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El controvertido destino de ‘Buba’, la última elefanta de circo de los Países Bajos

El Congreso ha fallado a favor de dejarla con los dueños del espectáculo, donde ya no actúa desde 2015, pero los animalistas prefieren que vaya a un refugio en Francia

La elefanta 'Buba', en el recinto del viejo circo donde vive.
La elefanta 'Buba', en el recinto del viejo circo donde vive.Animal Rights Campagneleider Stop de Slacht
Isabel Ferrer

Buba es una elefanta africana de 45 años que viaja desde hace casi tres décadas con el circo neerlandés Freiwald, propiedad de una familia germana del mismo nombre. Es el último paquidermo en cautividad usado para entretener al público en los Países Bajos, que prohibió en 2015 este tipo de espectáculos con animales salvajes, y el Congreso ha decidido mantenerla con su “familia humana”. La otra opción era enviarla a un refugio en Francia, pero allí estaría sola, y los elefantes necesitan una manada, o al menos un grupo conocido para su equilibrio vital. Visto el parecer de la Cámara, la ministra de Agricultura y Medio Ambiente, Carola Schouten, dispuso este martes mantener a Buba en el circo, donde ya no actúa. Sin embargo, como sigue siendo un reclamo publicitario, y los Freiwald tienen dificultades para alimentarla debido al parón de la pandemia, la organización Animal Rights sopesa acudir a los tribunales para evitar que los intereses del mamífero “sean sacrificados por una política poco valiente”.

En 2015, se hizo una excepción en los Países Bajos con Buba a falta de un centro para ella, y se abrió un plazo de búsqueda que expiró el pasado 30 de junio. Prolongado hasta el próximo 1 de enero, a Erwin Vermeulen, portavoz de Animal Rights, la decisión ministerial le parece “un acto político que revisaremos, puesto que la ley es clara: no se puede tener animales salvajes en los circos o bien viajar con ellos”. En su opinión, a no ser que la ministra haya prolongado la estancia de Buba en el circo durante otra temporada, “habría que cambiar la norma, porque una resolución así no basta”. El grupo animalista recuerda que el circo cifra en 70.000 euros anuales el coste de mantenimiento de Buba, y prefiere el asilo francés. Llamado Elephant Haven (refugio) lo ha financiado la Fundación Brigitte Bardot, la famosa actriz gala defensora de los animales. De 28 hectáreas e instalado en la región de Limousin, en el centro-sur del país, tiene un problema: Buba estaría sola. “Pero seguro que llegarán otros elefantes, y allí tendría espacio, alimento y cuidados veterinarios. El circo Freiwald permanece ahora varado por las restricciones de la covid-19, y ella no está en condiciones”, añade Vermeulen.

La elefanta, con viviendas al fondo, el circo neerlandés Freiwald.
La elefanta, con viviendas al fondo, el circo neerlandés Freiwald.Animal Rights Campagneleider Stop de Slacht

La prohibición de usar animales salvajes en espectáculos itinerantes de circo ha sido firmada hasta la fecha por 33 países europeos y otros 17 en el resto del mundo, según datos de la organización del ramo Four Paws International (Cuatro Patas). En España, nueve comunidades autónomas y casi 200 municipios se han declarado libres de animales de circo, según la plataforma InfoCircos. El circo Freiwald no ha respondido a las llamadas de este periódico, pero sus portavoces han asegurado a los medios neerlandeses que están felices, “porque la elefanta es parte de nuestra familia”. Para Robert Kruijff, dueño de Landgoed Hoenderdaell, el mayor refugio europeo para leones y tigres, abierto en los Países Bajos, hay emociones encontradas en este debate, “y la mayoría de los elefantes usados en Europa en circos acaban en un zoo, de ahí que cuando nosotros pensamos en preparar un centro, hacia 2017, vimos que no había ejemplares para formar un grupo”. Animal Rights añade que Buba fue llevada al zoo belga Pairi Daiza, pero allí no reaccionó bien a los métodos usados para someterla y acabó repeliendo a sus cuidadores. Presentada en un informe como dominante y agresiva, regresó al circo.

En el Congreso neerlandés, la suerte de Buba ha estimulado la imaginación de los diputados del partido democristiano, que presentaron una moción en pro de su permanencia con los Freiwald. Además de comparar la dificultad del caso con la imagen de un “enorme elefante sentado en el Hemiciclo”, recuerdan “la excelente memoria” de estos animales, y el hecho de que Buba “nunca perdonaría nuestras decisiones políticas”, por algo que estaba al alcance de la mano. El Partido para la Libertad, del líder del ultraderecha, Geert Wilders, que propuso buscar un recinto apropiado para el animal, calificó de “la mejor noticia del día”, el resultado de un caso que puede no estar aún cerrado.

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