9 fotosMisterios del primer crimen mediáticoMisterios del primer crimen mediático 01 jun 2008 - 00:00CESTWhatsappFacebookTwitterBlueskyLinkedinCopiar enlaceSamuel Kent se dedicaba por orden del Gobierno a inspeccionar las fábricas de la zona, lo que no le granjeó muchas amistades. Tampoco obtuvo la simpatía de sus vecinos de miserables casas a quienes llevó a juicio por pescar en el río colindante a su mansión o por coger manzanas del huerto.La madre del niño asesinado era en realidad la segunda señora Kent. La primera tuvo con el señor Kent cuatro hijos y fue sustituida tras su muerte por la institutriz de sus hijos. La señora Kent y su marido, junto a su hija mayor, María Amelia, de cinco años, en la planta baja.Entre los principales sospechosos estaban los cuatro hijos del primer matrimonio del señor Kent: Mary Ann (en la imagen), de 29 años, Elizabeth, de 28, Constance, de 16 y William, de 14. Ellos dormían en el piso de arriba junto a la criada y la cocinera.El crimen tuvo lugar el 29 de junio de 1860 en la mansión georgiana de la colina de Road. La casa tenía tres plantas y 19 habitaciones. Estaba a ocho kilómetros de Trowbridge, con 1.000 habitantes que gozaban de una reciente estación de tren y una incipiente clase media que crecía gracias a las fábricas de la zona.La primera sospechosa fue puesta pronto en libertad. Elizabeth Gouh, institutriz de los pequeños, dormía con los dos hijos menores del señor Kent, Saville y Eveline, de 3 y 20 meses, en una habitación a escasos metros de la del matrimonio Kent. Ella dio la alarma por la desaparición. Tras levantarse de madrugada para abrir al deshollinador se percató de que el pequeño Saville no estaba en la cuna. Uno de los trabajadores de la mansión encontró el cuerpo, dentro de las letrinas junto al muro limítrofe de la mansión, con el cuello desgarrado de punta a punta y una cuchillada en las costillas.El Gobierno envió a investigar a su mejor hombre, Jonathan Whicher, llamado a ser la estrella de los ocho primeros oficiales de la nueva policía metropolitana, Scotland Yard, creada para controlar el incremento de crímenes. Su fama le llevó a ser el primer detective a ser descrito en una publicación y fue el primer gran modelo de detective literario.Escritores de la época como Charles Dickens (en la imagen) no tardaron en lanzar sus propias hipótesis del crimen. Dickens, además, vio en plena acción a Whicher en un hotel y lo describió en su revista, 'Household Words'.'El crimen de Road Hill', como fue bautizado por la prensa, fue seguido por los medios de la época de forma masiva. El 'Morning Post', 'The Times', el 'Somerset and Wilts Journal' La hipótesis que lanzó la prensa culpabilizaba a la niñera: tenía un romance con el señor, el niño los vio y el señor Kent y ella lo asesinaron. En una auténtica marabunta, una treintena de periodistas siguió las diligencias, que reproducían íntegramente.La autora del crimen fue Constance, hermanastra del pequeño Saville. Había confesado sus celos del pequeño a sus compañeras de la escuela, interrogadas por el inspector Whicher. Y cuatro años antes del crimen intentó huir de la casa con su hermano, tras cortarse el pelo y tirar su ropa de chica en la letrina en la que fue hallado el cuerpo de su hermano pequeño. Sin embargo, no se le pudo declarar culpable hasta un año después de la investigación, cuando confesó ante el juez. Lo hizo como venganza contra su madrastra por ocupar el lugar de su madre.