Rivera se ofrece a apoyar a Feijóo frente a las mareas
Ciudadanos subraya su discurso antinacionalista frente a la fortaleza del PP, que le impide usar con eficacia sus propuestas de regeneración
Ciudadanos afronta las elecciones gallegas del 25-S subrayando el discurso antinacionalista con el que nació en Cataluña y ofreciéndose a pactar con Alberto Núñez Feijóo frente a los partidos de izquierdas. La táctica responde a la fortaleza del PP local, que limita el impacto de las propuestas de regeneración de Albert Rivera y ha marcado el perfil de su candidata. Cristina Losada sintoniza con el votante conservador por sus críticas a En Marea y a priorizar el gallego en la Administración.
Todas las encuestas coinciden: el PP volverá a ganar las elecciones. Todas plantean la misma duda: si conseguirá o no la mayoría absoluta frente a la hipotética alianza de izquierdas que puedan firmar En Marea, el PSOE y BNG. Todas apuntan a Ciudadanos como un elemento decisivo: entre o no en el Parlamento, donde aspira a tener la llave de la gobernabilidad, los votos que consiga este partido en detrimento del PP pueden inclinar la balanza. Rivera pide a los electores que elijan entre un gobierno a la valenciana —con los partidos de izquierda y los nacionalistas— y uno a la madrileña —del PP apoyado por Ciudadanos—
“Ciudadanos es poco sospechoso. Nadie tiene dudas. Nadie hace cábalas de Ciudadanos con Las Mareas y los que piden referéndums”, dijo Rivera este mismo fin de semana. “Hacen bien”, bromeó. Y advirtió: “Si el PP pierde la mayoría absoluta, habrá dos caminos: o el batiburrillo de partidos que quieren hacer referéndums de independencia, o que Ciudadanos sea la llave y tenga un gobierno controlado desde el Parlamento, que no haga lo que le dé la gana”.
A por el voto urbano
Los estrategas de la formación de Rivera creen que hay un paralelismo entre su desembarco en la política gallega y el nacimiento del partido en Cataluña, en 2006. Ahora y entonces, los sondeos auguraban que Ciudadanos tendría dificultades para lograr representación. Ahora, como entonces, Ciudadanos busca su espacio electoral alertando del peligro de que gobiernen partidos nacionalistas; ofreciendo cambios controlados; y apostando por el trilingüismo —gallego, español e inglés—.
“Ciudadanos entró con tres diputados en el Parlamento de Cataluña y gobernaba la hegemonía nacionalista, con un Parlamento con cinco o seis partidos... muy parecido al mapa que tenemos”, aseguró Rivera. “Hoy lideramos la oposición. Ese es el camino: entrar, ser decisivos, garantizar estabilidad y cambios y construir un proyecto político para los gallegos, dentro de España y de Europa”.
Feijóo es consciente de que las fugas de voto a Ciudadanos pueden amargarle la noche electoral. Desde hace semanas, se ha afanado en lanzar mensajes a su electorado alertando de que apoyar al partido de Rivera en Galicia puede darle en bandeja el gobierno de la Xunta a la izquierda. Y Rivera ha respondido a estas advertencias con una insólita declaración de intenciones: si entra en el Parlamento gallego, Ciudadanos garantizará que el PP conserve la Xunta pero de forma vigilada.
“Habrá que ver los resultados, el peso, y a qué acuerdos somos capaces de llegar”, advierte José Manuel Villegas, vicesecretario general de Ciudadanos. “Hasta ahora, a nivel autonómico hemos hecho acuerdos de investidura. A nivel nacional, hemos hecho uno de gobierno”, recuerda. “Dependerá de las circunstancias, los números y los compromisos a los que seamos capaces de llegar para definir cuál puede ser el pacto”.
El destape de Rivera busca pescar votos en el caladero de la derecha urbana, donde las urnas de pasadas citas electorales han expresado un mayor descontento con el PP gallego. En mayo de 2015, el partido de Feijoo perdió a favor de las mareas municipales las tres ciudades que gobernaba en la provincia de A Coruña. En esta circunscripción es precisamente en la única en la que la formación naranja logró un diputado en las generales del 20-D, aunque lo perdió el 26-J.
El perfil de la candidata a la presidencia elegida por el equipo de Rivera también responde a esta estrategia. Cristina Losada, de 62 años, es una periodista viguesa poco conocida en Galicia y que colabora con el diario conservador Libertad Digital. Su discurso es especialmente duro con En Marea y el nacionalismo gallego y es presidenta de la asociación Vigueses por la Libertad, que lucha por erradicar la prioridad que las instituciones autonómicas otorgan a la lengua gallega desde la llegada de la democracia.
“Desde la fundación de Vigueses por la Libertad ya tenía contacto con Ciudadanos”, recuerda Fran Hervías, secretario de Organización de la formación de Rivera. “Nosotros no hacemos calculadora electoral, no buscamos un perfil más de centro-izquierda para un sitio o de centro- derecha para otro”, asegura el dirigente que tuvo que enfrentarse a la crisis que se desató en Ciudadanos-Galicia cuando el partido decidió sustituir sin primarias a su candidato por A Coruña para las elecciones generales. Ese es su otro hándicap: las tensiones internas y la débil implantación.
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