El PSOE presenta un nuevo texto ante el escollo de la prisión permanente

El escollo continúa pero la voluntad de acuerdo se mantiene. Esta es la posición del PSOE y del Gobierno en torno a la negociación sobre medidas contra el terrorismo yihadista, que choca con la invocación que se hace a los artículos del Código Penal que prevén la prisión permanente revisable para los delitos tipificados como terrorismo. Ante la posición irreconciliable por la negativa del PSOE a aceptar esa figura penal, que ha rechazado en la votación al Código Penal en el Congreso y volverá a hacerlo esta semana en el Senado, el PSOE ha presentado al Gobierno un documento con nuevas bases para la lucha contra el terrorismo. Este texto se discutió este domingo en el Palacio de la Moncloa, donde los negociadores de ambos lados estuvieron reunidos. Hubo avances, pero no el cierre de las negociaciones. Sobre la mesa hay ahora dos documentos: ese nuevo texto y la proposición de ley, con cambios sustanciales pero en la que se mantiene la invocación a la prisión permanente revisable.

¿Ha cambiado algo desde que el Gobierno decidió, por presión del PSOE, que no figurara explícitamente la prisión permanente revisable con su nombre pero que remitiera al Código Penal donde sí se fija esa pena, como adelantó EL PAÍS la pasada semana? Los socialistas responden con un listado de asuntos que han logrado modificar, aunque admiten que, de momento, la remisión a esa cadena perpetua continúa. Hasta este domingo por la noche, el Gobierno mantenía, en el texto para la proposición de ley, que los delitos de terrorismo serían castigados con las penas que contempla el Código Penal, es decir, la permanente revisable, mientras que los socialistas insistían en recalcar su rechazo, escenificado con su voto en contra al articulado. Además, el PSOE ha contraído el compromiso de derogar esa figura cuando tenga una mayoría parlamentaria suficiente, pero sigue sin encontrar la forma de colocar esa promesa en el texto legal.

Lo cierto es que los socialistas no están satisfechos con las alternativas que hasta ahora le ofrece el Gobierno para dejar clara “la absoluta discrepancia” con la prisión permanente revisable. Por eso, en la búsqueda de alternativas ha puesto sobre la mesa un documento de algo menos de tres folios, con formato de un texto de pacto antiterrorista, que no invalidaría la proposición de ley en discusión y que se someterá a votación, pero que les serviría para trascender la iniciativa parlamentaria. En ese texto se condensa el espíritu y la letra de todos los pactos antiterroristas y se menciona el Pacto de Madrid de 1987, el de Ajuria Enea en 1988 y el pacto de 2000 entre el Gobierno del PP y el PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero. Este sería el cuarto.

No es seguro, no obstante, que este documento debatido este domingo en Moncloa vea la luz.