Resistencia Galega reaparece con una bomba contra un consistorio de Lugo

Casi un año después de su último atentado, Resistencia Galega (RG) reapareció en la madrugada de este miércoles. Entre tres y cinco kilos de pólvora contenidos en una olla reventaron la pasada madrugada la planta baja de la casa consistorial de Baralla, un pequeño municipio de la provincia de Lugo, en un atentado que la policía atribuye al independentismo violento. La explosión, que sacó a la calle a los vecinos de la zona a las 4,40 de la madrugada, no provocó daños personales, pero sí cuantiosos desperfectos incluso en viviendas adyacentes.

 El delegado del Gobierno en Galicia, Samuel Juárez, aseguró que el modus operandi del atentado se lleva el sello de la organización Resistencia Galega y es idéntico al utilizado hace un año en el Ayuntamiento ourensano de Beade. Los alcaldes de estos dos municipios, del PP, tienen en común que ambos se han visto envueltos en polémica por sus declaraciones en favor del golpe de Estado de 1936 y de la dictadura franquistas. Fuentes de la investigación explicaron que el atentado de Baralla es calcado al de octubre de 2013 en Beade y que en ambos casos se utilizó una bomba con temporizador muy similar.

Otro elemento que sirvió a Juárez para defender la vinculación con Resistencia Galega es que “la próxima semana se celebra un juicio contra tres de sus miembros”. “Creemos que no es coincidencia la fecha, que por el tipo de artefacto, la olla a presión, el explosivo, incluso la hora, todo apunta a que se trata de un atentado, el primero en lo que va de año y el segundo contra una casa consistorial. Lo habitual era que atentasen contra sedes de partidos políticos o contra empresas”, añadió.

El representante del Gobierno central apuntó a Resistencia Galega como “el único grupo activo terrorista” en España. “Tenemos la mala suerte de que nos toque aquí en Galicia, en una comunidad de gente que para nada es proclive a tolerar este tipo de acciones”. El atentado se produjo además apenas una horas después de que la organización Asamblea da Mocidade Independentista (AMI), a quien la policía ha señalado en multitud de ocasiones como la supuesta cantera de activistas de Resistencia Galega, anunciase en un comunicado su disolución tras reconocer una “acusada debilidad organizativa” que, entre otras cosas, atribuye a la presión policial.

Fuentes de la investigación confirmaron que la planta baja de la casa consistorial de Baralla, donde está el salón de plenos, quedó “totalmente reventada”, al tiempo que apuntan a que se van a revisar todas las cámaras de seguridad de la zona. Los investigadores creen que el atentado fue perpetrado por más de una persona: una habría colocado la olla mientras la otra esperaba en un vehículo para darse a la fuga.

El estruendo de la explosión sembró la alarma entre los vecinos. Una mujer residente en la zona relató cómo había tenido el “pálpito” de que lo que acababa de oír poco, antes de las cinco de la mañana, había sido un ataque terrorista. Y es que no era la primera vez: la mujer ya fue testigo de otro atentado hace años en Barcelona. “Fue terrible, se movió la casa. Tenemos todas las casas agrietadas. Y se cayó el techo”, describía.

Una veintena de personas se echó a la calle al oír la detonación, no solo los residentes en las viviendas más cercanas al Ayuntamiento sino algunas de más lejos. “Fue muy gordo el estruendo”, aseguran los vecinos. El dueño de una de las casas más cercanas al ayuntamiento, que no se encontraba en su vivienda en el momento de la explosión, apuntaba que los destrozos se extienden en un radio de unos 50 metros. “La onda expansiva donde más tocó fue a mi casa y a un bar. Menos mal que no hubo daños personales porque allí no dormía nadie, hubiera sido fatal”, manifestó, aún con cierto nerviosismo.

La Corporación Municipal de Baralla, en la que están representados PP, BNG y PSdeG, condenó el atentado por unanimidad. A la localidad se desplazó además el vicepresidente de la Xunta y secretario general del PP gallego, Alfonso Rueda. A lo largo del día se sucedieron las condenas de dirigentes del PP, PSdeG, AGE, BNG y Podemos. Por la mañana, durante un debate en una comisión del Parlamento gallego, tanto la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, como los representantes del Bloque, declinaron sumarse a la condena alegando que no disponían de información suficiente. Posteriormente, las dos organizaciones difundieron declaraciones lamentando el ataque.