El PSC garantiza su imparcialidad en la pelea por el liderazgo del PSOE
Los socialistas catalanes buscan a toda costa la reconciliación
El PSC busca a toda costa la reconciliación con el PSOE. El riesgo de ruptura de los dos partidos tras votar los diputados del PSC contra Mariano Rajoy en vez de abstenerse ha abierto una brecha que los socialistas catalanes quieren suturar. La cúpula del PSC, cuyo primer secretario, Miquel Iceta, se reunió ayer en Sevilla con la presidenta andaluza, Susana Díaz, garantizará su imparcialidad en el próximo congreso de este partido si se presentan varios candidatos.
Iceta, y con él su ejecutiva, darán muestras de que quieren mantener plenamente el vínculo con el PSOE. La próxima revisión del protocolo que regula la relación entre ambos partidos, a petición del PSOE, va precedida de muestras de respeto de los socialistas catalanes a la comisión gestora hasta que haya un congreso. La reunión celebrada ayer en Sevilla entre Iceta y Díaz, solicitada por el primero, es un gesto de gran relevancia que pone de manifiesto el papel fundamental de la líder de los socialistas andaluces en el presente y futuro del PSOE.
Tras la reunión, Iceta recalcó en una comparecencia ante los periodistas que la formación que encabeza “va a ser siempre neutral. Es el momento de los militantes y no el de las ejecutivas, y en el caso del PSC, especialmente”, subrayó.
“La neutralidad empieza en el momento en el que no hay secretario general y hay que convocar un congreso”, añadió. Con todo, el dirigente catalán sostuvo que no había abordado en concreto este asunto con Díaz durante las dos horas y media de reunión. Tampoco se detuvieron en debatir sobre la fecha del congreso.
El PSC, en línea con su tradición, va a respetar siempre al secretario general del PSOE que sea elegido en el próximo congreso, destacan fuentes socialistas catalanas. Pero no solo eso sino que, en la pugna que pueda haber entre los posibles candidatos en unas primarias, la dirección del PSC no tomará partido por ninguno, añaden estas fuentes.
Esta declaración de intenciones se le hacía imprescindible a Iceta toda vez que al PSC y a él mismo se le vincula con las tesis del ex secretario general Pedro Sánchez. Así fue hasta el pleno del Congreso del mes pasado en el que resultó elegido Rajoy como presidente del Gobierno gracias a la abstención de todos los diputados socialistas salvo 15, siete de los cuales son del PSC.
Iceta mantuvo una sintonía personal y política muy marcada con Sánchez y compartió con él la decisión de no facilitar la investidura de Rajoy, lo que Díaz le reprochó ayer, según reconoció el propio primer secretario. Pero eso ya es pasado. “El PSC siempre ha sido leal a todos los secretarios generales del PSOE”, señalan los interlocutores consultados.
El encaje de Cataluña
Para los socialistas catalanes, una separación de las dos organizaciones, a instancias del PSOE, sería un golpe duro para quienes, como ellos, se oponen a la separación de Cataluña del resto de España. En el contencioso entre los dos partidos se mezclan conflictos de orden organizativo y político sobre la concepción de Cataluña dentro del Estado.
Este fue precisamente el núcleo de la conversación de ambos dirigentes, quienes coincidieron en que Cataluña tiene encaje a partir de la Declaración de Granada y del acuerdo de gobierno que el PSE y el PNV acaban de suscribir en el País Vasco. “Ahí está una salida razonable”, incidió la presidenta de la Junta, quien compareció después de su interlocutor.
Lo inmediato, es la revisión del protocolo que hermana a los dos partidos desde 1978, ya que en breve empezarán a trabajar en ello delegaciones de ambos.
La tensión entre las dos formaciones se tornó en crisis después de que los socialistas catalanes participaran como siempre en las deliberaciones y votaciones del comité federal del PSOE pero después no acataran la decisión que este tomó el 23 de octubre, cuando acordó facilitar la investidura de Rajoy. La presidenta de Andalucía ha mantenido en los últimos días su deseo de que la relación entre ambos partidos se mantenga “con lealtad de ida y vuelta”.
Los socialistas catalanes ya han dado pasos en esa línea desde la crisis de la votación parlamentaria, según resaltan los interlocutores consultados. La primera fue aceptar sin hacer ruido las sanciones por desobedecer al comité federal. Este fue el comportamiento de la representante del PSC en la dirección del Grupo Socialista, Meritxell Batet, que fue apartada de la misma. Otra muestra de no buscar el enfrentamiento fue el silencio de los diputados del PSC en la reunión del grupo parlamentario del martes en la que otros diputados críticos sí protestaron por las sanciones de la gestora.
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