Una buena impresión (latinoamericana) jamás se olvida
La conciencia y la confianza han guiado a Mónica Maldonado y su familia para llevar la compañía que fundó su padre hace 38 años hacia nuevos horizontes, en tiempos complejos y que hoy evoluciona en una agencia de soluciones empresariales en el sureste de Estados Unidos.
En 1971, el matrimonio compuesto por los colombianos Nelson Fuentes Sr. y su esposa Yolanda emprendieron un viaje de no retorno a Estados Unidos, al vender sus pertenencias en Cartagena de Indias para viajar al sureste norteamericano, en la ciudad de Atlanta. La búsqueda de una oportunidad laboral más amplia, como han hecho millones de personas que hoy conforman el rostro hispano de Estados Unidos, el cual se traduce en el 18,7% de la población total del país, fue el inicio de una historia de esfuerzo, aprendizaje y cosecha de valiosas lecciones para el futuro.
Con un sinfín de barreras culturales, legales, idiomáticas y financieras, e incluso un padecimiento aparentemente vital para el negocio por el que terminaría apostando (daltonismo), Nelson Fuentes Sr. y su familia desafiaron las leyes de la probabilidad y fundaron en 1983 una imprenta-boutique. Por cerca de una década, el negocio familiar fue dando forma a cartas de presentación, afiches, hojas membretadas, folletos, etc., haciéndose de una base fiel de clientes y sin perder la actitud férrea de crecimiento y determinación frente a cualquier tipo de adversidad que hoy los caracteriza.
La evolución de la industria, a la par de los desafíos de competencia y digitalización, amén de las complejidades derivadas del coronavirus en el mundo, obligaron a lo que alguna vez fue Interprint Communications a transformarse y crecer.
Hoy, IPCOMM es una agencia que si bien mantiene su área vital de servicios en torno a la impresión, ha llevado un expertise, profesionalismo y calidad mucho más amplios, mismos que hoy dan vida a una consultora empresarial completa para el ecosistema productivo contemporáneo, un ámbito en donde el diseño, la estrategia digital, la creatividad y el marketing cruzan caminos, necesidades y soluciones.
Mónica Maldonado, CEO de la compañía e hija de aquel matrimonio ejemplar, cuenta a El País cómo ha sido formar parte de un linaje familiar y empresarial de tres generaciones, vital para la comunidad hispana y femenina del sureste estadounidense, mismo que hoy es reconocido por una decena de certificaciones nacionales, regionales y locales en torno al liderazgo femenino de cuño 100% latinoamericano.
“Desde que el negocio comenzó, y como buenos inmigrantes, la familia se convirtió también en parte esencial del negocio. Yo me integré a trabajar con él en el área de ventas. El objetivo desde el inicio fue perseguir metas mucho más grandes a las que podíamos alcanzar en aquel entonces. Y a eso hemos llegado; hoy somos una de las impresoras más grandes del sureste de Estados Unidos con la certificación Women-Owned Small Business.
“Además, durante la pandemia decidimos apostar al crecimiento y abrir una agencia de comunicaciones para ofrecer a nuestros clientes una solución más integral. No sólo hacemos servicios de imprenta sino también diseño gráfico, desarrollo de página web, campañas digitales, y planes de comunicación”, “la pandemia y los reclamos sociales abrieron una oportunidad en el área de diversidad e inclusión y empezamos a trabajar con empresas e instituciones como Grady, Papa John’s y Accenture desarrollando planes integrales de comunicación interna en esas áreas”, puntualiza Mónica Maldonado, quien además, junto a su hermano e hijos ha tenido que enfrentar el reciente fallecimiento de su padre y fundador, la pausa de una base importante de clientes, además de las complejidades operativas, financieras y humanas, que toda la comunidad hispana ha encarado.
Profesionalismo latinoamericano
Para Mónica, su familia y todo el staff de casi una veintena de personas que componen el corazón de IPCOMM, conciencia y confianza son los pilares que guían a la compañía en medio de la adversidad, para llevar la empresa que fundara su padre hace casi cuatro décadas hacia nuevos horizontes, los cuales, si bien cada vez más complejos y desafiantes, también han sido positivos y gratificantes, gracias en buena medida a una actitud de vida prominentemente latinoamericana.
Sin importar la dimensión del proyecto, IPCOMM ha resuelto las necesidades de sus clientes con oportunidad, creatividad y profesionalismo, trayendo la confianza de clientes importantes como UPS, Accenture o Coca-Cola. Al respecto, la visión de Mónica Maldonado se apoya en la diversidad y la reciprocidad: “el universo de consumidores de esas compañías es muy amplio y diverso. Y como decimos por acá: ‘uno tiene que trabajar con personas que hagan sentido con los productos que vendemos y consumimos. Que se parezcan’.
“(...) Tengo siempre la idea y el orgullo de que los colombianos, y buena parte de los latinoamericanos, hacemos un producto excepcional; como un proveedor pequeño solo necesitamos esa primera oportunidad de parte de las grandes empresas, para poder demostrar el valor agregado en eficiencia, costos y creatividad que un proveedor diverso como nosotros puede aportarle a los esfuerzos de comunicación de estas empresas”.
Este espíritu ha acompañado a IPCOMM en el tránsito por senderos mucho más competitivos y propicios para un negocio amplio e integral, especialmente en tiempos difíciles como éstos. Mónica Maldonado confiesa que no ha sido sencillo y que las circunstancias los han llevado por un camino de aprendizajes humanos y de una enorme fortaleza interna, en mancuerna con aliados sólidos, empáticos y comprometidos.
“Fue duro porque muchos de nuestros clientes pertenecen al ámbito del hospitality y el entretenimiento. Eso dejó de estar de un día para otro y aún no agarra su ritmo habitual. Frente a la adversidad elegimos reinventarnos, y mirar el lado positivo para ampliar nuestro negocio y trabajar en equipo con nuestros clientes en nuevas soluciones que se alinearan con los valores que sus consumidores estaban demandando.”
Siempre adelante, imparable
Durante la pandemia, los desafíos digitales y de readaptación de mercado obligaron a IPCOMM a encontrar nuevas salidas, aprendizajes y estrategias para satisfacer a sus clientes y conquistar nuevos terrenos: “Por nuestra parte, el apoyo gubernamental fue muy bueno e importante para seguir adelante. Lo tomamos y nos apretamos el cinturón, estuvimos fuera de la oficina cerca de ocho semanas, trabajando sólo con las personas que se requerían en ese momento. Mis padres, mi hermano y mis hijos nos juntábamos para ver cómo hacíamos para transformarnos”, confiesa Mónica Maldonado, quien hoy comienza a ver los resultados de ese esfuerzo.
Y añade: “En todo lo nuevo que tú comienzas siempre hay temores, pero a uno no le queda más que hacer lo que tiene que hacer, meterse de lleno con una visión de salir adelante. Yo no lo sé todo, pero tengo aliados que lo saben y juntos vemos cómo atender las necesidades de los clientes para darles una solución perfecta (...). Esa ha sido la actitud que marca la forma en la que nosotros hemos salido adelante, paso a paso y de oportunidad en oportunidad, sin importar si ésta es grande o pequeña; uno tiene que estar listo”.
De cara a un futuro en el que esas oportunidades tienen que expandirse, la capacidad y trayectoria de calidad de IPCOMM ha encontrado voz en proyectos importantes y de alto valor significativo, como lo fue el libro Black Voices of Big Brown de la compañía UPS, en donde la compañía se enfrentó a una labor de alta dedicación, a través de un producto final que tendría muchos acabados, texturas, técnicas, empeño en diseño, etc. Todo un arte que se tuvo que solventar a contrarreloj y que hoy es un fruto editorial de primer nivel.
La inspiración detrás de un negocio familiar que ha atravesado generaciones enteras, hoy refuerza su calidad, calidez humana y vinculación con la excelencia desde sus raíces. “Hemos vivido con el gran ejemplo de nuestros padres durante tres generaciones, mi madre aún está involucrada en la compañía, yo ahora soy la CEO de la compañía y mi hermano el director de operaciones de printing, mi hijo Rafael es director creativo y he tenido también a mi hija Verónica haciendo consultoría empresarial en distintos niveles. Hoy ella está dirigiendo la cámara de comercio hispana de Georgia”, precisa Mónica Maldonado, una persona orgullosa de su origen y sus logros, los cuales tienen eco en un negocio de calidad completamente humana.
La CEO de IPCOMM ve un futuro positivo, lleno de oportunidades y trabajo en equipo: “Al igual que en las comunicaciones donde la percepción es la realidad, en la vida y en los negocios elegimos percibir esta nueva realidad que nos toca vivir con la pandemia como el momento ideal para convertirnos en expertos en la comunicación de programas de diversidad de las empresas. Ser parte activa de un cambio social desde nuestro rol de comunicadores. No quedar sólo definidos por las circunstancias de esta pandemia sino ir en busca de las oportunidades que esta nueva realidad nos presenta. Sentir, además, que estamos aportando nuestro granito de arena para un cambio estratégico de las empresas hacia una sociedad más equitativa ayudándolos a desarrollar sus programas de diversidad.”