La desconfianza rodea el diálogo de Díez y Rivera

Un buen resultado electoral es muy deseable pero no a cualquier precio; Es mucho más lo que une que lo que separa. La primera apreciación es de un dirigente de UPyD y la siguiente, de un responsable de Ciudadanos. Ambos se reprochan mutuamente “el querer romper” aunque desde Ciudadanos se pone el énfasis en que UPyD desde el primer día “no cesa de poner objeciones”.

La desconfianza envuelve las conversaciones iniciadas por el partido que dirige la diputada nacional, Rosa Díez, y el presidido por el diputado autonómico catalan Albert Rivera con el objetivo de calibrar si es posible un pacto, una coalición, una fusión, o la fórmula que se acordara para ir juntos a las eleciones. La próxima reunión se celebrará este jueves y a ella acudirán los dos máximos responsables, Díez y Rivera, después de dos reuniones de trabajo protagonizadas por personas de confianza de ambos políticos. Esa reunión, al más alto nivel, puede ser determinante para constatar si continúan los trabajos para un posible pacto o cada uno sigue por su lado con el afan de representar a un espectro social similar.

Albert Rivera anunció con un tweet que  su comité ejecutivo había acordado formalizar un pacto con UPyD

El rigor de UPyD en cuestiones de democracia interna así como el requisito imprescindible de defender “un proyecto nacional” lleva a vislumbrar, al día de hoy, que Ciudadanos no está a la altura de las exigencias del partido magenta. Además, ha habido un incidente que ha puesto más piedras en el camino.

Por un tweet de Albert Rivera se conoció a principios de semana que por unanimidad su comité ejecutivo había acordado formalizar un pacto con UPyD para las elecciones autonómicas y municipales del próximo mes de mayo. La reacción de UPyD fue de “estupor” al recibir ese anuncio cuando se está aún en conversaciones. Todo es compatible, responden en Ciudadanos, que busca el acuerdo al considerar que la irrupción de Podemos ha alterado el panel político.

Los negociadores, Andrés Herzog y Ramónde Venciana, por UPyD, y José María Espejo, por Ciudadanos, aseguran que quieren el acuerdo. Los primeros objetan que Ciudadanos no tiene “un proyecto nacional”, en la línea que rige en los estatutos de UPyD, al incorporar “a diversos partidos regionalistas o localistas en sus organización”. No es así, responden en Ciudadanos porque esos partidos se han disuelto y las incorporaciones son pesonales. También hay resquemor por la posición de Ciudadanos respecto a Cataluña. “Somos un partido nacional con sede central en Barcelona, ¿o es que Barcelona no está en España?”, se preguntan en Ciudadanos. Ambos comparten casi idénticos principios reformistas y podrían ser la tercera vía “entre el bipartidismo y el populismo”, dicen en el partido de Albert Rivera, pero quizá no va a ser suficiente para alcanzar un pacto electoral