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La Ertzaintza logra la segunda condena por autoadoctrinamiento yihadista

La Audiencia Nacional impone 3,5 años de prisión a un argelino que guardaba propaganda del ISIS

Fernando J. Pérez

La Audiencia Nacional ha condenado a tres años y medio de prisión por autoadoctrinamiento yihadista a Ahmed Bougerba, un ciudadano argelino de 31 años que fue detenido en julio de 2015 en Bilbao y en cuyo teléfono móvil se encontraron decenas de imágenes de propaganda del Estado Islámico, así como de asesinatos cometidos por este grupo terrorista. Se trata de la segunda condena que emite la Audiencia Nacional por el llamado “adiestramiento pasivo” para incorporarse o colaborar con organizaciones terroristas, un delito incorporado al Código Penal en julio de 2015. Ambas sentencias derivan de investigaciones de la Ertzaintza que guardan notables similitudes.

Imagen de archivo de la detención de un presunto yihadista.
Imagen de archivo de la detención de un presunto yihadista. P. M. (EFE)

Según la sentencia, Bougerba, nacido en Orán (Argelia) en 1985, asistía con frecuencia a la mezquita Attawhid, de Barakaldo (Bizkaia), que difunde “ideología islamista radical”. Desde 2007, cuando empezó a ser contralado, hasta su detención, los servicios de inteligencia de la policía autónoma vasca detectaron una “evolución” en su ideología religiosa. La radicalización se hizo más evidente a partir de 2013, cuando entró en contacto con el imán Ibrahim Mohamed Hijjo, un salafista de origen palestino que dirigió la oración en ese templo durante ese año.

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En la mezquita Attawhid, Bougerba participó en “encuentros de acceso restringido” con el imán Mohamed Hijjo. En ellos coincidió con Redouane Bensbih, un marroquí de su misma edad que tras recibir instrucción religiosa partió con el ISIS a Siria, donde falleció en combate en 2014.

Tras mantener varios encuentros en junio de 2015 con jóvenes de origen magrebí en la plaza del Sagrado Corazón de María de Bilbao, en los que los asistentes adoptaban medidas de seguridad para evitar seguimientos, la Ertzaintza detuvo a Bougerba. En su teléfono móvil se encontraron 70 fotografías de propaganda del Estado Islámico, 12 imágenes de personas asesinadas por el grupo terrorista, 17 fotos de cadáveres, 57 de personas armadas y cinco retratos de líderes de grupos terroristas islámicos como Osama bin Laden, el mulá Omar, Aymán Al-Zawahiri, Abu Bakr Al-Bagdadi y Abubakar Shakau.

También se le incautaron en el teléfono 36 páginas con escritos en árabe que se referían a los “infieles” en los siguientes términos: “Matadles doquiera que los halléis” o “Matarles es como matar serpientes, escorpiones o a un perro rabioso”.

Además, a través de un perfil en Facebook con su nombre y apellidos, publicó este comentario en enero de 2014: “Todo lo que digáis o analicéis sobre el Estado Islámico es mentira porque todos los suníes nos quieren y nos apoyan, y vamos a abrir un frente contra Israel también, y si Dios quiere van a venir ejércitos muyahidin que esperan la guerra contra Israel y vamos a derrotar a los Estados Unidos e Israel y sus chivatos, si Dios quiere”. Además, publicó un “me gusta” en una página llamada “Organización Estado Islámico”.

La Audiencia basa su condena en un informe de inteligencia de la Ertzaintza en la que se identifican las cuatro supuestas fases del autoadoctrinamiento: el victimismo, la culpabilización, la solución y el activismo. Este mismo itinerario de radicalización es idéntico al que la policía vasca atribuyó a Mohamed Akaarir, el primer condenado por “adiestramiento pasivo”. Akaarir accedió repetidamente a contenido de corte yihadista en Internet —la mayoría de las veces a través de webs ilegales— y lo replicó en su muro de Facebook.

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Sobre la firma

Fernando J. Pérez
Es redactor y editor en la sección de España, con especialización en tribunales. Desde 2006 trabaja en EL PAÍS, primero en la delegación de Málaga y, desde 2013, en la redacción central. Es licenciado en Traducción y en Comunicación Audiovisual, y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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