Vídeo | Pobre entre los pobres en Afganistán
18,9 millones de personas, la mitad de los 40 millones de afganos, no tienen suficiente comida, alertó en julio el Programa Mundial de Alimentos de la ONU
La capital de Afganistán no es ajena al hachazo de la pobreza, que lleva décadas extendiendo sus tentáculos por las 34 provincias del país a la sombra de una guerra que comenzó a finales de los años setenta de la pasada década. Tras unas ocho horas literalmente tirado en el suelo mendigando en los alrededores del bazar Mandawi, la recaudación de Miagul, de unos 80 años de edad, no pasa de los 50 afganis (poco más de 50 céntimos de euro).
Una vaca le pisó hace años la pierna derecha en la provincia de Paktia y lo dejó discapacitado de por vida. Ahora su amigo Mohmand Ibrahim, de unos 30 años, lo lleva por la mañana en una carretilla y lo recoge por la tarde para que pueda pedir en la calle. Miagul apenas puede hablar y comunicarse, solo extiende la mano ante la pasividad de la inmersa mayoría de personas que deambulan sobre él. En casa, cuida de él su hermana Magol, de unos 70 años, que se ha trasladado a vivir con él a una humildísima casa a la que se entra por una oquedad en el terreno de menos de un metro. La parte más delicada y costosa de esa operación rutinaria de traslado del hombre para que consiga algo de dinero es sacarlo y meterlo en la vivienda por ese hueco. Mohmad Ibrahim ha de hacerlo a rastras con él sobre la espalda y después, atravesando por unas estrechas escaleras de la vivienda de barro, subirlo a la estancia en la que lo deposita sobre el suelo.
Afganistán sufre una de las peores sequías de los últimos años y la guerra en Ucrania ha bloqueado durante meses una parte importante de las exportaciones mundiales de cereales. La consecuencia es que los precios de productos básicos se han disparado, según datos hechos públicos por Cruz Roja el mes pasado. Desde junio de 2021, la harina de trigo se ha encarecido un 68%, el aceite de cocina un 55%, los fertilizantes un 107% y el combustible diésel un 93%. Un total de 18,9 millones de personas, la mitad de los 40 millones de afganos, no tienen suficiente comida, alertó en julio el Programa Mundial de Alimentos de la ONU. La crisis afecta a todas las provincias del país.