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Un final (y un comienzo) del cine y el juego

Juicios, ley, incertidumbre profesional y una certeza en el horizonte: el entretenimiento entretendrá, pero no como hasta ahora. Mutarán la industria, los creadores, los consumidores, nuestra adictiva cultura pop. Aquí van tres maneras de mirarlo.

La ilustradora Karla Ortiz trabaja con un programa de diseño para la saga Doctor Strange (temática de superhéroes).
La ilustradora Karla Ortiz trabaja con un programa de diseño para la saga Doctor Strange (temática de superhéroes).AMY OSBORNE (AFP via Getty Images)

1. Érase una industria tan humana y ya no tanto

La serie de podcast Studio Creaturas, que cuenta con algunos de los principales profesionales del videojuego español, le ofreció a este periodista participar como invitado a un debate de opiniones (y sentimientos) sobre la IA generativa (GenIA). Y, efectivamente, fueron apasionadas.

Para Rodrigo Lloret, artista 3D en títulos de primera línea como Castlevania, Avatar: Fronteras de Pandora o Star Wars Outlaws, “están empezando por arriba del todo, quitando al humano”. “La casa por el tejado”, porque la GenIA entrega el resultado final. Esto es, escribes un prompt y recibes la creación tras un clic. “Imagínate que estás haciendo un documental de Groenlandia, ¿no? Y cuando vuelves de rodar te das cuenta de que no has filmado un plano, porque había una ventisca. Pero lo necesitas para completar tu documental. Y lo creas con IA. Pero, ¿qué te va a crear? Porque lo que rodabas es la vida real. Entonces, ese documental ya no es un documental real”.

No están creando herramientas para que las empresas hagan más rápido o más fácil su trabajo. No, están empezando por arriba del todo, quitando lo humano
Rodrigo Lloret, artista 3D

Arturo Serrano, director de arte en Mercury Steam, dos veces ganadora de Game Awards, los Oscar del videojuego, plasmó una visión distinta: “Han nacido de una intención tecnológica e innovadora. Pero hay que admitir que la IA generativa ha venido, ha saqueado y no hay marcha atrás. La veo como una herramienta de trabajo poderosísima para facilitar la creatividad humana. Lo que no hay que olvidar nunca es que no puede replicar el lado humano, las emociones y la intuición. Es lógico que el miedo a lo desconocido provoque el miedo a perder puestos creativos. Tendremos que adaptarnos. Mi único miedo es la pérdida del valor del esfuerzo en futuras generaciones cuando las GenIA estén normalizadas e integradas”.

En webs como ArtStation, donde artistas conceptuales suelen colgar sus portafolios, es cada vez más frecuente encontrar el mensaje “No a Imágenes Generadas por AI” contra su proliferación, pero también por la certidumbre de que su arte se emplea para entrenar esas IA. Pablo Domínguez, inagotable currículum de películas y series de primer nivel (Star Wars, Jurassic World, The Hobbit, Avengers, Transformers, Aladdin...), confesó, resignado, que no se plantea en un principio retirar sus imágenes, aunque ya da por hecho que la IA las ha absorbido. Porque su portafolio es lo que le da el trabajo. Sus compañeros lo alientan a buscar maneras alternativas de tener ese portafolio más protegido. Las tretas ya circulan entre el gremio para evitar ese hurto invisible.

Ayi Sánchez, artista 3D con experiencia en cuatro grandes estudios, venía además de cerrar el esperado Indiana Jones and the Great Circle, no pudo asistir a la grabación pero envió este mensaje: “Creer que la automatización va a poder sustituir al top de la pirámide del desarrollo es algo iluso. Hay, desde mi punto de vista, una falsa asunción de que lo que más tiempo toma durante el desarrollo es la producción artística en sí”.

Mi único miedo es la pérdida del valor del esfuerzo en futuras generaciones, cuando las gen-IA estén normalizadas e integradas
Arturo Serrano, director de Arte

También hay quien afronta la IA con el entusiasmo infantil de todo creativo ante un nuevo juguete con el que expresarse. Por ejemplo Anna Starobinets, novelista rusa que colabora con la startup Magia Literaria para desplegar un videojuego en línea muy peculiar: “Está diseñado para componer historias en los géneros de fábula y fantasía. Incluye soporte de OpenAI y Dall-E para crear ilustraciones y los participantes juegan durante las diversas fases del proceso creativo, desde desarrollar el mundo y los personajes a darle forma a la trama”.

Ha sacado una conclusión rotunda: “Intenté ver si la IA era capaz de engendrar buenas historias completas y rápidamente me percaté de que no puede. Sencillamente, a estas alturas no es un competidor frente a un escritor de carne y hueso. Es extremadamente débil, banal, derivativa y, sin la ayuda de un escritor vivo, incapaz de hacer nada”.

Intentó entonces un desafío más accesible: crear una metáfora original. “Solo lo logré después de dejarla entrenar con mis propias obras y escribir el siguiente prompt: ‘Escribe una metáfora sobre un adolescente, en el estilo de Anna Starobinets, pero sin duplicar metáforas’. A las cinco de la mañana, me devolvió una que me dejó más o menos satisfecha: ‘Un adolescente es como un insecto venenoso sobre el filo de una navaja: una criatura vulnerable y peligrosa al unísono’”.

2. El nuevo “¡paren las maquinas!”

Gerard de Graff, enviado principal de Digital de la Unión Europea en EE UU, suele entrevistarse con los directores generales de las empresas de GenIA: “Una de las cosas que he aprendido a no preguntarles es ‘¿cómo crees que será el panorama a dos años vista?’ Nadie lo sabe, realmente. Quienes han desarrollado estos modelos están sorprendidos de lo que son capaces de hacer. La pregunta que siempre hago es ‘¿cuánto entiendes de tu modelo?’ La respuesta media que obtengo es que entienden entre el 50 y el 60%. Y va menguando. Solo pueden contestarla, con verdadero conocimiento, los intelectuales detrás de esta tecnología, entre 100 y 150 personas en todo el mundo”.

“La verdad, ya espero con ganas el momento en que la IA haga las llamadas de beneficios por mí. Probablemente, para cuando suceda, no notaréis la diferencia. Quizá sea mejor que yo”. Bob Iger, director general de Disney, hizo esta broma durante una llamada a los accionistas en mayo de 2023, a un tris de que estallase la famosa huelga de guionistas en Hollywood. El periodista Lee Fang reveló esa grabación el 15 de julio y corrió como la pólvora porque en ese momento los sindicatos de guionistas y actores más poderosos llenaban Los Ángeles de piquetes contra la patronal de los productores.

Solo 11 días después, Bryan Cranstron, el inolvidable Walter White Jr. de Breaking Bad, cargó contra Iger durante una multitudinaria manifestación de huelguistas: “Sabemos, caballero, que usted ve las cosas desde una óptica diferente (...) Le pedimos que nos escuche (...), no vamos a dejar que se nos arrebaten nuestros trabajos y se los den a los robots”.

Creer que la automatización va a poder sustituir al top de la pirámide del desarrollo es algo iluso
Ayi Sánchez, artista 3D

La intención de bloquear la GenIA solo era apoyada por un 20% de huelguistas. Por eso, entre bambalinas, se cocía algo diferente. “El sindicato había reconocido que el genio de la IA no sería devuelto a la lámpara, sabíamos que necesitábamos desarrollar términos y condiciones que nos permitieran trabajar con la tecnología de una manera segura y justa”, explica Ray Rodríguez, director de Contratos de SAG-Aftra, uno de los sindicatos de actores más poderosos del mundo, que negoció con los ejecutivos de Hollywood sobre los límites de las IA.

Otra protagonista de esas negociaciones fue Danielle Van Lier, entonces abogada de SAG-Aftra, que solo accedió a hablar con este diario si quedaba claro que ya no es miembro del sindicato. “Las tres C [consentimiento, compensación y control] fueron nuestros principios rectores y lo que finalmente logramos. Los miembros de SAG-Aftra, y todos los artistas intérpretes o ejecutantes, deben tener [en un contrato] la capacidad de consentir o no el uso de su apariencia y su voz por parte de la IA para crear una réplica digital, y recibir una compensación por el tiempo que pierdan en intercambio por obra o por la suplantación efectiva de su obra por esa réplica”.

Huelgas de actores y guionistas en Los Ángeles, en julio y agosto de 2023. En uno de los carteles se lee "Humanidad vs. IA".
Huelgas de actores y guionistas en Los Ángeles, en julio y agosto de 2023. En uno de los carteles se lee "Humanidad vs. IA".Mario Tama (Getty Images)

El 9 de enero, el sindicato anunció la firma de un acuerdo con la startup Replica Studios para crear dobles sintéticos de las voces de actores afiliados en videojuegos y otras producciones audiovisuales. Y los afiliados que consideran a la IA su peor enemigo desataron una tormenta de protestas.

Según Rodríguez, ese acuerdo “se desarrolló a lo largo de varios años con la estrecha participación del Comité de Negociación de Medios Interactivos (Videojuegos) y negociadores clave del personal. Replica trabaja únicamente en el área de voz, pero el Acuerdo de Medios Interactivos (Videojuegos) más amplio debe proteger absolutamente las imágenes de nuestros artistas frente a la cámara y los movimientos de nuestros miembros que trabajan en el volumen de captura de la actuación. Creemos que es posible abordar este ámbito de manera justa y que lo hemos hecho en el contexto de nuestro acuerdo sobre cine y televisión”.

Para De Graff, seguidor atento de los grandes juicios que podrían cambiar el papel de la tecnología, este es el quid de la cuestión: ¿Se puede demostrar que los modelos IA infringen el copyright de terceros durante su entrenamiento? Hablando en plata: ¿Las máquinas crean plagiando?

“Hay tres grandes casos liderados por grandes corporaciones sobre sus derechos intelectuales. New York Times contra Open y Microsoft. Getty contra Stability AI. Y Universal Music contra Anthropic. Probablemente este último sea el mayor de todos y el que más repercusión puede tener. Hay unas 20 grandes compañías de GenIA ahora mismo en el mundo y ocho se encuentran aquí, en San Francisco [Silicon Valley]. Si estos juicios tuvieran una sentencia favorable a los denunciantes, probablemente significaría el fin para el modelo de negocio de estas empresas, porque sus modelos de entrenamiento están desarrollados de una manera muy específica usando internet, quedarían inservibles”, concluye De Graff.

3. La ignorancia es la felicidad… en Matrix

La GenIA es el primer paso hacia un futuro de contenido generado por y para el usuario. Un mundo a su medida, con todo el feedback audiovisual que pueda permitirse la tecnología de cada momento. ¿Pone esto en jaque la perspectiva histórica del arte? ¿Tienen que rebelarse los creadores ante una IA que podría cumplir el sueño de cualquier novela, el de sumergir, para siempre, al lector en el mundo evocado?

No es un competidor frente a un escritor de carne y hueso. Es extremadamente débil, banal, derivativa y, sin la ayuda de un escritor vivo, incapaz de hacer nada
Anna Starobinets, novelista

Alexis Nolent, exjefe de narrativa en Ubisoft (Assassin’s Creed, Splinter Cell) y uno de los autores de novela gráfica más reputados del cómic francés, no teme mirar de frente esta posibilidad:

“¿No es lo que siempre hemos intentado crear? ¿No ha estado siempre la gente dispuesta a perderse a sí misma en mundos de ficción? A los videojuegos se los llama inmersivos. Algunas novelas, bueno, te puedes perder en ellas. La gente es devorada por mangas que duran 70 libros. Por no hablar de series de televisión. Hasta cierto punto, eso es lo que intentamos lograr como autores, pero también lo que tendemos a disfrutar como público. Nada nuevo bajo el sol. No es algo fácil de hacer, así que deberíamos nombrarlo exactamente por lo que es: construir personajes o mundos duraderos…

Fuera cual fuere el caso, los creadores deben siempre superarse a sí mismos para lograr la siguiente gran nueva IP. Y tener ideas que la IA no es capaz de tener. Porque siempre habrá necesidad de ideas frescas y originales, que no sean refritos. Es cierto que jamás podremos crear algo completamente nuevo de la nada, pero siempre hay maneras de crear algo nuevo porque depende en gran medida de la personalidad y singularidad de los creadores. La tentación de reemplazar a los creadores con IA probablemente exista y resulte atractiva a cierta gente que quiere ahorrar costes. Pero creo que eso es pensar a muy corto plazo”.

En el filme Matrix, el traidor Cifra se zampa un entrecot frente al Agente Smith, gran villano de la saga: “¿Sabe? Sé que este filete no existe. Que cuando lo pongo en mi boca, es Matrix la que le dice a mi cerebro que está jugoso y delicioso. Después de nueve años, ¿sabe de qué me he dado cuenta? La ignorancia es la felicidad”.

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