Trump se da un baño de halagos con empresarios latinos de Miami: “¿Quién demonios es Harris? Nadie la conoce”
El republicano aprovecha un foro con directivos hispanos para insultar a Kamala Harris, a quien llama ‘perezosa’ y ‘lunática izquierdista radical’
Donald Trump se rodeó este martes de empresarios latinos afines en una mesa redonda celebrada en Doral, en Miami, en la que más que preguntas sobre su programa se sucedieron las adulaciones entre los participantes. En el acto, Latinoamericanos con Trump, participaron el alcalde de Miami, Francis Suárez, y el senador Rick Scott, quien defendió que durante la presidencia del republicano aumentó el empleo entre los hispanos y se redujo la pobreza. Trump, por su parte, aprovechó el evento, al que también acudió Bob Unahue, el CEO de Goya, la mayor empresa de productos latinos de alimentación del país, para repasar los pilares de su campaña: los insultos a Kamala Harris y la idea de que el país está siendo destruido por los inmigrantes.
Tras presentar a los empresarios que lo acompañaban, el candidato republicano se lanzó a criticar a Harris, a la que reprochó por no participar hoy en un acto público de campaña. La agenda del día de la candidata demócrata incluye varias entrevistas, pero Trump prefirió decir que estaría durmiendo e insistió en llamarla “perezosa”. Los insultos subieron de tono, como ya es habitual en sus actos, y en varias ocasiones se refirió a ella como “lunática izquierdista radical” y “marxista”, repitiendo el bulo sobre la ideología de Harris.
Ante una audiencia entregada, Trump ninguneó a la vicepresidenta y criticó la forma en que llegó a convertirse en candidata, al ser nominada por Joe Biden tras renunciar a la reelección. “¿Quién demonios es Harris? Nadie la conoce”, afirmó el republicano, para añadir que “ella es más incompetente que él”, en referencia al presidente. Trump continuó preguntándose dónde está el padre de Harris y mostrando su suspicacia por no haber sido entrevistado.
El evento tenía como objetivo ganar el apoyo de los votantes latinos, que las dos campañas saben que es fundamental para ganar las elecciones del 5 de noviembre. Mientras los demócratas han invertido para estos comicios más que nunca en conseguir el voto hispano, la campaña republicana no les ha prestado tanta atención. A pesar de que el voto latino continúa favoreciendo a los demócratas, ha perdido fuerza en los últimos años, sobre todo entre el electorado masculino, que se muestra más afín a Trump que las mujeres, que prefieren a Harris por un amplio margen. Con un porcentaje de votantes de más del 20% en algunos de los Estados clave, como Nevada y Arizona, el voto latino será decisivo.
Miami es una de las localidades con más hispanos del país, con cerca del 70% de la población del condado de Miami Dade identificándose como latina, según el censo.
El expresidente recibió los halagos de los empresarios presentes, que criticaron la marcha de la economía en los últimos años que, según ellos, han sido los peores tres años para los negocios y defendieron la vuelta a una política de desregulación y rebaja de impuestos, pilares del anterior mandato del aspirante a la Casa Blanca.
“Criminales amables”
El republicano, sin embargo, colocó el tema de la inmigración y el cierre de las fronteras como el problema más acuciante del momento y como su prioridad, por encima de la inflación. “Lo más importante es la frontera”, insistió y repitió el bulo de que los países de América Latina, y también el Congo, están vaciando sus cárceles y sus instituciones mentales porque la Administración de Biden ha abierto la frontera para que vengan a Estados Unidos. “Y estos migrantes son duros. Hacen que nuestros criminales parezcan gente amable”, señaló.
No hubo muchas novedades en el discurso del republicano. Además del tema de la inmigración y de alimentar la falsedad de que el crimen ha aumentado, Trump arremetió también contra la energía limpia y los vehículos eléctricos y calculó que la construcción de estaciones de recarga para todo el país supondría un costo de 30 billones de dólares. “Todo está fuera de control”, mantuvo.
Trump también mencionó el Estado de California, gobernado por el demócrata Gavin Newsom, y culpó a Harris, que fue fiscal general del Estado, de haber destruido la ciudad de San Francisco, “una de las mejores del mundo y que ahora es horrible”.
El republicano aseguró a los presentes que la economía —la mayor preocupación de los latinos, según las encuestas— estaría mejor en sus manos y se refirió al boicot que la empresa Goya sufrió por los consumidores por apoyar a Trump en las elecciones pasadas. “Le he hecho triplicar sus beneficios”, señaló.
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