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Columna
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Dos españoles en Hollywood

No deja de ser curioso que Juan Antonio Bayona y Paco Cabezas, probablemente los dos realizadores españoles más y mejor afincados en Hollywood, estén unidos por el mundo de 'Penny Dreadful'

Una imagen de la serie 'Penny Dreadful: City of Angels'.
Ángel S. Harguindey

No deja de ser curioso que Juan Antonio Bayona y Paco Cabezas, probablemente los dos realizadores españoles más y mejor afincados en Hollywood, estén unidos por el mundo de Penny Dreadful. Bayona dirigió el piloto de la primera serie y el segundo, el de Penny Dreadful. City of Angels, coordinados en los dos casos por John Logan, su máximo responsable.

Del ambiente gótico en la Inglaterra victoriana se pasa a una efervescente ciudad de Los Ángeles en 1938, en vísperas del comienzo de la Segunda Guerra Mundial tras la invasión nazi de Polonia, una ciudad con una destacada colonia mexicana, una predicadora con gran influencia popular y un codicioso concejal de urbanismo aliado de unos delirantes y crueles seguidores de Hitler.

Se trata de dos estupendas series con dos tratamientos formales y de contenidos distintos. La oscuridad decimonónica londinense se transforma en una luminosidad angelina en la que, como el propio Cabezas declaró, hay comportamientos de bandas chicanas que recuerdan a los portorriqueños de West Side Story. También hay en las dos un componente sobrenatural, con una omnipresente Natalie Dormer en sus cuatro papeles, pero en la segunda prima más el componente político y social.

Su comienzo, el asesinato de una familia estadounidense, se sitúa en un escenario que parece un homenaje a Chinatown, con la que también comparte la corrupta ambición municipal. Dos inspectores de policía, el chicano Tiago Vega y el judío Lewis Michener, tratarán de resolverlo y, con ello, se adentrarán en los conflictos raciales de una ciudad que resulta ser pionera de los tenebrosos tiempos que se avecinaban: en primer lugar, la Segunda Guerra Mundial, y 80 años después, la presidencia de Donald Trump con su muro, brutalidad policial y racismo.

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