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De la planta al vaso. Así se abre paso el centeno entre las bebidas vegetales

Cuatro de cada diez españoles consume alimentos de base vegetal y las bebidas de soja o avena son habituales en supermercados y en hostelería. El centeno es la última incorporación, con una producción aún pequeña pero vigorosa que permite diversificar los cultivos y un mayor rendimiento para los agricultores locales

La bebida de centeno es novedosa y su sabor genera curiosidad. Hay quien piensa que al probarla notará amargor, pero es dulce, suave y cremosa. La confusión surge al relacionarla con el pan hecho de este ingrediente: “Es diferente, en nuestra bebida el cereal no se fermenta, y no necesita ni aromas ni azúcar añadido”, explica Sergio Bravo, director de Plant Based de Pascual, empresa que cuenta con la marca Vivesoy, de bebidas vegetales.

Las bebidas vegetales han proliferado en los supermercados, cafeterías y bares: de soja, de almendras, de avena... Vivesoy fue pionera al lanzar hace un año la de centeno en España. “Cuando sales de lo tradicional cuesta coger ritmo, pero en este caso ayudó que la bebida fuera saludable”, reconoce Bravo. Este tipo de productos se ha introducido en las dietas: el 37,9%, de españoles compra alimentos de base vegetal habitualmente, según el Observatorio de consumo de la alimentación plant-based en España 2025, el último estudio realizado por la asociación Somos Vegetales. De ese porcentaje, en el podio se encuentran las bebidas vegetales: el 24,5% las adquiere con frecuencia.

Consumo de bebidas vegetales en España

Un 48,1% las ha probado, de los cuales

Un 35,1% las consume como mínimo una vez por semana

Un 12,9% las consume esporádicamente (mensualmente o con menos frecuencia)

Fuente: ‘Barómetro del clima de confianza del sector agroalimentario’ (primer trimestre de 2023), del Instituto Cerdá para el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.

Estos artículos son más que una alternativa a la leche de vaca para vegetarianos o veganos; han pasado de ser un nicho de tiendas especializadas a encontrarse en cualquier supermercado, cafetería o colmado. Como respuesta a las nuevas tendencias de compra se creó en 2022 la asociación Somos Vegetales, formada por marcas de productos vegetales, entre ellas, Vivesoy. Desde la organización desgranan que la evolución se debe a que los perfiles son más flexibles y se fijan en todo: quieren que lo que prueban sea sano, sostenible, de cercanía, bueno, sabroso y, al final, una experiencia agradable.

Las exigencias afectan al mercado. El consumo doméstico de las bebidas vegetales en España ha crecido de forma sostenida los últimos años. Ha llegado a aumentar aproximadamente un 21% entre 2017, con 226,10 millones de litros consumidos, y 2024, con 274,35 millones, según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). Ese panorama era idóneo para la exploración de Vivesoy, pero la tecla se afinó cuando consultaron directamente al consumidor. “Aprendimos que quería variedad”, concluye Bravo. Por ello, Pascual decidió lanzar una nueva bebida, y apostaron por un cultivo minoritario en el campo español, pero ventajoso.

Un cultivo con pros y contras

La producción de centeno en España es pequeña. De hecho, la cifra es la menor de la tabla de los Avances de superficies y producciones de cultivos de marzo de 2025 del MAPA. Es casi cinco veces menos que la avena, por dar un ejemplo. Además, explica Rubén Linares, profesor del departamento de Producción Agraria de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica, Alimentaria y de Biosistemas de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM): “Una parte importante va para el forraje y se destina a la alimentación animal”. Aun así, ha crecido un 5,6% en el último año. “Principalmente por las condiciones climatológicas, ha sido excepcional respecto a lluvias. En superficie varía poco, pero la producción ha aumentado”, explica.

Como cultivo, sin embargo, el centeno tiene muchas virtudes. La primera, su adaptabilidad: “Es muy rústico; esto quiere decir que se cultiva en suelos pobres”. Después, lo poco que pide: es resistente y requiere menos fertilizante. “Ese diferencial hace la cosecha más rentable. Se consiguen más rendimientos”, puntualiza el docente de la UPM. No necesitar tanta agua y al soportar bien el frío lo convierte en una alternativa para sitios con ese tipo de clima donde no se pueden cultivar otro tipo de cereales.

Para el agricultor es fundamental mirar el conjunto, y esos detalles son fundamentales. Linares abunda en ello: “Los cereales tienen márgenes de beneficio muy pequeños, a veces con la cosecha solo cubres costes”. El trabajo es anual y hay que rotar los cultivos para que no proliferen plagas, enfermedades y se mantengan los nutrientes. El centeno es ideal para el final de la rotación porque “limpia el campo” y tiene menos incidencia de malas hierbas.

La producción de centeno en España 

Ha crecido un5,6% en el último año

219,2 miles de toneladas

2024

231,4 miles de toneladas

2025

Fuente: 'Avances de superficies y producciones de cultivos', de marzo de 2025, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. 

Así lo ha experimentado Nemesio Herranz, un agricultor de Aldea Real (Segovia). Heredó el oficio de sus padres y en sus aproximadamente 600 hectáreas cultiva trigo, cebada o centeno, una opción que muchos compañeros de profesión han desechado. “En cuanto a valor ha ido decreciendo”, asegura, y pone un ejemplo: “Estamos condicionados a importaciones de países donde el centeno sobra y es más asequible”.

En julio recolectó y septiembre y octubre son meses de decisiones, de siembra. La solución de Herranz para rentabilizar el centeno ha sido dedicarlo al consumo humano, algo aún poco habitual. Para ello, hace cinco años empezó a colaborar con Pascual: “Las bebidas de Vivesoy hacen que sea viable, que el cultivo tenga un valor añadido”, afirma. Al aumentar la demanda de la industria alimentaria, el centeno puede ser algo más que pienso, lo que permite una mayor amortización del cultivo.

Un producto 100% local

Para producir la bebida de centeno de Vivesoy...

Se necesitan

100 hectáreas de cultivo

Se emplean

150 toneladas de materia prima de centeno

“Aunque tiene más complejidad e incluso más coste, apostamos por la agricultura local: todos nuestros productos son 100% cultivados en España”

Sergio Bravo, director de Plant Based de Pascual

Fuente: Pascual, con datos de 2025.

Para conseguirlo, y una vez segado, primero se muele el centeno integral, la harina obtenida se mezcla con agua hasta alcanzar una pasta final y se añaden enzimas que descomponen el almidón, enumera Bravo, director de Plant Based de Pascual. El resultado se cuela para lograr la textura sedosa de la bebida. Por último, se mezcla con agua y otros ingredientes: “Está enriquecida en calcio y vitaminas D, E y B12”, apunta.

El resultado beneficia al campo español ante la apuesta de Pascual por los agricultores nacionales y es coherente con los propósitos de la compañía: “Innovar es parte de nuevos valores, para nosotros es imprescindible dinamizar”, añade Bravo. A la par, es beneficiosa para el consumidor: “A la gente le sorprendió lo rica que está, conseguimos llegar a muchos hogares en los primeros meses”. Así, el consumidor también obtiene lo que quiere: poder explorar sabores nuevos.

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