La industria se une para lograr una logística sostenible

Un total de 82 empresas españolas se han adherido a Lean & Green, una plataforma europea que promueve la logística sostenible. Renovar los vehículos de mercancías, la eficiencia energética o la renovación de los sistemas de almacenaje están entre los objetivos de sus miembros

Para que un producto llegue a su destino, se ha de poner en marcha una cadena de suministro bien engrasada que no funcionaría sin las operaciones logísticas que permiten la comunicación entre sus diferentes eslabones y el transporte eficiente de los productos.

Pero a la logística como pieza clave de la organización de las empresas se le ha unido algo urgente: que sea sostenible para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) procedentes de esta actividad y poder así cumplir con el objetivo de neutralidad climática –el balance entre las emisiones y las absorciones de gases de efecto invernadero sea cero– establecido en el Acuerdo de París de 2015.

En España, el sector del transporte es el mayor responsable de emisiones GEI (27,5%), según datos del Observatorio de Transporte y Logística, por delante de otros sectores como el industrial o el energético. Así lo explica María Tena, directora de Logística y Transporte de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc): “A pesar del contexto actual, a pesar del crecimiento del e-commerce y el servicio a domicilio, la lucha contra el cambio climático sigue siendo una prioridad. Los nuevos marcos regulatorios, como el European Green Deal y la Ley de Cambio Climático y Transición Energética en España, refuerzan los objetivos de alcanzar la neutralidad climática en el 2050. Estos avances normativos indican que el transporte será uno de los sectores con mayor impacto en reducción de emisiones de CO₂, lo cual tiene sentido por el sector con gran incidencia”.

Para hacer frente a estos retos, es necesario un modelo que promueva la logística sostenible en las empresas y, como explica Tena, “que sea colaborativo y multisectorial, porque la lucha contra el cambio climático no puede ser individual”.

Lean & Green, la respuesta de la Unión Europea

La plataforma europea Lean & Green propone precisamente una guía de actuación para que las compañías puedan reducir las emisiones de CO₂ en sus actividades logísticas al menos un 20% en un plazo máximo de cinco años, aumentando ese porcentaje gradualmente hasta alcanzar la neutralidad de emisiones. La logística sostenible que plantea esta iniciativa de la UE, creada en Países Bajos en 2008 y coordinada en España por Aecoc desde 2017, se centra principalmente en acciones para la renovación del parque de vehículos de mercancías, la digitalización y optimización de los procesos de carga, la eficiencia energética y la renovación de los sistemas de almacenaje. “Lean & Green es una carrera hacia la descarbonización del sector logístico alineada con las normativas internacionales y con el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno”, apunta Tena.

Las compañías dentro de Lean & Green deben presentar un plan de acción de logística sostenible, que en ocasiones sirve para canalizar estrategias ya en marcha

Para pertenecer a ella, las compañías que forman parte de Lean & Green han de presentar un plan de acción de logística sostenible, que en ocasiones sirve como canalizador de estrategias que ya venían elaborando, como explica Benito Vicente, director de Supply Chain de Leroy Merlin, una de las 82 compañías españolas adheridas a la plataforma europea. “De esta forma podemos alinear de manera eficiente a los diferentes actores involucrados en la cadena de suministro, marcar objetivos medibles y reforzar operaciones de nuestra logística”, añade Vicente.

El carácter multisectorial de Lean & Green establece que las compañías asuman una serie de compromisos acorde a su tipología de negocio y que irán desarrollando de acuerdo a su plan de logística sostenible. El objetivo es reducir un 20% las emisiones en cinco años a través de diferentes acciones como la concentración de flujo en sus plataformas logísticas, el uso de energía eléctrica con garantía de origen renovable en almacenes y tiendas –que ya vienen desarrollando desde 2020–, la reducción de generación de residuos en la logística inversa o la adecuación de las infraestructuras de transporte e intercambio de mercancías (puertos, aeropuertos y otras plataformas intermodales) por un modelo sostenible.

Entre las acciones que lleva a cabo Leroy Merlin, encaminadas a lograr una reducción anual de las emisiones del 5%, se encuentra el uso del tren para el transporte de mercancías, cubriendo algunas de las conexiones entre sus plataformas logísticas. Como explica el director de Supply Chain de la empresa, el uso del tren permite optimizar el transporte de mercancías de importación que llegan a Valencia –en un pequeño porcentaje, ya que el 72% de los proveedores de Leroy Merlin son nacionales– y enviarlas a las plataformas logísticas de Madrid y Guadalajara. Desde estas localizaciones también parte otra ruta por tren hasta Sevilla, para su posterior envío en barco a Canarias. Gracias al transporte ferroviario y en barco se consigue oxigenar las carreteras. Según datos del Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana, el transporte por carretera supone la emisión de más de 83.000 toneladas de CO₂ al año.

Otras acciones que implementan las empresas de Lean & Green es la creación de centros de producción y almacenaje regionales, que permitan satisfacer la demanda de producto y reducir el kilometraje del transporte. Un modelo de logística territorial que lleva a cabo Mahou San Miguel, otra de las empresas adheridas a la plataforma, y destinada a mejorar la eficiencia de distribución en esta tipología de negocio.

Con siete centros de producción y 19 almacenes físicos repartidos por todo el territorio español, la cervecera consigue gestionar de manera flexible un volumen anual de más de 600 referencias y 3.200 puntos de entrega, lo que supone 220.000 pedidos al año. Como explica la directora de Logística de la compañía, Carmen Calama, “con estos centros de producción diseminados estratégicamente, podemos producir referencias en diferentes puntos, acercando la fábrica a la demanda del territorio. Es decir: que, si una Mahou Cinco Estrellas se consume también en Andalucía, no haya que transportarla desde otras localizaciones más alejadas del país”, pone de ejemplo.

Para la optimización del transporte es importante que los vehículos nunca vayan vacíos o con media carga de mercancías. La multientrega –aprovechar el desplazamiento de camiones para el reparto de otros productos– está siendo una solución sostenible para las empresas. Además de Mahou San Miguel, esta opción está siendo utilizada por cadenas de supermercados como Lidl, también adscrita al programa comunitario. Su directora de RSC, Michaela Reischl, explica: “La implantación de acciones sostenibles también requiere de acuerdos de colaboración entre proveedores que consigan mejorar la eficiencia del transporte”.

Lidl España ha conseguido reducir su huella de carbono en un 30% en los últimos cuatro años a través de diferentes actuaciones, entre las que destaca el uso de camiones propulsados con gas natural. La empresa cuenta con 100 camiones de este tipo y planea ampliar su flota un 15% antes de 2023. Este combustible alternativo presenta ventajas medioambientales con respecto a hidrocarburos como la gasolina y el gasóleo, y en la actualidad se está potenciando su uso especialmente en vehículos pesados hasta que los gases renovables sean una realidad a nivel europeo.

Otra tendencia entre las grandes compañías es la sustitución de camiones ordinarios por megacamiones que, al duplicar casi su capacidad, “nos permite ahorrar un viaje de cada tres”, apunta la directiva de Lidl.

En Aecoc consideran que la renovación de la flota de transporte es lo que más puede reducir las emisiones GEI en el sector logístico, además de otras actuaciones relacionadas con la digitalización y la eficiencia energética. “Una inversión para la que se necesita cofinanciación pública”, apunta María Tena. Por ello, Aecoc ha presentado un proyecto de 1.500 millones de euros a los fondos europeos Next Generation que permitiría impulsar el desarrollo logístico sostenible de 3.000 empresas hasta 2023. “Esto permitiría que las pymes pudiesen crear también planes de reducción de emisiones como ya están haciendo las grandes compañías”, concluye Tena.

Ciudades que se adaptan a la logística (y no al revés)

Si hay un núcleo poblacional donde preocupa especialmente la contaminación, ese es la ciudad, sobrecongestionada por el crecimiento de las operaciones logísticas. Así lo explica explica Ramón García, director de Innovación y Proyectos del Centro Español de Logística (CEL): “El transporte de mercancías siempre ha sido un reto para la movilidad de las ciudades, pero con el incremento del comercio electrónico se ha puesto aún más de manifiesto”.

Al contrario de lo que se podría pensar, la logística no ha de adaptarse a las urbes, sino al revés. “Estos nuevos hábitos de consumo, que además exigen tiempos de entrega más inmediatos, han llegado para quedarse, de modo que hay que empezar a adaptar las ciudades para que las operaciones de transporte y distribución de mercancías se puedan realizar de la manera más eficiente y menos contaminante posible”, apunta García.

CEL, junto a otras entidades, ha desarrollado un modelo de distribución urbana de mercancías basado una red de microalmacenes (microhubs) que permitirían reducir un 30% los vehículos necesarios y hasta un 50% de emisiones. Dimensionado sobre una ciudad como Madrid, este modelo plantea la creación de 30 microhubs (16 de paquetería y mercancía no alimentaria y 14 de mercancía alimentaria) ubicados en zonas estratégicas para dar servicio a toda la ciudad. “Un modelo colaborativo y conectado que incluye a todos los operadores, independientemente de su tamaño, porque ya hemos visto que ya no se trata de que cada empresa gestione su propia logística, ese modelo está desfasado y no es sostenible”, concluye García.

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Redacción: Marta Villena
Coordinación editorial: Francis Pachá
Desarrollo: Rodolfo Mata
Ilustración y diseño: María José Durán
Coordinación diseño: Adolfo Domenech