Barones del PSOE piden la paz interna para no estorbar las elecciones locales
Fernández y García-Page quieren alejar el debate sobre el cartel presidencial La federación andaluza recuerda que Sánchez aún no tiene su apoyo
El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, pasó este martes parte del día con el presidente de Asturias y líder de los socialistas de esa comunidad, Javier Fernández. Este miércoles, la presidenta andaluza, Susana Díaz, compartirá jornada en Toledo con el alcalde de la ciudad y candidato socialista a la presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. Ambos, Fernández y Page, han hecho un alegato por la unidad del partido ante las elecciones de mayo. “Todo lo que sea enturbiar el trabajo para las elecciones me parece inadecuado”, advirtió el asturiano. “El ruido no hace bien y el bien no suele hacer ruido”, sentenció García-Page.
Sánchez inauguró el “nada que decir” al ser preguntado en Asturias sobre la intención del PSOE andaluz de condicionar su apoyo a su candidatura presidencial al resultado de las municipales. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, tampoco quiso alimentar con sus declaraciones lo que ella misma calificó como “líos internos” de su partido. A preguntas de los periodistas, dijo que el secretario general del PSOE tiene “todo el apoyo, como siempre” de los socialistas andaluces, y recordó que los más de 8.000 candidatos a las municipales necesitan “unidad, fortaleza y estabilidad”, informa Lourdes Lucio.
Estas declaraciones se producen después de que su número dos en el partido, Juan Cornejo, contestara con un “ya veremos” a si apoyaba a Sánchez como aspirante a las primarias. Los socialistas andaluces condicionan este respaldo a los resultados que obtengan en las municipales y autonómicas. Sobre si ella se presentará a las presidenciales, dijo: “No voy a hablar más del partido. No voy a colaborar en que el mensaje que traslademos a los ciudadanos sea de líos internos, cuando la gente lo está pasando mal en la calle”.
Pero las declaraciones de Cornejo han alarmado a la dirección del partido. Sus dirigentes reconocen que la tensión entre Sánchez y Díaz “perjudica a todos”, constata un cargo socialista que comparte la preocupación con sus compañeros.
Este martes enarbolaron la bandera de la paz el presidente asturiano, Javier Fernández, y el secretario regional de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. El primero, junto al líder de los extremeños, Guillermo Fernández Vara, no apoyó a Pedro Sánchez para la secretaría general. Sin embargo, una vez elegido por los militantes, denuestan cualquier intento de desestabilizarlo. Por su parte, el castellanomanchego asiste con enorme preocupación a estos desaires entre líderes cuando solo faltan cinco meses para las elecciones locales y regionales y teme que se abra un cisma en el partido o que haya un “ruido” incontrolado que empuje a los ciudadanos hacia otras fuerzas políticas.
García-Page señaló que lo único que tiene que hacer el PSOE es preocuparse “de los problemas de la gente”. Lo único relevante son “las elecciones de mayo”, remachó el presidente asturiano, Javier Fernández.
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