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Así se entrena un candidato para un debate presidencial

Los aspirantes buscan el flanco débil de sus oponentes. “Esto es como un combate de boxeo. Lo normal es ganar por puntos y excepcionalmente por KO”, dice un experto

Elsa García de Blas
Alfredo Pérez Rubalcaba (izq.) y Mariano Rajoy (dcha.) en el debate para las generales de 2011 moderado por Manuel Campo Vidal, en el centro.
Alfredo Pérez Rubalcaba (izq.) y Mariano Rajoy (dcha.) en el debate para las generales de 2011 moderado por Manuel Campo Vidal, en el centro.Uly Martín (EL PAÍS)

“Un debate electoral es una puesta en escena. Tienes que decidir qué personaje quieres representar en esa dramatización. Puedes ser el fuerte frente al débil, el experto frente al inexperto… Al final, no gana el que más sabe, sino el que es capaz de representar bien su personaje”. Pocos en España conocen tanto como Luis Arroyo el trabajo de preparación de un candidato para un debate presidencial. Este consultor político estuvo detrás de los debates del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero y asesora ahora a Pedro Sánchez, líder del PSOE. Una dedicación, la de preparador de candidatos a la presidencia, que ha desarrollado también en Colombia, República Dominicana, Argentina y Portugal. El debate electoral es uno de los hitos de una campaña y puede resultar decisivo. Como reto comunicativo de la máxima exigencia, se prepara al milímetro. “Aunque como diría el expresidente estadounidense Bill Clinton, para que haya jazz siempre hay que dejar algo de espacio a la improvisación, a la naturalidad”, concede Arroyo. Hasta eso se entrena.

A estas alturas, los aspirantes a presidente que participan en el debate de EL PAÍS del próximo 30 de noviembre a las 21.00 —el socialista Pedro Sánchez, Albert Rivera (Ciudadanos) y Pablo Iglesias (Podemos)— llevan semanas preparando su intervención. El presidente del Gobierno y candidato del PP, Mariano Rajoy, ha declinado participar en este debate. Salir vencedor de la contienda argumental es cumplir con las tres dimensiones del candidato, explica el consultor Arroyo: “Karl Rove, el llamado cerebro de George Bush, decía que el elector se hace tres preguntas, a las que hay que dar respuesta positiva: ¿Es un líder fuerte? ¿Puedo fiarme de él? ¿Se preocupa de la gente como yo?”.

La preparación comienza con una primera sesión en la que se define el personaje, en función de los adversarios. El equipo estudia las condiciones del debate —la distribución del tiempo y las intervenciones, fundamentalmente— y cuáles son los bloques temáticos. A partir de ahí comienza el trabajo intelectual, de búsqueda de mensajes y argumentos, que se plasman en las famosas fichas —suelen ser de una cuartilla, al estilo de las que usan los opositores— con razonamientos breves, rápidos. “Apenas de minuto y medio, no vas a tener más tiempo”, indica Arroyo. “En realidad, importa bastante poco lo que diga el otro”. Importa poco salvo cuando ataca. Para eso se prevén las “desactivaciones”.

Formas de desactivar

“Son rápidas, no puedes entretenerte en estar todo el rato desmintiendo”, añade. Los asesores analizan los puntos débiles propios y prevén los posibles ataques. Las desactivaciones se plasman en unas 15 fichas como mucho, explica el preparador. “No son argumentos específicos, sino genéricos. Por ejemplo, cuando a Zapatero le preguntaron cuánto costaba un café en el programa Tengo una pregunta para usteden 2007, él tenía que haberse acordado de la ficha 'ciudadano normal', que sí que había trabajado, pero que no usó. El contraargumento era: ¿me pregunta si soy un ciudadano normal? No, soy el presidente del Gobierno, y estoy orgulloso de mi país… ¿Ves? Con eso, hubiera salido del entuerto”.

Defensa y ataque, porque también se preparan las críticas al contrario, aunque dependerá de cuál sea el personaje elegido. Si es “el desafiante” será más incisivo. “A veces conviene incluso ningunearle, dependerá de la estrategia”. Con el material preparado, el candidato pasa a la práctica. Se suelen reproducir las condiciones del debate: un plató, de pie, o sentado…Y un sparring, que imita al adversario. Normalmente, se graba para analizarlo después.

Darles seguridad

“Hay además una preparación psicológica del candidato. Los que nos dedicamos a esto tenemos una parte de coach [entrenador] y de psicólogos. A veces el candidato entra en depresión en medio de la campaña, eso yo lo he vivido. Hay que transmitirles seguridad. Lo que un político domina es el debate, lo que tienes que conseguir es abstraerle del show”, cuenta Jorge Rábago, director de Telegenia del Partido Popular y preparador en todos los debates de candidatos del PP desde los 90. Como asesor, también ha preparado a presidentes como el mexicano Vicente Fox o los colombianos Álvaro Uribe y Andrés Pastrana.

Lo importante, según el consultor del PP, es trabajar el dominio del medio audiovisual. El debate de EL PAÍS, aunque será el primero digital de la democracia, se retrasmitirá en una señal de vídeo. “Rajoy es un personaje muy espoleado en debates, sobre todo en el parlamentario, donde se encuentra cómodo. Donde es menos fuerte, como cualquier candidato, es en la televisión”. Ese medio, explica, es “tremendamente visceral y epidérmico. La actitud psicológica incide muchísimo en la transmisión de percepciones”. En lo formal, se busca crear las llamadas “imágenes lingüísticas” (que se pueda imaginar lo que nos están contando) y adaptarse al “nuevo lenguaje político, mucho más coloquial”.

El vestuario es otra de las patas, y tampoco menor. Pedro Sánchez ha revelado que no llevará corbata al debate de EL PAÍS, pero sí chaqueta. “La vestimenta forma parte del mensaje. Yo no recomendaría ir en mangas de camisa. Tanto Sánchez como Rivera son versátiles en ese aspecto, les hemos visto de distintas formas. A Pablo Iglesias, sin embargo, solo lo hemos visto en camisa”, señala Daniel Rodríguez, director adjunto del Instituto de Comunicación Empresarial.

Al final, por mucho trabajo previo que haya, el directo es impredecible. “Un debate es como un combate de boxeo, sin la violencia, claro. Lo normal es ganarlo por puntos y excepcionalmente por KO”, apunta el asesor del PP. “Puedes preparar mucho los ganchos o esquivarlos, pero después hay que boxear solo. Yo siempre les digo: no olvides nunca que cuando sales estás solo y eres tú quien tiene que tomar las decisiones”.

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Sobre la firma

Elsa García de Blas
Periodista política. Cubre la información del PP después de haber seguido los pasos de tres partidos (el PSOE, Unidas Podemos y Cs). La mayor parte de su carrera la ha desarrollado en EL PAÍS y la SER. Es licenciada en Derecho y en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid y máster en periodismo de EL PAÍS. Colabora como analista en TVE.

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