“Cuando Trump llegó a la Casa Blanca se notó el crecimiento económico”
Eduardo Vargas, mexicano de 52 años, volverá a votar por el candidato republicano, convencido de que su gestión benefició notablemente la economía de Estados Unidos
Eduardo Vargas ha sido un pilar en la educación de generaciones de niños en Princeton, Texas, donde ha trabajado como maestro de kínder durante los últimos 27 años. Nació hace 52 años en Mérida, Yucatán, y completó su educación secundaria en un colegio estadounidense. A los 19 años, obtuvo una beca para estudiar en la Universidad Bautista del Este de Texas, gracias a su talento musical, que le permitió colaborar con una iglesia local. Aunque Vargas se graduó en administración y trabajó un año en una tienda departamental, su esposa, también maestra, lo animó a postularse para una posición como profesor bilingüe. Desde entonces, ha dedicado su vida a la enseñanza.
Cuando habla de su trabajo, su voz se transforma, revelando la pasión que siente por lo que hace. “Disfruto cada momento y me encanta ver el progreso de mis estudiantes”, afirma con entusiasmo. Para Vargas, es fundamental que sus alumnos desarrollen una mentalidad ganadora que les permita sobresalir, y se esfuerza en brindarles las herramientas necesarias para continuar sus estudios con éxito.
En las elecciones del 5 de noviembre, Vargas votará por Donald Trump, como lo hizo en 2016 y 2020. Asegura que quedó satisfecho con los cuatro años de gobierno de Trump y destaca su buen manejo de la pandemia de Covid-19 y el cumplimiento de sus promesas de campaña. Vargas siente que la administración de Trump trajo beneficios económicos y oportunidades para las familias, lo que ha influido en su decisión de apoyarlo nuevamente.
Pregunta. ¿Ha decidido su voto para el 5 de noviembre?
Respuesta. ¡Claro! Voy a votar por Trump.
P. ¿Cuál ha sido el mayor factor en su decisión?
R. Donald Trump ya fue presidente, y creo que hizo un buen trabajo. Los ciudadanos pudimos comparar su presidencia con los ocho años de Barack Obama. Como maestro de primaria, personalmente sufrí durante ese período. No había progreso ni aumentos salariales reales. Cualquier aumento en el sueldo era absorbido por el incremento en los costos de los seguros médicos y otros gastos, lo que me obligó a buscar un segundo empleo para llegar a fin de mes. Las promesas que se hicieron en ese tiempo nunca se materializaron.
Cuando Trump llegó a la Casa Blanca, fue todo lo contrario. Las empresas comenzaron a dar bonos a sus empleados, los salarios aumentaron, y en las escuelas se notó un crecimiento económico. Por esta razón, Donald Trump tiene mi voto.
P. Si tuviera a Donald Trump enfrente, ¿qué le diría?
R. Le diría que necesitamos mejorar la situación económica en Estados Unidos. En los últimos tres años, todo ha subido de precio. Cuando vamos al supermercado, todo es carísimo y comprar una casa se ha vuelto inalcanzable para muchas familias. De hecho, tengo a mi hijo, su esposa y mis nietas viviendo en casa con nosotros porque no pueden permitirse alquilar un apartamento. Si Trump vuelve a la presidencia, espero que priorice el crecimiento económico y que las familias puedan volver a tener oportunidades para prosperar, porque la situación actual es insostenible.
P. ¿Y si fuera Harris quien tuviera enfrente?
R. Le preguntaría por qué no ha cumplido las promesas de campaña que hizo en 2020 sobre mejorar el país. Como vicepresidenta, ha tenido cuatro años en el gobierno, pero no hemos visto los resultados que prometió.
P. ¿Para usted qué significa ser latino en este país?
R. Al principio, ser latino es como remar contra la corriente. Muchos estadounidenses piensan que los mexicanos solo cruzan la frontera para trabajar en carreteras o en el campo, y se olvidan de que también hay mexicanos con educación y bien preparados. Yo vine a este país con la intención de estudiar, progresar y contribuir lo mejor posible. En la universidad, conocí a mi esposa, que es estadounidense, y juntos hemos construido una vida en la que he podido demostrar mis capacidades en cada trabajo que he tenido. A lo largo de mi carrera, he sido reconocido en múltiples ocasiones como maestro del año en mi distrito, lo que refleja no solo mi dedicación y esfuerzo, sino también mi compromiso con la educación y el bienestar de mis estudiantes.
P. ¿Qué prefiere, el inglés, español o spanglish?
R. Mi primer idioma es el español, y la mayoría de mi familia puede comunicarse en ambos idiomas. Mi esposa y mis hijos aprendieron español y lo hablan a la perfección, lo que me llena de orgullo. Sin embargo, en nuestra vida diaria, nos comunicamos principalmente en inglés, ya que es el idioma que predomina en nuestro entorno. En el trabajo, mis compañeros y yo, que somos bilingües, hablamos en español entre nosotros pero cuando estamos frente a personas angloparlantes, cambiamos al inglés para facilitar la comunicación.
P. ¿Ha sido víctima de prejuicios o racismo?
R. No. Como mencioné antes, llegué a este país con una mentalidad diferente. Vine preparado y con educación, lo que creo que ha marcado una gran diferencia en cómo me perciben los demás. También me esfuerzo por cuidar mi presentación y mi forma de vestir, ya que siempre he creído que las primeras impresiones son importantes. He tenido la fortuna de trabajar en entornos donde predominan los estadounidenses, y siempre he recibido su respeto.
P. ¿Qué le gusta de los Estados Unidos?
R. Me encantan las oportunidades que se pueden encontrar en este país. Una de las razones por las que mi esposa y yo decidimos quedarnos aquí en lugar de vivir en México es la posibilidad de construir una vida más rápida y adquirir una casa cerca de nuestro trabajo. He observado este proceso de cerca con mis propios hermanos en Yucatán y he visto que en México, después de tantos años de esfuerzo, deben esperar de 10 a 15 años en una compañía para poder obtener un crédito. En cambio, aquí, si tienes un historial de buenos pagos, en solo dos años puedes solicitar un préstamo y comprar tu primera casa. Este es solo un ejemplo de las oportunidades que una persona puede aprovechar en Estados Unidos si se prepara y se esfuerza por alcanzar sus metas.
P. ¿Qué cambiaría?
R. Creo que la ayuda internacional que Estados Unidos brinda a otros países debería ser invertida en la población americana. Se gastan miles de millones de dólares en asistencia económica a diversas naciones, mientras que aquí enfrentamos situaciones críticas. Recientemente, Florida sufrió dos huracanes, y la ayuda que reciben las personas apenas es suficiente para cubrir sus necesidades. Sin embargo, seguimos enviando millones y millones de dólares a otros países en lugar de priorizar a los ciudadanos que necesitan ayuda.
P. ¿Cómo se imagina en 10 años?
R. En 10 años, ya tendré más de 60 años (risas). Me gustaría estar retirado, disfrutando de mi pensión y pasando tiempo con mis nietas. Para entonces, mi hija de 10 años tendrá 20, y espero poder verla estudiar en la universidad, si decide seguir ese camino. La familia siempre ha sido mi núcleo, entonces también me gustaría seguir apoyando a mis cuatro hijos en todo lo que necesiten.
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