alguno. El resultado son unas candidaturas que incorporan a dos fichajes independientes, los profesores Francisco Toledo y Julián López Milla, y en las que sólo repiten 10 de los 38 diputados actuales en la Cámara valenciana.

Un exultante Alarte repitió tras el comité nacional dos ideas ante los medios de comunicación: "renovación y generosidad". La generosidad del partido al cerrar filas con su propuesta de renovación permite soñar que "es posible un cambio político el próximo 22 de mayo". La decisión de ayer "sitúa a los socialistas valencianos en el mapa de la Comunidad Valenciana y de España", dijo el líder del PSPV-PSOE. Y lo hace con un mensaje: "Estamos listos. Tenemos candidato y candidaturas con el apoyo de todo el partido".

Durante el comité nacional extraordinario, que se prolongó poco más de una hora y media, hubo cinco intervenciones además de la de Alarte. Hablaron el concejal de Alicante Lalo Díaz, la teniente de alcalde de L'Eliana Mercedes Berenguer, el alcalde de Burjassot, José Luis Andrés Chavarrías; el diputado Ciprià Ciscar y el ex secretario general Joan Ignasi Pla. En la intervención de Ciscar, que atribuyó a Alarte la responsabilidad de unas candidaturas que no han apurado la integración, hubo una advertencia sobre las consecuencias de una eventual derrota. Pla, por su parte, se quejó amargamente de su marcha del Parlamento (tiene pactado entrar en el Consell Jurídic Consultiu) y de la salida de diputados que formaron parte de su lista hace cuatro años (entonces prescindió de Alarte).

El dirigente de los socialistas valencianos eludió comentar ambas intervenciones y expresó su afecto y respeto tanto por Pla como por Ciscar. A una pregunta sobre los conflictos con la secretaria provincial de Alicante, que acabó por no hacer propuesta de lista al comité nacional, Alarte respondió: "Los socialistas valencianos tienen un proyecto. Todos formamos parte de ese proyecto. También Ana Barceló, que, por cierto, va la segunda en la lista de Alicante".

Alarte comentó que el apoyo a las candidaturas hace a los socialistas "más fuertes y más creíbles" y defendió el siempre complejo proceso previo como un ejercicio realizado desde "la democracia, el pluralismo y la libertad", en el que prefiere "pagar el precio de la discrepancia" antes que recurrir a la designación a dedo, y con "extorsión", como Francisco Camps en el PP. El líder del PSPV-PSOE explicó que los fichajes de Toledo y López Milla son parte de su apuesta por formar un equipo económico "fuerte" y reforzar el eje de su programa electoral, que resumió con el lema "empleo, empleo y empleo".