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‘Proyecto Cordio’, cuando la voz del paciente lo explica todo

La innovación tecnológica que impulsa la farmacéutica AstraZeneca revoluciona la calidad de vida. El avance digital permite ya más atención personalizada y mayor agilidad y creatividad en el desarrollo de tratamientos

Las soluciones de AstraZeneca redundan también en una mayor sostenibilidad del sistema sanitario.
Las soluciones de AstraZeneca redundan también en una mayor sostenibilidad del sistema sanitario.FreshSplash (Getty Images)

La medicina del futuro ya está aquí. Gracias a avances tecnológicos como el big data, la automatización o la inteligencia artificial, que permiten a los distintos estamentos sanitarios ofrecer más agilidad y creatividad en el desarrollo de los tratamientos, es posible hoy dispensar una atención a la medida de cada paciente.

Tecnológicamente ya se encuentran disponibles aplicaciones muy útiles para el diagnóstico de enfermedades como la insuficiencia cardiaca o la Enfermedad Renal Crónica. Se trata, según el doctor César Velasco, director de Innovación y Estrategia Digital de AstraZeneca, “de dos patologías diferentes, pero totalmente relacionadas que debemos abordar de manera conjunta. Gracias a la digitalización, la atención primaria y las demás especialidades médicas que tratan estas dos dolencias pueden estar más conectadas y lograr un seguimiento más exhaustivo de los pacientes”.

A través de la digitalización se puede maximizar el valor de los datos sanitarios mediante la optimización del uso del big data. Existe una gran cantidad de datos en los historiales clínicos que ya pueden ayudar a diagnosticar antes patologías como la Enfermedad Renal Crónica. Gracias a la colaboración público-privada ya se ha puesto en marcha PREVENT, una iniciativa liderada por la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SemFYC) patrocinada por AstraZeneca en Extremadura a través de la cual se puede lograr el diagnóstico de la Enfermedad Renal Crónica con los datos que el sistema sanitario ya tiene de los pacientes.

Gracias a una aplicación de grabación de voz con inteligencia artificial se detectan en el paciente posibles alteraciones en el curso de una dolencia de insuficiencia cardiaca
César Velasco, director de Innovación y Estrategia Digital de AstraZeneca

Por ejemplos como este, AstraZeneca prioriza la gestión y análisis de datos para el desarrollo de tratamientos innovadores, y el uso de big data mejora la interpretación de síntomas, la comunicación de resultados y la experiencia del paciente.

“Mediante la inteligencia artificial” –indica César Velasco– “identificamos ciertas patologías o la reagudización de la insuficiencia cardiaca, previniendo hospitalizaciones evitables. Se abren nuevas vías de innovación científica que permiten no solo una medicina más personalizada, sino mayor sostenibilidad del sistema sanitario”. En este contexto, AstraZeneca vive un proceso de transformación digital orientado a maximizar el alcance de toda su actividad; desde el desarrollo científico de nuevas moléculas hasta la reformulación de la química. El objetivo es hacer siempre más eficientes las terapias tradicionales o diseñar otras con carácter innovador.

Una revolución en el diagnóstico

La insuficiencia cardiaca es una afección crónica que afecta a un 2,34% de la población adulta española y es la principal causa de hospitalización en mayores de 65 años. Monitorizarla de forma directa, cómoda y sencilla a través del habla del paciente, mediante un biomarcador de voz de inteligencia artificial, es la base del Proyecto Cordio.

Se trata de una aplicación móvil que graba al paciente a diario, alertando a los profesionales sanitarios sobre signos de empeoramiento o posibles complicaciones para que actúen de inmediato. El seguimiento se realiza mediante una tecnología de procesamiento del habla llamada HearOTM, desarrollada por la compañía israelí Cordio.

AstraZeneca ya ha puesto en marcha la primera prueba real de este sistema en colaboración con el Hospital Universitario de Bellvitge y con el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL). César Velasco confía en que estos proyectos piloto puedan adaptarse a más hospitales: “Con este proyecto avanzamos en la identificación de síntomas desde nuestras casas. Esta tecnología puntera nos permite mejorar el diagnóstico de una enfermedad de gran prevalencia, además de monitorizar mejor los síntomas”.

Biomarcadores digitales

Aún es un proyecto, pero ya se encuentra en marcha. Se trata del Reto CKD (Chronic Kidney Disease), cuyo objetivo es impulsar el desarrollo de soluciones tecnológicas innovadoras para agilizar el diagnóstico y reducir la carga de la Enfermedad Renal Crónica. El desafío es identificar soluciones innovadoras que contribuyan a realizar un diagnóstico precoz a través de tecnologías como los biomarcadores digitales y wearables, que incorporarán inteligencia artificial y aprendizaje automático, big data o Internet de las Cosas. Esta convocatoria de innovación abierta se realizó en el marco del evento South Summit 2022. De entre todos los proyectos presentados, el ganador del Reto CKD se asociará con AstraZeneca para el desarrollo del proyecto piloto, tendrá acceso a expertos de hubs de innovación de todo el mundo y podrá ser escalado internacionalmente.

Alianzas ganadoras

AstraZeneca mantiene una alianza con la startup Idoven, la primera plataforma de cardiología con inteligencia artificial para identificar, clasificar y diagnosticar a pacientes a gran escala. Con Google como tercer aliado, optimiza el diagnóstico y permite la monitorización remota de pacientes mediante electrocardiogramas realizados con wearables. Otro hito es la creación de la Catalyst Network, la red global interconectada de AstraZeneca que cuenta con más de 20 hubs, 500 acuerdos, 100 soluciones en desarrollo y 300 startups. Wayra Telefónica es la iniciativa de innovación abierta de la compañía española de telecomunicaciones, con la que la farmacéutica impulsa proyectos en áreas como Oncología, Cardiovascular, Renal y Metabólica. Además, AstraZeneca trabaja también con EIT Health, Fitbit, la Universidad de Navarra y la Universidad Politécnica de Barcelona.

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