Las ciudades fantasma de la guerra de Ucrania
Los bombardeos y la presencia de tropas cerca de varias ciudades ha provocado que miles de personas huyan de ellas y queden prácticamente deshabitadas
Todas las ciudades se parecen después de un bombardeo. Los mismos huecos que dejan tras de sí los impactos de los misiles, los edificios desfigurados, quemados y repletos de escombros, y unas condiciones de vida imposibles para quienes los habitan. La guerra en Ucrania ha dejado decenas de ciudades arrasadas por los ataques aéreos y los combates en tierra. Muchas de ellas se han convertido en ciudades fantasma donde sólo sobreviven quienes no tienen ningún otro lugar al que huir. En el vídeo que acompaña a esta noticia puede ver cómo es la vida en tres ciudades fantasma que ha dejado la guerra en varios puntos de su geografía.
Una de ellas está en el distrito de Saltivka de Járkov, la segunda ciudad más grande de Ucrania, que llegó a contar con más de medio millón de habitantes en sus gigantes bloques de viviendas de construcción soviética. Ahora esos mismos edificios están vacíos, en ruinas o incendiados. En algunos todavía quedan personas que no se han marchado, como Viktor Lazar, que recoge el agua de una tubería rota en el sótano, ya que el suministro está cortado. Tras rellenar una palangana, mira a cámara y dice: “Esta es mi casa. ¿Adónde voy a ir?”.
En la región de Zaporiyia, una militar retirada, Anna, asegura que no tiene miedo a vivir en Mala Tokmachka, un pequeño pueblo en el que sobreviven sin electricidad, agua corriente ni gas. “Con miedo o sin miedo, debemos aguantar aquí”, proclama. En esta localidad no queda nadie que trabaje la tierra, atienda los negocios ni limpie los escombros. En Popasna, un vecino que abandonó su casa cuando empezó el conflicto ha vuelto para comprobar su estado por segunda vez: se ha caído el tejado. “En todas las guerras hay paz, pero la cuestión es: ¿cuál es su precio?”, se pregunta el hombre poco antes de cargar algunas pertenencias en su coche para volver a marcharse a un lugar seguro.
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